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MARSEL & CO

LA REPRESIÓN SOCIALISTA

Ningún militante socialista fue detenido con ocasión de las agresiones y apedreamientos contra las sedes del PP durante la campaña en contra de la guerra de Irak, ni con ocasión de los gravísimos incidentes en la jornada de reflexión lectoral tras el aciago 11-M, en los cuales también algún líder popular fue insultado, zarandeado y agredido.
“   Con independencia del resultado del proceso judicial, lo que ha quedado bien patente en la desigualdad de trato que merece para el gobierno socialista los derechos de las gentes de derechas y las de izquierdas. Los últimos son ciudadanos de primera con patente de corso, y a los primeros, bastante favor se les hace con tolerarles, siempre y cuando no protesten muy alto, porque entonces se les detendrá.   ”


Sin embargo los incidentes en la manifestación de la AVT, durante los cuales se abucheó e increpó a Bono, todo lo más se zarandeó a la escolta del ministro, merecieron una respuesta policial desproporcionada, y además indiscriminada.

Desproporcionada y arbitraria, porque si no se practicaron detenciones con ocasión de los incidentes protagonizados por militantes izquierdistas contra el PP, la respuesta a un solo incidente puntual contra un ministro socialista debería haber sido tratado con el mismo criterio. Salvo, claro, que el criterio del gobierno socialista sea que a la derecha se la puede insultar y agredir, porque esta justificado, mientras que cualquier insulto a la izquierda se debe reprimir sin contemplaciones, dado que no cabe discrepancia alguna contra los verdaderos guardianes de la libertad y la democracia.

Respuesta indiscriminada, porque lo que ha puesto de manifiesto el proceso por detención ilegal, es que se buscaba un chivo expiatorio del PP, para linchar públicamente a la derecha a través de los mamporreros mediáticos del PSOE. Las dos personas detenidas no estaban cerca del ministro para ser responsabilizadas, y fueron detenidas únicamente por ser militantes del Partido Popular y por salir en la foto de la manifestación de la AVT y ser identificados por los comisarios políticos de El País.

Con independencia del resultado del proceso judicial, lo que ha quedado bien patente en la desigualdad de trato que merece para el gobierno socialista los derechos de las gentes de derechas y las de izquierdas. Los últimos son ciudadanos de primera con patente de corso, y a los primeros, bastante favor se les hace con tolerarles, siempre y cuando no protesten muy alto, porque entonces se les detendrá.

Lo importante aquí no son la posibles responsabilidades criminales de los policías implicados, sino las responsabilidades políticas de un ministro, Bono, que exageró un incidente y de un ministro del interior, Alonso, que usó los medios policiales como aparato represor.

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