El Parlamento Europeo rechaza la directiva que permitía la jornada laboral de 65 horas
En una esperada y tensa votación, la Eurocámara ha rechazado esta mañana la directiva comunitaria que hubiera permitido ampliar la jornada laboral de 48 hasta 65 horas semanales en toda la UE.
En una contundente victoria del Parlamento contra los gobiernos de los Veintisiete y la Comisión Europea, la mayoría de eurodiputados, socialistas y populares de distintos países (incluidos los laboristas británicos y los españoles del PP, que se unieron a sus colegas del PSOE y otros grupos de izquierda), aprobaron una legislación que hasta podría obligar a Estados miembros como Reino Unido a acortar su jornada laboral.
Los británicos, como los empleados de otros 14 miembros de la UE, pueden trabajar ahora más horas del máximo común -48 horas semanales- por un 'opt-out' que se aplica desde 1993. Según la versión enmendada por los eurodiputados, esta excepción debe ser suprimida después de un periodo de transición de tres años, si bien esto requeriría el acuerdo de los Veintisiete.
Además, en el caso de los médicos, la votación de hoy también le da la vuelta al texto inicial, que no consideraba como tiempo de trabajo el 'tiempo inactivo' de las guardias –por ejemplo, cuando el médico duerme en el hospital-. La directiva enmendada reitera que esas horas se contabilizan y obliga a un descanso inmediatamente después de la guardia, algo que tampoco se garantizaba con el pacto de los gobiernos.
Periodo de negociación
Tras esta votación, empieza un periodo de 'conciliación' entre los gobiernos, el Parlamento y la Comisión para intentar, en un plazo de 90 días, llegar a un acuerdo, aunque la sustancia de lo aprobado este miércoles por la Eurocámara prevalecerá ahora en esas negociaciones.
Si no hay pacto, la legislación se abandona y se continuará aplicando la actual, es decir el máximo de 48 horas semanales, como en España, con excepciones para algunos Estados donde las empresas y los empleados puedan llegar a acuerdos bilaterales.
Alejandro Cercas, el eurodiputado socialista encargado del informe sobre esta legislación, explicó, entre largos y efusivos aplausos, que la decisión es un "triunfo" del Parlamento y que no debe ser tomada por los Veintisiete como un "contratiempo", sino como una "oportunidad de rectificar una decisión equivocada" y valorar en toda Europa la "reconciliación de la vida familiar y personal y la vida profesional".
Emocionado después de tanto aplauso y tanto abrazo, Cercas comentó, a la salida del hemiciclo: "A veces, se desprecian las oportunidades que tenemos de cambiar el mundo y el mundo se puede cambiar con una simple papeleta de voto".
El acuerdo sobre la directiva que habían alcanzado los ministros de Trabajo de la UE en junio -con el voto en contra de España- recogía que, en virtud de acuerdos individuales, empresario y trabajador pudieran alargar la jornada laboral hasta 60 horas semanales, calculadas como media sobre un periodo de tres meses, e incluso hasta 65 horas si no hay un convenio colectivo o se cuenta el periodo inactivo de la guardia.
Los representantes de la patronal europea 'Business Europe' se quejan del acuerdo que, según su punto de vista, perjudicará a la "competitividad" de la UE en tiempos de crisis. "La votación del Parlamento Europeo priva a las compañías de la flexibilidad que necesitan sobre el tiempo de trabajo. Los empleados que quieran trabajar más para ganar más ya no podrán hacerlo", comentó el director, Philippe de Buck
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