Las ambiciones nucleares ponen trabas al desarme en la reunión de Naciones Unidas
Greenpeace ha condenado hoy, al término de la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) que se celebraba en Nueva York, la falta de voluntad política colectiva de los cerca de 150 países que no han podido llegar un acuerdo para reducir el arsenal global de armas nucleares.
"Los Gobiernos que han acudido a esta reunión de cuatro semanas no han sido capaces de aprovechar la oportunidad para reducir la amenaza nuclear, sino que más bien han puesto sus propios intereses nucleares por encima del objetivo de alcanzar el desarme, ha declarado William Peden, experto de Greenpeace que ha asistido a la Conferencia.
"Era necesario que esta reunión reforzara el Tratado y enviara un mensaje firme sobre desarme y no proliferación de armas nucleares, añadió Peden. Sin embargo, ha fracasado en hacerlo y como resultado el mundo es un lugar más peligroso.
El fantasma de las armas nucleares en Corea del Norte e Israel, la intransigencia de Estados Unidos sobre desarme y su amenaza inminente de reanudar las pruebas nucleares, la controversia sobre Irán y las preocupaciones sobre los programas de producción de plutonio utilizable para la fabricación de armas nucleares en Japón y otros países han sido los principales factores que han conducido al fracaso de la Conferencia.
"Este fracaso enfatiza la necesidad de reforzar la vertiente relacionada con el desarme de todo este proceso -declaró Peden. A menos que haya una renuncia a todas las armas nucleares, siempre va a haber países que quieran tenerlas, y esta es la destructiva dinámica de la que estamos siendo testigos.
Greenpeace hace un llamamiento a los jefes de Estado que asistirán a la Cumbre del Milenio del próximo septiembre para que hagan frente al reto puesto de manifiesto por el Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, en su discurso inaugural de la revisión del TNP, de tomarse el desarme en serio.
La propuesta del ministro de Exteriores alemán Joschka Fischer para eliminar las armas nucleares estadounidenses de su país fue uno de los pocos aspectos positivos de la Conferencia.
"Las propuestas positivas sobre la manera de sacar adelante esta Conferencia que han hecho algunos países han sido desbaratadas por los que se han aferrado a sus aspiraciones nucleares, concluyó Peden.
Por su parte Eva Suárez, responsable de la campaña de desarme de Greenpeace en España, lamentó que el ministro Moratinos no acudiera a la Conferencia, tal como le había solicitado la organización, y valoró como muy mejorable la actuación de la delegación española.
La intervención del embajador español Yáñez-Barnuevo ante el plenario del TNP fue decepcionante, mucho más centrada en los problemas relacionados con la proliferación y el terrorismo que en el desarme. Si ambos aspectos no son abordados con la misma prioridad, el resultado es un fracaso, declaró Suárez. Desde Greenpeace seguiremos trabajando para que en las próximas oportunidades, como la Cumbre del Milenio o la Asamblea General de Naciones Unidas, el Gobierno español juegue un papel mucho más activo a favor del desarme nuclear.
"Los Gobiernos que han acudido a esta reunión de cuatro semanas no han sido capaces de aprovechar la oportunidad para reducir la amenaza nuclear, sino que más bien han puesto sus propios intereses nucleares por encima del objetivo de alcanzar el desarme, ha declarado William Peden, experto de Greenpeace que ha asistido a la Conferencia.
"Era necesario que esta reunión reforzara el Tratado y enviara un mensaje firme sobre desarme y no proliferación de armas nucleares, añadió Peden. Sin embargo, ha fracasado en hacerlo y como resultado el mundo es un lugar más peligroso.
El fantasma de las armas nucleares en Corea del Norte e Israel, la intransigencia de Estados Unidos sobre desarme y su amenaza inminente de reanudar las pruebas nucleares, la controversia sobre Irán y las preocupaciones sobre los programas de producción de plutonio utilizable para la fabricación de armas nucleares en Japón y otros países han sido los principales factores que han conducido al fracaso de la Conferencia.
"Este fracaso enfatiza la necesidad de reforzar la vertiente relacionada con el desarme de todo este proceso -declaró Peden. A menos que haya una renuncia a todas las armas nucleares, siempre va a haber países que quieran tenerlas, y esta es la destructiva dinámica de la que estamos siendo testigos.
Greenpeace hace un llamamiento a los jefes de Estado que asistirán a la Cumbre del Milenio del próximo septiembre para que hagan frente al reto puesto de manifiesto por el Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, en su discurso inaugural de la revisión del TNP, de tomarse el desarme en serio.
La propuesta del ministro de Exteriores alemán Joschka Fischer para eliminar las armas nucleares estadounidenses de su país fue uno de los pocos aspectos positivos de la Conferencia.
"Las propuestas positivas sobre la manera de sacar adelante esta Conferencia que han hecho algunos países han sido desbaratadas por los que se han aferrado a sus aspiraciones nucleares, concluyó Peden.
Por su parte Eva Suárez, responsable de la campaña de desarme de Greenpeace en España, lamentó que el ministro Moratinos no acudiera a la Conferencia, tal como le había solicitado la organización, y valoró como muy mejorable la actuación de la delegación española.
La intervención del embajador español Yáñez-Barnuevo ante el plenario del TNP fue decepcionante, mucho más centrada en los problemas relacionados con la proliferación y el terrorismo que en el desarme. Si ambos aspectos no son abordados con la misma prioridad, el resultado es un fracaso, declaró Suárez. Desde Greenpeace seguiremos trabajando para que en las próximas oportunidades, como la Cumbre del Milenio o la Asamblea General de Naciones Unidas, el Gobierno español juegue un papel mucho más activo a favor del desarme nuclear.
0 comentarios