La Caixa no tiene constancia oficial de una retirada de fondos masiva fuera de Cataluña pero reconoce cierto desgaste
La Caixa no tiene constancia de que se haya producido en las últimas semanas una retirada masiva de fondos de particulares y empresas afincadas en Comunidades Autónomas como Andalucía o Madrid.
La Caja catalana ha negado a El Confidencial Digital que exista inquietud por las insinuaciones y advertencias que se están lanzando desde algunos foros y medios de comunicación, en los que se reitera que la entidad está perdiendo clientes fuera de Cataluña. No obstante, fuentes cercanas a La Caixa reconocen que los últimos acontecimientos están provocando un innegable desgaste empresarial.
Las advertencias sobre una posible retirada de capitales en determinadas zonas de España y los continuos mensajes de boicot, que se emiten desde algunas plataformas como Stop nacionalismo, ya han comenzado a hacer mella en la entidad catalana. Estos mensajes parecen estar causando daño a la Caja y se insiste en que todo tiene que ver con una politización de los acontecimientos que desvirtúa los hechos.
Un ejemplo de esa distorsión, explican desde La Caixa, son las informaciones que sostienen que Isidro Fainé suscribió un documento el pasado mes de agosto apoyando el Estatuto catalán. Desde la entidad recuerdan que el director general de la Caja firmó únicamente una misiva, dirigida al Gobierno catalán y a la oposición, para que se agilizara la elaboración del texto del Estatuto y no una carta de apoyo al borrador que ahora estudia el Congreso.
Esa carta también fue rubricada por otros 20 empresarios catalanes, entre ellos los presidentes de la Cámara de Comercio y el Círculo de Economía de Cataluña, Miguel Valls y Manuel Lara respectivamente.
De este modo, se justifica en el entorno de la entidad financiera que su director general evite pronunciarse sobre temas políticos y en concreto, sobre las implicaciones del polémico Estatuto para Cataluña y sus Cajas de Ahorro.
El otro asunto que está salpicando de lleno a la Caja presidida por Ricard Fornesa es la OPA de Gas Natural sobre Endesa. En sectores cercanos a La Caixa se palpa el malestar ante la lectura politizada de esta operación, que, recuerdan, ha nacido en una de las empresas de la que son accionistas.
Con la OPA, explican, se ha mezclado todo: un cierto anticatalanismo, el escenario del Estatuto , se han politizado los hechos y no se ha dejado analizar los temas con independencia. Una lectura financiera de los hechos hubiera concluido que el papel de La Caixa es diferente al que se está transmitiendo, pues existe un mercado, un precio y unas reglas de juego, puntualizan.
La Caja catalana ha negado a El Confidencial Digital que exista inquietud por las insinuaciones y advertencias que se están lanzando desde algunos foros y medios de comunicación, en los que se reitera que la entidad está perdiendo clientes fuera de Cataluña. No obstante, fuentes cercanas a La Caixa reconocen que los últimos acontecimientos están provocando un innegable desgaste empresarial.
Las advertencias sobre una posible retirada de capitales en determinadas zonas de España y los continuos mensajes de boicot, que se emiten desde algunas plataformas como Stop nacionalismo, ya han comenzado a hacer mella en la entidad catalana. Estos mensajes parecen estar causando daño a la Caja y se insiste en que todo tiene que ver con una politización de los acontecimientos que desvirtúa los hechos.
Un ejemplo de esa distorsión, explican desde La Caixa, son las informaciones que sostienen que Isidro Fainé suscribió un documento el pasado mes de agosto apoyando el Estatuto catalán. Desde la entidad recuerdan que el director general de la Caja firmó únicamente una misiva, dirigida al Gobierno catalán y a la oposición, para que se agilizara la elaboración del texto del Estatuto y no una carta de apoyo al borrador que ahora estudia el Congreso.
Esa carta también fue rubricada por otros 20 empresarios catalanes, entre ellos los presidentes de la Cámara de Comercio y el Círculo de Economía de Cataluña, Miguel Valls y Manuel Lara respectivamente.
De este modo, se justifica en el entorno de la entidad financiera que su director general evite pronunciarse sobre temas políticos y en concreto, sobre las implicaciones del polémico Estatuto para Cataluña y sus Cajas de Ahorro.
El otro asunto que está salpicando de lleno a la Caja presidida por Ricard Fornesa es la OPA de Gas Natural sobre Endesa. En sectores cercanos a La Caixa se palpa el malestar ante la lectura politizada de esta operación, que, recuerdan, ha nacido en una de las empresas de la que son accionistas.
Con la OPA, explican, se ha mezclado todo: un cierto anticatalanismo, el escenario del Estatuto , se han politizado los hechos y no se ha dejado analizar los temas con independencia. Una lectura financiera de los hechos hubiera concluido que el papel de La Caixa es diferente al que se está transmitiendo, pues existe un mercado, un precio y unas reglas de juego, puntualizan.
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