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MARSEL & CO

Las nuevas telefónicas baten al cable con sus ofertas de ADSL propio

Las cifras son todavía pequeñas. En España hay poco más de 320.000 clientes de banda ancha que han accedido a ella a través de las infraestructuras propias que han implantado las operadoras alternativas en las centrales de Telefónica. Se trata del proceso conocido técnicamente como desagregación del bucle local, que ha dado lugar a las ofertas más agresivas por precio y velocidad que hay en el mercado, como los 2 Mb y llamadas locales por 29,9 euros al mes de Wanadoo o los 4 Mb de Jazztel por 32,95 euros mensuales, que incluyen las conexiones nacionales y metropolitanas.

El número de clientes que han conseguido con esta tecnología, sin embargo, está todavía lejos de los 921.000 usuarios de banda ancha que tenían las cableoperadoras, con Auna y Ono a la cabeza, según los datos de la Asociación de Internautas a cierre del mes de julio. Más diferencia hay con los tres millones de ADSL vendidos a esa fecha por Telefónica tanto en su papel de minorista como en el de mayorista.

Por ahora, dada la escasa penetración de la banda ancha por la red eléctrica, estas son las tres únicas maneras de conectarse a internet a alta velocidad. La más popular es el ADSL de Telefónica, puesto que llega a toda España y casi todos los operadores revenden a su vez la oferta mayorista del ex monopolio. La verdadera competencia, sin embargo, está en las tecnologías que se prestan con infraestructuras propias de las telefónicas alternativas y éstas son el cable y el bucle desagregado.

Puesto que el cable lleva muchos más años desplegando su red y dando servicio, Ono y Auna todavía ganan por número de clientes totales. Pero, a juzgar por el crecimiento registrado en los últimos meses por las telefónicas alternativas y su ADSL propio, no será así por mucho tiempo.

El actual ejercicio comenzó como venía siendo acostumbrado: victoria por goleada del ADSL de Telefónica, seguido por el cable y las nuevas operadoras con cifras testimoniales. Así sucedió en enero y se repitió en febrero. En marzo vino la sorpresa, las conexiones de las telefónicas alternativas se dispararon y llegaron a 44.363 en un mes, su récord hasta ahora. No sólo ganaron al cable, que logró apuntar a 29.000 clientes -una buena cifra para Ono y Auna, pero muy poco comparado con sus rivales-, sino que se situaron casi en la mitad de lo que Telefónica vende cada 30 días y que ese mes fueron 95.067 conexiones.

No fue una excepción. En abril, mayo, junio y julio el grupo formado fundamentalmente por Wanadoo, Tele2, Ya.com y Jazztel ha ganado al cable en todos los casos, en una tendencia que empieza a consolidarse. Si en febrero de este mismo año, las altas de estas compañías no llegaban al 12% del total del mes, ahora rozan el 30%.

El verdadero problema para Ono y Auna es que la situación no sólo no tiene aspecto de cambiar, sino que puede ir a peor. Estas dos compañías -que pronto serán una sola- han extendido ya casi toda la red que tienen intención de desplegar y sus ofertas llevan años en el mercado. En cambio, la desagregación del bucle es un proceso que sólo ha tomado velocidad de crucero en los últimos meses de 2004, así que las mayores inversiones están por venir. Si no hay más altas es porque todavía las ofertas no son accesibles a toda la población -más bien a un pequeño porcentaje-, pero el objetivo de Wanadoo, Tele2, Jazztel y Ya.com es ampliar pronto la cobertura.

Otra amenaza que se atisba en el horizonte es la televisión. Por ahora, sólo Telefónica y los cableoperadores pueden dar los tres servicios -voz, banda ancha y televisión-, pero Wanadoo y Jazztel, entre otras, están muy cerca de lanzar su propio servicio audiovisual sobre ADSL. En ese momento, la que hasta ahora gran baza del cable dejará de existir.

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