El etarra detenido en París fue descubierto por la policía por conducir ebrio

El etarra Iker Esparza fue detenido después de ser sorprendido por una patrulla policial cuando conducía con signos de embriaguez por las calles de París, según fuentes de la investigación. Esparza, que está condenado en España por la quema de un tren, viajaba en un coche robado, con mucha documentación falsa y una pistola.

Iker Esparza.

El detenido, que formaría parte desde hace años del "aparato político" de la organización terrorista, se encontraba huido desde hace siete años para evitar cumplir la condena que le había sido impuesta por violencia callejera. La polícia investiga su posible vinculación con el aparato de falsificación.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha explicado desde Bruselas que "tenía responsabilidades" dentro de ETA. "No se trata de un etarra más"ni una persona "irrelevante", añadió aunque sin precisar su papel dentro de la organización terrorista.

La captura de Esparza no fue el resultado de una operación antiterrorista, sino del trabajo ordinario de dos agentes en moto que formaban una patrulla de seguridad ciudadana que vigilaba la noche parisina.

Sobre las 4.30 horas de la madrugada, la patrulla se apercibió, en una zona cercana a los Campos Elíseos, de la presencia de un vehículo Peugeot 407 berlina cuyos movimientos encontró sospechosos por lo que los agentes se dirigieron hacia el turismo para intentar identificar a su conductor.

El puerta de una discoteca ayudó a detenerlo

El conductor se dio a la fuga seguido por los policías en sus motos hasta la calle Marbeuf donde el etarra abandonó el coche y continuó la huida a pie con una pistola en la mano. Según la información oficial, el fugitivo que daba muestras de estar ebrio chocó con la puerta de una discoteca, lo que provocó que un vigilante del establecimiento se abalanzara sobre él ayudando a los policías a su captura.

Abandonó el coche para huir a pie, pero chocó con la puerta de un club nocturno

Los agentes comprobaron que el vehículo había sido robado el pasado mes de enero en el departamento de Vienne y llevaba placas de matrícula "dobladas", es decir correspondientes a otro turismo del mismo modelo, pero falsificadas.

El conductor, que portaba una pistola y material informático, llevaba documentos de identificación falsificados por lo que fue detenido y trasladado inicialmente a la comisaría de Boulogne para averiguar su identidad. Posteriormente, pasó a la jurisdicción de la Subdirección Antiterrorista de París.

Iker Esparza, natural de Pamplona, fue encarcelado el 22 de agosto de 1998 ya que estaba acusado por la Ertzaintza de haber participado en el ataque con cócteles molotov contra un tren que se encontraba estacionado en la estación de Irún. El grupo del que formaba parte Esparza atacó durante la madrugada del 9 de agosto una unidad del tren mediante en lanzamiento de botellas incendiarias contra los cristales y en el interior del vagón. Algunos pasajeros tuvieron que saltar por las ventanas para escapar de las llamas.

Al saber que la policía lo estaba buscando, Esparza compareció ante el juez e ingresó en prisión, aunque dos días más tarde quedó en libertad bajo fianza de 200.000 pesetas. El 1 de abril de 2002 fue condenado a una pena de cinco años de cárcel tras pactar con la Fiscalía. Además, Esparza fue detenido por el Cuerpo Nacional de Policía el 19 de octubre de 1999 acusado de participar en otro ataque de violencia callejera contra el domicilio de la militante socialista Asun Apesteguia, en Pamplona, contra el domicilio de un guardia civil y por la quema de un autobús. Tras aquella detención quedó en libertad bajo fianza.

Rubalcaba: 'No, rotundamente no' a otra negociación

Respecto al supuesto periodo de reflexión en el que la banda habría entrado según lo publicado por el diario 'Gara', el ministro del Interior fue tajante en rechazar que ello pueda abrir la puerta a un nuevo proceso de negociación: "no, rotundamente no".

Explicó que los Gobiernos españoles se han sentado tres veces a hablar con ETA, con Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, y en las tres ocasiones "ETA rompió" porque "no quiere dialogar, lo que quiere es imponer".

"Esa es una vía agotada ya. Y lo único que ETA puede hacer es dejar las armas", añadió el ministro del Interior, quien dijo que aunque representantes de algunos partidos o grupos vuelvan a plantear esa posibilidad "conviene no abrir falsas expectativas. Conviene que todo el mundo sepa que eso se ha acabado".

Rubalcaba dijo no tener constancia de las informaciones acerca de que dos presos históricos de ETA habrían roto la disciplina interna de la banda al aceptar trabajar en el economato de la cárcel en que están internados. Sin embargo, apuntó que los presos de ETA "no atraviesan su momento más unitario. Parece que hay entre ellos algunas diferencias".