LOS DESCUBRIMIENTOS DE ZP
¿Por qué será que la palabra patriotismo no suena bien en los labios de Zapatero? ¿será porque no nos creemos que se capaz de comprender siquiera el significado de patria? Nos estamos refiriendo a la alusión la semana pasada de ZP al patriotismo social.
En todo caso eso del patriotismo social ya se invento tiempo atrás. Bono, a través de su herencia paterna, podría ilustrar bastante a nuestro siempre ignorante presidente de que fue la Falange quien en los años 30 quiso ya unir los valores patrióticos con los valores sociales. Ahora, Zapatero, haciendo gala de su falta de preparación política, sin darse cuenta nos suelta una de las suyas, seguramente creído de su originalidad, para acabar parafraseando el concepto clave del falangismo, que seguramente tampoco comprende.
Naturalmente Zapatero en uno de sus alardes simplificadores reduce eso de las patrias a que “la gente pueda vivir mejor”. Nos ha fastidiado don Perogrullo, al usar un concepto que no deja de ser una construcción rudimentaria, casi infantil, como la mayoría de los pensamientos políticos de nuestro presidente, que nunca se han caracterizado por su gran calado intelectual.
La utopía falangista que deseaba aunar la nación con la justicia social, no se basaba en intenciones de parvulario o de concurso de mises. Los falangistas entendían la patria como una entidad viva, un pueblo con un destino histórico, pero sin que el territorio, el folclore o la lengua suplantasen a las personas. Por ello el bienestar de cada uno de los que integran el pueblo, la nación, no solo es un interés individual, sino que es un interés colectivo que se ha de realizar a través de la justicia social. Comunidad e individuo quedaban así enlazados.
Poco tiene que ver aquel autentico patriotismo social con la receta de insolidaridad y desigualdad que ZP esta diseñando para organizar España. Cuando la comunidad se fragmenta y cada porción de terreno con las gentes que lo habitan, se pretenden erigir en estados que solo miran para su propio beneficio sin pensar en el de la colectividad. Cuando se niega la mayor, cuando se niega que España sea una comunidad nacional en la que todos estamos en pie de igualdad, para cooperar juntos por un futuro mejor, cuando se niega la cohesión y la convivencia nacional claudicando ante los separatismos, no se puede hablar, ni de patriotismo ni de social. No señor Zapatero, su política no es patriótica ni social.
Cuando se niega la mayor, cuando se niega que España sea una comunidad nacional en la que todos estamos en pie de igualdad, para cooperar juntos por un futuro mejor, cuando se niega la cohesión y la convivencia nacional claudicando ante los separatismos, no se puede hablar, ni de patriotismo ni de social. |
Naturalmente Zapatero en uno de sus alardes simplificadores reduce eso de las patrias a que “la gente pueda vivir mejor”. Nos ha fastidiado don Perogrullo, al usar un concepto que no deja de ser una construcción rudimentaria, casi infantil, como la mayoría de los pensamientos políticos de nuestro presidente, que nunca se han caracterizado por su gran calado intelectual.
La utopía falangista que deseaba aunar la nación con la justicia social, no se basaba en intenciones de parvulario o de concurso de mises. Los falangistas entendían la patria como una entidad viva, un pueblo con un destino histórico, pero sin que el territorio, el folclore o la lengua suplantasen a las personas. Por ello el bienestar de cada uno de los que integran el pueblo, la nación, no solo es un interés individual, sino que es un interés colectivo que se ha de realizar a través de la justicia social. Comunidad e individuo quedaban así enlazados.
Poco tiene que ver aquel autentico patriotismo social con la receta de insolidaridad y desigualdad que ZP esta diseñando para organizar España. Cuando la comunidad se fragmenta y cada porción de terreno con las gentes que lo habitan, se pretenden erigir en estados que solo miran para su propio beneficio sin pensar en el de la colectividad. Cuando se niega la mayor, cuando se niega que España sea una comunidad nacional en la que todos estamos en pie de igualdad, para cooperar juntos por un futuro mejor, cuando se niega la cohesión y la convivencia nacional claudicando ante los separatismos, no se puede hablar, ni de patriotismo ni de social. No señor Zapatero, su política no es patriótica ni social.
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