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MARSEL & CO

El cannabis aumenta un 40% el riesgo de sufrir un brote psicótico

En el año 2004, el Reino Unido decidió rebajar el cannabis de la categoría de 'droga B' a la de 'droga C', lo que equivale a una reducción de los castigos por posesión, cultivo o suministro. Esta semana, coincidiendo con un previsible endurecimiento de esta materia en aquel país, una minuciosa revisión alerta de la relación de esta sustancia con la aparición de brotes psicóticos y hace un llamamiento a las autoridades de todo el mundo para que tomen medidas.

El metaanálisis, que ha aparecido en las páginas de la revista the lanUn joven se prepara un porro (Foto: Diego Sinova)cet, es considerado por un editorial que recoge la misma publicación como "el más exhaustivo hasta la fecha sobre la posible relación entre el cannabis y la aparición de brotes psicóticos o trastornos afectivos a lo largo de la vida".

Quienes firman estas palabras, Merete Nordentoft y Carsten Hjorthoj, del Hospital Universitario de Copenhague (Dinamarca), aseguran que los perjuicios a largo plazo de esta sustancia se han infravalorado tradicionalmente, debido en parte a su consideración como algo "más inofensivo" que el alcohol, los opioides u otros estimulantes.

"Por ello es necesario que las autoridades adviertan a la población de estos peligros, y que establezcan el tratamiento adecuado para ayudar a los consumidores más jóvenes", apuntan. Un mensaje que coincide en el tiempo con la polémica desatada en el Reino Unido después de que varios ministros del nuevo gobierno de Gordon Brown hayan admitido sus escarceos con el cannabis durante sus años universitarios.

El trabajo en cuestión, realizado por investigadores de las universidades británicas de Bristol y Cardiff, evaluó 35 investigaciones publicadas hasta el año 2006 sobre los riesgos de la marihuana. A pesar de las dificultades metodológicas de un estudio de este tipo, los investigadores detectaron una clara relación entre la droga y la aparición de brotes psicóticos.

Este concepto no se refiere a un diagnóstico concreto sino más bien a un conjunto de síntomas que se caracterizan por la alteración del juicio de la realidad, delirios, alucinaciones, cambios de conducta... En principio, los brotes psicóticos suelen ser más característicos de la esquizofrenia, aunque pueden aparecer también asociados al consumo de drogas, al trastorno bipolar e, incluso, a situaciones de estrés intenso.

Mayor riesgo entre consumidores frecuentes

Concretamente, el riesgo de padecer un trastorno de este tipo era hasta un 40% superior entre los usuarios de la droga, aunque el peligro podía llegar a triplicarse entre quienes la consumían más frecuentemente. La relación respecto a otros trastornos psiquiátricos, como la depresión, la ansiedad o la aparición de pensamientos suicidas, no fue concluyente. Los investigadores descartaron hasta 60 factores de riesgo que podían haber distorsionado sus conclusiones, como el abuso de otras sustancias, la edad de los participantes, otros problemas mentales o incluso la intoxicación transitoria que el cannabis provoca en el cerebro.

Según la información que aporta el propio artículo, la marihuana es la droga más consumida en la mayor parte del mundo; y se calcula que hasta el 20% de los jóvenes la toma al menos una vez a la semana. "Su uso se ha incrementado sustancialmente durante la adolescencia, cuando el cerebro aún en desarrollo puede ser más susceptible a sus efectos". Sin embargo, critican, demasiadas veces se ha asociado a una imagen de droga blanda, más permisiva, por lo que sigue sin existir conciencia real sobre sus riesgos entre la juventud.

Y aunque señalan que es difícil ser científicamente concluyente sobre esta relación causa-efecto, el equipo que dirige la doctora Theresa Moore, de la Universidad de Bristol, asegura que existen ya suficientes evidencias sobre la mesa como para las autoridades "informen a la población de que consumir cannabis puede provocar problemas psicóticos en el futuro". Según sus cálculos, hasta un 14% de los brotes psicóticos registrados en el Reino Unido podrían evitarse si no se hubiese consumido esta sustancia.

Además, aseguran que aunque el riesgo de un individuo de desarrollar un trastorno psicótico como la esquizofrenia a lo largo de su vida es muy pequeño, incluso aunque se consuma cannabis de forma regular (sólo del 3%), las implicaciones de este fenómeno a nivel poblacional pueden ser enormes.

Como subraya el editorial, la única prueba cien por cien concluyente sobre la relación entre cannabinoides y estos síntomas psiquiátricos sería un ensayo clínico en el que la mitad de los participantes recibiese durante un largo período de tiempo tetrahidrocannabinol (el principal ingrediente psicoactivo de la marihuana) para valorar así los efectos sobre su cerebro. Un ensayo que, obviamente, "no se puede llevar a cabo por razones prácticas y éticas".

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