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MARSEL & CO

Rajoy llama «a los sensatos» a manifestarse el sábado en Madrid

El líder del PP afirma que la convocatoria no es «ni de derechas ni de izquierdas», y que tan sólo pretende que «los españoles de bien» proclamen que no aceptan el chantaje de ETA
Mariano Rajoy detalló ayer los fundamentos de la marcha de Madrid. / efe
AGENCIAS / MADRID
El PP ya le ha puesto fecha al acto destinado a liquidar lo poquísimo que queda en pie del ya casi extinto Pacto Antiterrorista. Será este mismo sábado cuando los populares encabecen la que se prevé multitudinaria manifestación contra la prisión atenuada concedida a José Ignacio de Juana Chaos. A partir de las cinco de la tarde, las calles de Madrid serán escenario de la novena protesta ciudadana contra la política antiterrorista del Gobierno, que esta vez presenta la sustancial novedad de que se celebrará por iniciativa del principal partido de la oposición, que desdeña así el acuerdo tácito de no hacer política de la lucha contra ETA.

El líder popular, Mariano Rajoy, hizo ayer un llamamiento a «todos los españoles de bien» para que participen en una cita que, aseguró, no es «ni de izquierdas ni de derechas».

La manifestación, que tendrá como lema España, por la libertad. No más cesiones a ETA, llegará precedida por concentraciones que el viernes se celebrarán en todas las capitales de provincia.

«Le digo a los ciudadanos que salgan a la calle para decir que no se sienten derrotados y que no aceptan el chantaje de los terroristas», afirmó Rajoy, que fue el encargado de dar a conocer la fecha de la anunciada movilización.

El máximo dirigente de Génova detalló además que los objetivos de la iniciativa son rechazar la cuasi libertad del asesino etarra, pedir al Ejecutivo que rectifique y envíe de nuevo a De Juana a prisión y solicitar al inquilino de Moncloa que fije su posición sobre la presencia de Batasuna en las elecciones y el futuro de Navarra.

Además, el gallego señaló que la protesta pretende igualmente constatar que «esto tiene arreglo, que el sentido común puede volver, que Zapatero no es eterno y que hay otra política antiterrorista, precisamente la que había funcionado hasta ahora y la que se aplica en cualquier democracia normal».

La marcha, como ya es tradicional, recorrerá el eje que forman la Puerta de Alcalá, la Plaza de Cibeles y la Plaza de Colón y pretende ser abierta «a los españoles de bien», con independencia de que sean votantes del PP, del PSOE o de cualquier otro partido. Rajoy resumió su tesis con la frase de que su llamada se dirige «a todos los que no se arrepienten de haber estado 30 años plantando cara a ETA».



nunca se arrepintió. La protesta, siguió enumerando el popular, «va dirigida a todas las personas normales que creen que no se puede mandar a su casa a un asesino implacable que ha matado a 25 personas y que nunca ha mostrado arrepentimiento».

En cuanto a la posibilidad de que la manifestación responda al hecho de que el Gobierno sigue dialogando con ETA, Rajoy no dudó en afirmar que es «evidente» que la negociación continúa abierta, y recordó que después del atentado de Barajas «hubo mucha gente que esperaba que el presidente dijese ‘me he equivocado y voy a rectificar’;pero no lo hizo». El popular pronosticó como colofón que «la primera decisión que ha tomado Zapatero es poner en libertad a De Juana, y lo siguiente puede ser Batasuna, y luego Navarra».

La réplica de los socialistas llegó por boca de su número dos, José Blanco, que acusó al PP de «doble moral e hipocresía», y de «ir de la mano de la extrema derecha» en sus protestas. El secretario de Organización del PSOE criticó que los populares recurran «a la calle» y que utilicen un lenguaje virulento «para remover instintos» con el objetivo de tratar de ocultar «su incapacidad para presentar una alternativa viable, serena, sensata y positiva» al Gobierno.

No obstante, Blanco admitió que «a nadie le gusta que un terrorista se beneficie de la democracia», pero «nosotros creemos en lo que ellos no creen, es decir, en la ley y en la vida como valores supremos». «Renunciar a esos principios en nombre de la venganza sí que sería debilitar al Estado en sus propias bases», proclamó como argumento definitivo.

En suma, a juicio del socialista, la protesta del sábado demuestra que «la derecha ha perdido la cabeza».

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