Blogia
MARSEL & CO

EL PSOE CONCEDE A CATALUÑA LA CATEGORÍA DE NACIÓN

Aunque el PSOE quiere esconder el término nación para referirse a Cataluña en el preámbulo del estatuto, con la clara pretensión de engañar a la opinión pública, vendiendo la “burra coja” de que carece de fuerza jurídica al situarse fuera del articulado del texto, lo cierto es que por primera vez en la historia de España se reconoce oficialmente el proceso de construcción nacional del separatismo catalán.
“   Estamos consintiendo la desmembración de España mansamente, sin que el pueblo español se alce para exigir ser escuchado. Ya decía Santo Tomás de Aquino, que cada pueblo tiene el gobernante que se merece. Bien lo saben los actuales dominadores socialistas y separatistas, que una vez marcada la ruta bovina y borreguil, pueden hacer impunemente con el cuerpo de España lo que les plazca.   ”


Una nación no puede existir dentro de otra nación. Semejante categoría intelectual no es más que una sucia treta para salir del paso de lo que no es más que una traición a España que tolera un estatuto instrumento del proceso de secesión que lleva fraguando durante años el separatismo catalán.

Aquellos que con la vana esperanza de permanecer al margen en su cómoda burbuja de bienestar, piensen que este estatuto no acarreará consecuencias para todos los españoles y para nuestro sistema de convivencia, están muy equivocados. La desmantelación de España no solo supondrá un cambio para las clases políticas, sino que afectara a toda la población, y si no pregunten a los funcionarios estatales con hijos en edad escolar que han tenido la mala suerte de ser destinados a Cataluña.

Pero lo que esta sucediendo en España solo es comprensible reconociendo el egoísmo materialista que ha anidado en esta generación, hasta convertirla en una generación de eunucos, de gentes cobardes, de burgueses acemilados sin más mira y compromiso que la abundancia personal.

Podría aceptarse, -ingenua y estérilmente a nuestro juicio- que la opinión dialogante, dueña hoy de los destinos nacionales, ejecutase una política de pacto con los “nacionalismos” en previsión de mayores conflictos, procurando esquivar el problema de las aspiraciones secesionistas. Pero de ahí a la renuncia a la defensa de la identidad y unidad nacional adoptando una política claudicante dista un trecho. Porque solo un redomado imbécil o un sucio traidor no sería capaz de comprender que el estatuto dibuja un proceso inconcluso hacía la independencia y transforma la forma del estado, para concebir España como una confederación de naciones. La filosofía del estatuto viene marcada precisamente por su preámbulo, en el que se reconoce la categoría de nación a una región. Formula que naturalmente será seguida por Vascongadas y Galicia. El marco jurídico que se diseña, evidentemente será utilizado por los separatistas para afianzar su poder y difundir su mensaje hasta abrir camino para que el futuro permita un derecho de secesión, el derecho que reclaman los separatistas a determinar libremente su futuro como pueblo y como nación.

Y todo esto lo vamos a permitir sin que se consulte a los españoles. Estamos consintiendo la desmembración de España mansamente, sin que el pueblo español se alce para exigir ser escuchado. Ya decía Santo Tomás de Aquino, que cada pueblo tiene el gobernante que se merece. Bien lo saben los actuales dominadores socialistas y separatistas, que una vez marcada la ruta bovina y borreguil, pueden hacer impunemente con el cuerpo de España lo que les plazca. Nadie se levantará. Solo miradas pánfilas, incapaces, desoladas contemplando el páramo que en otra época se llamó España.

0 comentarios