Zapatero reconoce un 'problema' en la decisión de Bolivia pero rechaza modificar la ayuda al país
Zapatero se refirió a la decisión del Gobierno boliviano en una conversación informal con periodistas tras participar en el acto celebrado en el Ateneo de Madrid con motivo del 75 aniversario de la Federación de Enseñanza de UGT (FETE-UGT).
El jefe del Ejecutivo, que calificó esta polémica de "problema puntual" y "conflicto", subrayó que "la guía" que marcará ante la nacionalización de los hidrocarburos es "el esfuerzo político y diplomático".
Zapatero dijo que hay que esperar a conocer la evolución de los acontecimientos, subrayando que hay 180 días de plazo, pero insistió en que la decisión de Morales puede plantear problemas e hizo hincapié en que "el pueblo boliviano va a tener siempre a España a su lado más allá del conflicto puntual".
El presidente confirmó que el martes mantuvo una conversación con Hugo Chávez sobre el tema y no descartó que dialogue también con el propio Evo Morales.
Delegación 'política y técnica'
Precisamente, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, conversó anoche por teléfono con Morales, con el que acordó enviar "en los próximos días" una delegación política y técnica a este país para analizar la nacionalización de los yacimientos de hidrocarburos.
El presidente de Bolivia decretó el lunes una drástica nacionalización de hidrocarburos, con la ocupación militar de campos y refinerías, y conminó a las petroleras a firmar nuevos contratos en 180 días o irse del país. La medida afecta a la filial Andina de Repsol YPF.
Ayer, el Gobierno español convocó al encargado de negocios boliviano, Álvaro del Pozo, para manifestarle "su más profunda preocupación y las consecuencias para las relaciones bilaterales" de la nacionalización de los hidrocarburos.
Encuentro de Morales, Lula, Chávez y Kirchner
Por su parte, Morales aseguró anoche, en una entrevista concedida a la CNN, que el abastecimiento de gas natural a Brasil y Argentina está "garantizado". El máximo mandatario boliviano envió ese mensaje a sus colegas Luiz Inácio Lula da Silva, y Néstor Kirchner. A pesar de que "quieren enfrentarnos con el presidente Lula, hoy conversamos por teléfono y en cualquier momento habrá una reunión con él", agregó.
Brasil es uno de los países más perjudicados por las medidas tomadas por Morales, ya que depende del gas natural de Bolivia. El Ejecutivo de Lula parece haber pasado de una inicial actitud negativa hacia otra más conciliadora, al declarar, mediante un comunicado, que "la decisión del Gobierno boliviano [...] es reconocida por Brasil como algo inherente a su soberanía".
Brasil ha promovido un encuentro para mañana en la localidad argentina de Puerto Iguazú al que asistirán los líderes de ambos países, Morales y Lula, y los de Argentina, Néstor Kirchner, y Venezuela, Hugo Chávez. El objetivo de la reunión es discutir sobre "la seguridad energética de Suramérica", informó el Gobierno brasileño.
Este miércoles se ha conocido que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llamó por teléfono al jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, así como a Lula y Kirchner para tranquilizarles por la situación generada en Bolivia.
"No hay nada de que preocuparse, le he dicho a algunos colegas que estoy seguro de que el presidente Morales es un hombre de diálogo y de que todo marchará bien para Bolivia y para todos los actores involucrados en el tema de los hidrocarburos", afirmó Chávez.
La petrolera estatal brasileña Petrobras y la española Repsol YPF son los mayores inversores en la industria boliviana de hidrocarburos y las más afectadas por el decreto.
Petrobras maneja alrededor de un 10% de las reservas de gas bolivianas y es responsable de entre un 15% y un 20% del Producto Interior Bruto (PIB) boliviano, según la empresa. Bolivia abastece a Brasil de 26 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, entre el 51% y el 60% de su consumo total.
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