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MARSEL & CO

Hombres insensibles

Para algunos no será una sorpresa… Los hombres son menos sensibles que las mujeres, al menos al dolor. Un equipo de investigadores ha descubierto que la testosterona ‘enmascara’ las sensaciones de malestar. Esta tolerancia podría promover las conductas agresivas durante las peleas, cuando los niveles de la hormona masculina aumentan.

“Si los hombres son menos sensibles al dolor, hay un mayor deseo de luchar y de participar en futuras peleas”, dice Michaela Hau, bióloga de la Universidad de Princetown (EEUU) y principal firmante del artículo, publicado en la edición ‘on line’ de ‘Hormones and Behavior’.

Hau y su equipo administraron testosterona a gorriones machos y midieron sus tiempos de reacción al dolor. La hormona permitía a los pájaros tolerar las molestias durante periodos mayores, lo que sugiere que, en cierto modo, la sustancia enmascara el dolor.

El estudio

Primero, los autores determinaron el umbral del dolor de los animales introduciendo una de sus patas en un recipiente con agua caliente y modificando la temperatura. “Hemos medido cuánto tiempo tardaba el pájaro en retirar la pata”, dice Hau.

Por debajo de los 51º, los pájaros tardaban mucho tiempo en responder, pero a temperaturas más elevadas, retiraban la pata rápidamente.

Entonces, los investigadores les administraron testosterona. Los pájaros tratados con la hormona masculina dejaban sus patas en el agua caliente (a 52º) el triple de tiempo que los que no habían recibido la hormona masculina. Es decir, que su tolerancia al dolor aumentaba.

A continuación, el equipo evaluó el efecto de un medicamento que bloquea los efectos de la testosterona. Los gorriones eran sensibles al agua a 48º, una temperatura que antes toleraban.

Analgésicos naturales

Los investigadores creen que la hormona masculina desencadena una cadena de eventos que lleva a que aumenten los niveles de unas sustancias con efectos analgésicos, denominadas encefalinas.

Aunque la investigación se ha realizado en animales, esto puede suceder también en los humanos. “No tengo duda de que puede existir algún efecto de la testosterona sobre la sensibilidad al dolor de los humanos”, comenta Roger Fillingim, que trabaja en el dolor humano en la Universidad de Florida (EEUU).

Fillingim cree que podría ser una oportunidad para administrar testosterona exógena a los hombres con dolor crónico. A menudo, estos pacientes toman fármacos que disminuyen los niveles normales de esta hormona, lo que interferiría con el alivio natural de sus molestias.

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