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MARSEL & CO

Un ministerio que se desvanece y grave falta de transparencia

Reciben los españoles la misma atención independientemente de su lugar de residencia? ¿Ha contribuido la descentralización a corregir las desigualdades asistenciales o ha creado otras nuevas? ¿Ha mejorado la salud de las comunidades que gastan más? Han transcurrido seis años desde que se completaran las transferencias sanitarias a los gobiernos autonómicos, un tiempo suficiente para evaluar los resultados de este proceso. ¿Se ha logrado una sanidad más eficiente, más próxima y más beneficiosa para el ciudadano? Según los expertos consultados por SALUD, el balance es díficil.Ilustración: Santiago Sequeiros

La descentralización ha permitido modernizar una macroestructura sanitaria que era demasiado rígida y poco proclive al cambio. Ignacio Riesgo, director de Sanidad de la consultora PricewaterhouseCooppers destaca algunos experimentos regionales, como "la colaboración entre el sector público y privado en la Comunidad Valenciana; la estrategia de informatización o los hospitales de proximidad, en Andalucía; la renovación hospitalaria de Madrid o la apuesta por la investigación de Cataluña".

La competencia no ha tenido, sin embargo, un efecto demasiado diversificador, ya que se ha dado un fenómeno de emulación generalizado. Casi todas las regiones han copiado las experiencias y políticas de sus vecinos. La homogeneidad es la nota dominante. "Hay un buen nivel de calidad y no hay grandes diferencias", opina José Luis Temes, director de la consultoría sanitaria Mestesa. Su afirmación es cierta, tanto el gasto -creciente en todas las autonomías-, como las prestaciones, salvo ciertas excepciones, son similares.

Esto no significa, sin embargo, que el sistema no tenga problemas. Y los expertos apuntan la importancia de conocerlos:

Falta de coordinación. Es la principal crítica. El papel del Ministerio de Sanidad es residual y carece de liderazgo para garantizar la equidad. Se le acusa de haber cedido excesivo terreno a las comunidades autónomas. El Consejo Interterritorial, que debería funcionar como el consejo de administración de una gran empresa, carece de capacidad ejecutiva y es demasiado vulnerable a la batalla política. Las decisiones se toman por consenso y la experiencia muestra que éste es complicado entre los dos partidos mayoritarios. Hay datos del sobreprecio que se paga por la falta de acuerdo, como el efecto inflacionario en las retribuciones al personal por la mayor permeabilidad de las administraciones regionales a las presiones sindicales y profesionales. Otro ejemplo es el incremento de costes al desagregarse el poder de compra del Insalud. Así, ha sucedido que una región pagase más de 3.000 euros por un marcapasos por el que otra limítrofe abonó 1.700.

Déficit de información. La ausencia de un sistema integrado de información es el mayor peligro al que se enfrenta el sistema. Es la partida en la que más se ha perdido respecto al modelo centralista. Los gobiernos regionales informan de lo que quieren y cómo quieren y no de forma homogénea, ni siquiera en temas como las listas de espera. Los expertos afirman que sin información comparable de salud, recursos, accesos y utilización de servicios no hay cohesión posible.

Uso desigual de servicios. En 2006 se actualizó el catálogo de prestaciones sanitarias y programas de salud a los que tienen derecho los españoles. Casi todas las comunidades han añadido mejoras asistenciales a los servicios básicos. Pero la utilización de los mismos es desigual y existe variabilidad en la práctica clínica. Por ejemplo, en unos territorios la probabilidad de recibir una artroplastia o cirugía de espalda es de una de cada 10 personas y en otras de una de cada 50.

Excesos de dotación. La descentralización ha reducido las desigualdades intraterritoriales y acercado la asistencia a zonas aisladas. Pero prestar una atención de calidad requiere un volumen de actos que no se alcanza en todos los territorios. ¿Tiene sentido ubicar tecnologías muy caras en zonas donde se van a utilizar escasamente? Duplicar infraestructuras y tecnologías inapropiadas es otro riesgo.

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