Cerca de treinta municipios celebran estos días sus fiestas patronales
Cerca de treinta municipios de la provincia de Palencia celebran hoy y mañana sus fiestas patronales y, en la mayoría de los casos, sus fiestas grandes. Nuestra Señora y San Roque son los patrones más venerados a la vez en distintos pueblos, no solo de la provincia palentina, sino también de otros muchos puntos de la geografía española.
El verano es la época del año en la que los pueblos renacen, pues se produce las vuelta de muchos vecinos que tuvieron que abandonar su localidad natal para buscar un futuro más halagüeño, razón que aprovechan muchos municipios pequeños para organizar sus fiestas y así garantizar que la afluencia de participantes sea mucho mayor que la que puede haber durante el resto del año.
Uno de los mayores reclamos para atraer visitantes son los tradicionales festejos taurinos, como los que se organizan en grandes municipios de la provincia, como Villamuriel o Torquemada, pero también otros pueblos se suman al largo rosario que recorre la provincia de norte a sur y de este a oeste, como Cervera de Pisuerga, Fuentes de Valdepero, Velilla, Alar del Rey, Lantadilla, Bahíllo, Pozo de Urama, La Serna, Villaturde, Amusco, Autilla del Pino, Villalobón, Prádanos de Ojeda, Santa Cecilia del Alcor, Calahorra de Boedo y Cervatos de la Cueza, entre otros.
Encierros, verbenas, parques infantiles, fiestas de la espuma y campeonatos deportivos y de juegos de mesa ocupan los programas festivos de todas las localidades con el fin de hacer disfrutar a niños y mayores de actividades de ocio que se llevan una de las mayores partidas de los presupuestos locales.
Tampoco faltan en ningún municipio los ritos religiosos, entre los que destacan las misas y procesiones en honor a la Virgen y San Roque, acompañadas por la música de dulzainas y tambores y los bailes populares de los grupos de danzas que en estos días actúan en la mayor parte de las localidades.
Asimismo, las peñas y las charangas serán las principales encargadas de ambientar con sus coloridos vestidos y ritmos burlones las calles de los municipios y harán olvidar, por lo menos durante unos días, los problemas que los vecinos tienen durante el resto del año.
Fiesta en las calles
Las calles de los pueblos son el principal escenario de la algarabía y el jolgorio de los vecinos. Cruzar más de dos calles sin encontrarse a nadie conocido que hace tiempo que no se ve es una tarea casi imposible. Y es que el buen tiempo que hace en estas fechas anima a todos a salir de sus casas e integrarse y participar en las actividades lúdicas y festivas organizadas por los ayuntamientos y asociaciones culturales.
Las grandes comidas también son el plato fuerte que reúne en torno a una mesa a familias que, a veces, solo se juntan al completo para vivir las fiestas patronales de su localidad natal. Platos típicos y vinos de la tierra son el bálsamo perfecto para que los más trasnochadores recuperen fuerzas para seguir participando de la fiesta.
El esfuerzo que realizan los municipios con menor número de habitantes es a veces incomparable con el que realizan aquellas localidades mayores. Mientras que los primeros se esmeran para lucir como nunca en las fiestas que logran reunir a tres veces más los vecinos que pueblan la localidad en invierno, los segundos tratan de superarse año tras año introduciendo novedades para hacer de sus fiestas un reclamo turístico. FIESTAS LA VIRGEN Y SAN ROQUE
El verano es la época del año en la que los pueblos renacen, pues se produce las vuelta de muchos vecinos que tuvieron que abandonar su localidad natal para buscar un futuro más halagüeño, razón que aprovechan muchos municipios pequeños para organizar sus fiestas y así garantizar que la afluencia de participantes sea mucho mayor que la que puede haber durante el resto del año.
Uno de los mayores reclamos para atraer visitantes son los tradicionales festejos taurinos, como los que se organizan en grandes municipios de la provincia, como Villamuriel o Torquemada, pero también otros pueblos se suman al largo rosario que recorre la provincia de norte a sur y de este a oeste, como Cervera de Pisuerga, Fuentes de Valdepero, Velilla, Alar del Rey, Lantadilla, Bahíllo, Pozo de Urama, La Serna, Villaturde, Amusco, Autilla del Pino, Villalobón, Prádanos de Ojeda, Santa Cecilia del Alcor, Calahorra de Boedo y Cervatos de la Cueza, entre otros.
Encierros, verbenas, parques infantiles, fiestas de la espuma y campeonatos deportivos y de juegos de mesa ocupan los programas festivos de todas las localidades con el fin de hacer disfrutar a niños y mayores de actividades de ocio que se llevan una de las mayores partidas de los presupuestos locales.
Tampoco faltan en ningún municipio los ritos religiosos, entre los que destacan las misas y procesiones en honor a la Virgen y San Roque, acompañadas por la música de dulzainas y tambores y los bailes populares de los grupos de danzas que en estos días actúan en la mayor parte de las localidades.
Asimismo, las peñas y las charangas serán las principales encargadas de ambientar con sus coloridos vestidos y ritmos burlones las calles de los municipios y harán olvidar, por lo menos durante unos días, los problemas que los vecinos tienen durante el resto del año.
Fiesta en las calles
Las calles de los pueblos son el principal escenario de la algarabía y el jolgorio de los vecinos. Cruzar más de dos calles sin encontrarse a nadie conocido que hace tiempo que no se ve es una tarea casi imposible. Y es que el buen tiempo que hace en estas fechas anima a todos a salir de sus casas e integrarse y participar en las actividades lúdicas y festivas organizadas por los ayuntamientos y asociaciones culturales.
Las grandes comidas también son el plato fuerte que reúne en torno a una mesa a familias que, a veces, solo se juntan al completo para vivir las fiestas patronales de su localidad natal. Platos típicos y vinos de la tierra son el bálsamo perfecto para que los más trasnochadores recuperen fuerzas para seguir participando de la fiesta.
El esfuerzo que realizan los municipios con menor número de habitantes es a veces incomparable con el que realizan aquellas localidades mayores. Mientras que los primeros se esmeran para lucir como nunca en las fiestas que logran reunir a tres veces más los vecinos que pueblan la localidad en invierno, los segundos tratan de superarse año tras año introduciendo novedades para hacer de sus fiestas un reclamo turístico. FIESTAS LA VIRGEN Y SAN ROQUE
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