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MARSEL & CO

"Combato la incomprensión de mi discapacidad con humor"

G. MAESTRE, S/C de Tenerife

A diario oímos a los políticos hablar sobre lo necesarias que son la integración y la normalización de los colectivos más desfavorecidos. Proponen medidas específicas para que las mujeres, las personas mayores y los discapacitados tengas las mismas oportunidades que los demás, pero lo cierto es que ellos mismos no dan ejemplo.

Francisco Vañó puede presumir de ser el primer discapacitado que ha ocupado un escaño en el Congreso de los Diputados. Lo hizo en las filas del Partido Popular en esta legislatura y confía en repetir después del 9 de marzo.

-Supongo que todo el mundo le hará referencia a que gracias a usted el Parlamento se convirtió en lugar accesible para las personas que sufren algún tipo de discapacidad física.

-Al principio yo era el "culpable" de que tuvieran que adaptar el Congreso, sin embargo ahora digo que gracias a mí se ha adaptado. Creo que era algo que había que hacer, y aunque parece que he sido yo el "culpable" lo cierto es que era algo necesario y que no podía esperar más. Lo que está claro es que yo tenía que trabajar exactamente igual que el resto de mis compañeros y, por lo tanto, tenía que tener accesos a mi despacho, a mi escaño, al baño, en el garaje, y ahora cualquier otra persona que llegue tiene el problema resuelto.

-Pero completamente adaptado no está, porque usted no sube a la tribuna de oradores.

-Bueno, lo que sucede es que el Palacio de las Cortes es un bien protegido por el Estado, lo que supone que cualquier modificación depende de Patrimonio Nacional. Yo podía haber exigido que se hiciera, pero he preferido seguir otro criterio y se ha solucionado de una forma muy digna colocándome una mesa justo delante de la tribuna. Yo lo podía haber exigido pero prefiero que no se rompa nada porque no se va a romper el acceso a una catedral, su estética y estructura en contra del 95 por ciento de la población para sólo un 5 por ciento cuando puede haber otras soluciones. Creo que es mejor no forzar las cosas.

-Insiste en la necesidad de la igualdad de oportunidades, pero no hay políticos discapacitados.

-Los que llevamos ya muchos años con una discapacidad, yo llevo 36 en una silla de ruedas por un accidente de tráfico, sabemos que hemos adelantado muchísimo; lo que sucede es que partíamos de tan atrás que todavía nos queda mucho por llegar a la normalización. Una de las formas más eficaces es el empleo, porque no sólo normaliza a los discapacitados, sino que también lo hace con los demás. Cuando llega por primera vez a la oficina un ciego o una persona en silla de ruedas seguro que es extraño, pero luego ya forma parte del ambiente y todos lo ven como uno más.

-Pero siendo un colectivo tan organizado y con tantas demandas sorprende que no esté representado dentro de los partidos políticos.

-Hay que tener en cuenta que, como no se nos conocía, se pensaba que no servíamos y, en esa medida, no se contaba con nosotros. Ahora, sin embargo, se está viendo que si nos ponen las mismas condiciones podemos hacer con normalidad las mismas actividades y entonces es cuando nos pueden juzgar.

-¿Se llega a dudar incluso de las capacidades que realmente tienen?

-Sí, sí, a mí me ha pasado muchas veces que, por ejemplo, la gente se dirige a mí en voz alta y yo les digo: "¡Oiga, que la silla de ruedas no me afecta al oído!". Pero son cosas que no pasan por maldad, sino por desconocimiento, porque muchos no entienden que lo único que nos pasa es que tenemos una situación diferente.

-Pero, ¿cómo se hace para combatir esto?

-Yo lo hago con humor. Soy de los que decidieron desde el primer día no quedarse en casa y siempre he estado buscándome la vida y haciendo de todo. Como yo ya sé cómo reacciona la gente la primera vez que te ve, lo que hago es desbloquear la situación con el humor y digo cosas del estilo de "perdona que no me levante", y entonces hago que entiendan que yo no estoy afectado por mi situación. Es más, he trabajado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo y yo les decía a muchos "cuando te saques la silla de la cabeza y te la metas debajo del culo ya estarás curado".

-¿Se siente un modelo a seguir?

-Por mi forma de ser soy una persona que hago de todo y no paro. Me gusta participar en todo lo que puedo y soy conocido, pero creo que mi obligación es transmitir a los nuevos que aquí no se acaba el mundo y que con las condiciones adecuadas puedes hacer lo que te propongas.

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