Los líderes del G-20 respaldarán un plan de estimulo fiscal para reactivar la economía
Los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 más España y Holanda se hicieron este sábado en Washington la 'foto de familia' antes de comenzar su primera reunión de la cumbre, convocada para tratar de reformar el sistema financiero mundial ante la crisis actual. Con un gran mapa del mundo en el fondo, los dirigentes se situaron en dos escalinatas en el Museo Nacional de la Construcción más o menos dirigidos por el presidente de EE UU, George W. Bush. El ambiente fue distendido, y la sesión fotográfica, retransmitida por circuito cerrado de televisión, fue tan rápida que apenas si dio tiempo a constatar la ubicación de cada uno de los mandatarios. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país preside en la actualidad el G-20, volvió a situarse a la derecha de Bush y el presidente chino, Hu Jintao, a la izquierda. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quedó colocado inmediatamente detrás del mandatario estadounidense y a su lado estaban la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. Sentar las bases Tras unos cuantos flashes, los líderes del G-20, que deben sentar las bases para un nuevo orden financiero mundial, desaparecieron inmediatamente para comenzar su reunión. El presidente de EE UU, George W. Bush, llegó poco antes de las 8 de la mañana (13.00 GMT) al National Building Museum, donde recibirá a los líderes del G-20 para llevar a cabo la primera sesión plenaria de la cumbre financiera. El mandatario estadounidense partió a las 12.40 GMT de la Casa Blanca y, acompañado por un fuerte dispositivo de seguridad, llegó diez minutos después al lugar de la cumbre. El encuentro de Washington tiene como objetivo buscar soluciones a la actual crisis y analizar qué medidas tomar para evitar otras en el futuro. Además, los líderes del G-20 analizarán el sistema financiero internacional y sentarán las bases para una futura reforma. Bush, y el primer ministro británico, Gordon Brown, aseguraron que los líderes del G-20 "han hecho progresos" en sus conversaciones previas a la cumbre financiera, y se mostraron confiados en que los países alcancen un consenso final. Negociaciones complicadas Brown, quien llegó minutos después de Bush y fue recibido con una sonrisa y un apretón de manos por el presidente Bush, coincidió en que los líderes están avanzando en la cumbre, que arrancó oficialmente anoche con una cena en la Casa Blanca. El primer ministro británico explicó que las negociaciones entre los líderes del G-20 son difíciles, pero se mostró esperanzado de poder convencerles sobre la necesidad de alcanzar al final del día un acuerdo sobre medidas concretas. Brown no reveló qué tipo de progresos se han hecho, pero afirmó que los países del G-20 probablemente acordarán reformar las instituciones financieras en un plazo de unos meses. Los planes concretos sobre las reformas se esbozarán en otra reunión el próximo año, explicó. Brown también dijo que los países podrían fijar una fecha tope sobre las estancadas negociaciones para la liberalización del comercio mundial, refiriéndose a la Ronda de Doha. A su llegada, Bush declaró a los medios de comunicación que "está deseando" trabajar con sus homólogos sobre la nueva arquitectura financiera internacional que, dijo, debe incluir los pilares del "libre mercado y el comercio libre". El presidente de EE UU subrayó que la "crisis no ha terminado" aún, pero aseguró, "hemos hecho algunos progresos".
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