Solbes achaca la subida de precios al mal uso del euro de los españoles
El ministro de Economía critica que los ciudadanos aún no son conscientes del cambio, ya que «en un bar, por dos cafés, dejan una propina de un euro, que es el 50% del valor del producto»
Para el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, uno de los principales factores que ha provocado que los precios se disparen no es ni el encarecimiento de los combustibles ni la carestía de ciertos alimentos, como los cereales, sino que lo que ha inflado la inflación es que los ciudadanos españoles «no han interiorizado todavía lo que vale un euro». De todas formas, el socialista se mostró optimista y aseguró que el dato «disminuirá y retornará» a tasas inferiores al 3%, aunque según sus previsiones, el descenso «no se producirá antes del mes de marzo».
Solbes cree que la moneda comunitaria, que entró en vigor en 2002, ha tenido efectos inflacionistas en productos de bajo valor y en el diferencial respecto al resto de Europa, ya que «los españoles no sabemos todavía que 20 céntimos de euro son 32 pesetas y que un euro son 166 pesetas», lo cual a su juicio provoca situaciones extrañas: «Yo veo en un bar que la gente se toma dos cafés y deja una propina de un euro, que es el 50% del valor del producto. Tenemos un impacto de no valoración de ciertos productos realmente significativo».
En esta misma línea, el vicepresidente económico se mostró convencido de que «tenemos un impacto de no valoración de ciertos productos realmente significativa en este país y yo creo que esto es un problema de educación».
Sin embargo, el ministro reconoció que la subida de precios que tuvo lugar el pasado mes de noviembre, en un 4,1% en tasa interanual, se debió al encarecimiento de los combustibles y de los alimentos, aunque matizó que «es una evolución que nos preocupa por su impacto en la renta disponible de las familias, dado que nuestra economía ha mostrado una notable inmunidad ante los efectos de segunda vuelta, es decir, el contagio del alza de estos precios sobre precios y salarios».
CRECIMIENTO. En su intento por tranquilizar a la ciudadanía, Solbes afirmó que el diferencial de inflación respecto a Europa sigue en el 1,1%, unas cifras que «no son excepcionalmente altas». De todos modos, el objetivo principal del Gobierno es volver a los términos medios del 3,2% en los que se ha situado la inflación en los últimos cuatro años, dato al que podrá llegarse, aunque dicho descenso desde los más de cuatro puntos actuales «no se producirá antes del mes de marzo».
Por otro lado, vaticinó que «a no mucho tardar, los positivos fundamentos de la economía se reimpondrán y nuestro crecimiento volverá a las tasas que hemos visto durante la legislatura anterior, generando cada vez mayor bienestar para los ciudadanos», aunque reconoció que la desaceleración inmobiliaria y el contexto financiero internacional afectarán al crecimiento español a muy corto plazo.
Por otro lado, Pedro Solbes destacó que el actual Gabinete legará al que le siga a patir de marzo del año próximo una estructura impositiva «más ligera, neutral, justa y eficiente», tras la reforma fiscal de 2006, que ha supuesto casi 6.000 millones de euros de ahorro tributario para la sociedad, afectando, especialmente, a las rentas más bajas.
En cuanto al balance que Solbes realizó acerca de la política económica del Ejecutivo, el vicepresidente no se mostró menos optimista. Aseguró que la gestión ha estado marcada por la «disciplina presupuestaria», que en su opinión ha permitido que el superávit en 2006 alcanzara el 1,8% del PIB, «prácticamente el mejor registro entre los países comparables».
Para el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, uno de los principales factores que ha provocado que los precios se disparen no es ni el encarecimiento de los combustibles ni la carestía de ciertos alimentos, como los cereales, sino que lo que ha inflado la inflación es que los ciudadanos españoles «no han interiorizado todavía lo que vale un euro». De todas formas, el socialista se mostró optimista y aseguró que el dato «disminuirá y retornará» a tasas inferiores al 3%, aunque según sus previsiones, el descenso «no se producirá antes del mes de marzo».
Solbes cree que la moneda comunitaria, que entró en vigor en 2002, ha tenido efectos inflacionistas en productos de bajo valor y en el diferencial respecto al resto de Europa, ya que «los españoles no sabemos todavía que 20 céntimos de euro son 32 pesetas y que un euro son 166 pesetas», lo cual a su juicio provoca situaciones extrañas: «Yo veo en un bar que la gente se toma dos cafés y deja una propina de un euro, que es el 50% del valor del producto. Tenemos un impacto de no valoración de ciertos productos realmente significativo».
En esta misma línea, el vicepresidente económico se mostró convencido de que «tenemos un impacto de no valoración de ciertos productos realmente significativa en este país y yo creo que esto es un problema de educación».
Sin embargo, el ministro reconoció que la subida de precios que tuvo lugar el pasado mes de noviembre, en un 4,1% en tasa interanual, se debió al encarecimiento de los combustibles y de los alimentos, aunque matizó que «es una evolución que nos preocupa por su impacto en la renta disponible de las familias, dado que nuestra economía ha mostrado una notable inmunidad ante los efectos de segunda vuelta, es decir, el contagio del alza de estos precios sobre precios y salarios».
CRECIMIENTO. En su intento por tranquilizar a la ciudadanía, Solbes afirmó que el diferencial de inflación respecto a Europa sigue en el 1,1%, unas cifras que «no son excepcionalmente altas». De todos modos, el objetivo principal del Gobierno es volver a los términos medios del 3,2% en los que se ha situado la inflación en los últimos cuatro años, dato al que podrá llegarse, aunque dicho descenso desde los más de cuatro puntos actuales «no se producirá antes del mes de marzo».
Por otro lado, vaticinó que «a no mucho tardar, los positivos fundamentos de la economía se reimpondrán y nuestro crecimiento volverá a las tasas que hemos visto durante la legislatura anterior, generando cada vez mayor bienestar para los ciudadanos», aunque reconoció que la desaceleración inmobiliaria y el contexto financiero internacional afectarán al crecimiento español a muy corto plazo.
Por otro lado, Pedro Solbes destacó que el actual Gabinete legará al que le siga a patir de marzo del año próximo una estructura impositiva «más ligera, neutral, justa y eficiente», tras la reforma fiscal de 2006, que ha supuesto casi 6.000 millones de euros de ahorro tributario para la sociedad, afectando, especialmente, a las rentas más bajas.
En cuanto al balance que Solbes realizó acerca de la política económica del Ejecutivo, el vicepresidente no se mostró menos optimista. Aseguró que la gestión ha estado marcada por la «disciplina presupuestaria», que en su opinión ha permitido que el superávit en 2006 alcanzara el 1,8% del PIB, «prácticamente el mejor registro entre los países comparables».
1 comentario
coach stores -