Unicef cifra en 805 millones de dólares el dinero que necesitará en 2006
:: El mundo calla ante el infierno de los niños de Darfur
LEONOR LOZANO. Según indicó el responsable de Emergencias de Unicef en su Oficina para Europa, Olivier Degreef, los fondos para emergencias recaudados por esta entidad ascendieron a la cifra "record" de 1.000 millones de dólares a finales de octubre de 2005 que, sin contar con la ayuda extraordinaria recaudada para el "tsunami", supone un incremento del 16% en la financiación para emergencias respecto a 2004. Del total de fondos recaudados en 2005, año que tildaron de "inolvidable" por la cantidad de catástrofes registradas, el Comité Español contribuyó con 495.944 euros a los programas que Unicef lleva a cabo en países como Sierra Leona, Darfur, Nepal o Colombia.
La presidenta del Comité Español, Consuelo Crespo, también presente en el acto, recordó que el informe, que se presenta todos los años, "además de exponer las necesidades financieras de Unicef para hacer frente a las carencias de miles de niños, niñas y mujeres durante las emergencias, proporciona una mirada a la situación de crisis humanitaria que se vive en muchos países del mundo". Por otra parte, señalaron que el Informe de Acción Humanitaria tiene también la misión de recordar a la comunidad internacional las emergencias olvidadas "que requieren atención y ayuda urgente este año", como pueden ser la República Democrática del Congo o Colombia.
Entre las regiones con más necesidades y que requieren de una mayor financiación, Unicef destacó a Sudán, donde 17 millones de personas no tienen acceso a agua potable y 20 millones no disponen de servicios sanitarios adecuados; las regiones del África Oriental y del Sur, afectadas especialmente por el virus del sida, y Europa Oriental y central, que sufren guerras de baja intensidad y crecientes tensiones.
EL "TSUNAMI"
Además, indicaron que el sur de Asia tiene el más alto índice de pobreza infantil; Asia oriental y Pacífico, que sufrió la emergencia del "tsunami" y ahora se enfrenta a nuevas amenazas, como la sequía, y Oriente Medio y norte de África, donde preocupa la situación en Irak o de los territorios palestinos ocupados.
Las actividades de ayuda humanitaria y recuperación consisten, según apuntaron, en la distribución de suministros básicos para la supervivencia, además de las actuaciones en ámbitos como la educación, protección de la infancia, suministro de agua potable, y servicios de saneamiento, salud y nutrición.
No obstante, recalcaron la importancia de la financiación temprana en la actuación en situaciones de emergencia para evitar una mayor pérdida de vidas, así como la necesidad de preparar a la población para actuar ante posibles nuevos desastres. Destacaron, por ejemplo, la vacunación en las zonas de conflicto para evitar la propagación de enfermedades infecciosas.
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