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MARSEL & CO

A ZP le da igual salir de la crisis más tarde que el resto

 

El presidente del Gobierno clausuró ayer un Congreso de UGT en Pamplona. / Efe

Aunque España supere la recesión un año después que el resto de países, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no está preocupado. Al menos, así lo demostró ayer en Pamplona, durante la clausura del Congreso de la Federación del Metal de UGT, al restar importancia al hecho de que se salga de la crisis "un trimestre antes o después".

El presidente del Ejecutivo aprovechó la presencia de los líderes de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, para elogiar la postura de los sindicatos ante la crisis."Os puedo asegurar que nunca se me va a olvidar", señaló Zapatero entre aplausos en referencia a su contribución a la paz social.
Por último, reconoció que uno de los objetivos para lograr la recuperación es reducir el paro, especialmente el juvenil, que la UE cifra en el 41,7%, y para ello pidió el concurso de los agentes sociales.

España ha pasado de ser la “envidia” de Europa en materia económica a un lastre para la recuperación. Hace tan sólo dos años, el PIB español crecía  a una tasa del 3,8%, 1,1 puntos por encima de la eurozona, dentro de nuestras fronteras se generaba el 40% del empleo creado en Europa y  las cuentas públicas arrojaban un superávit del 2,23% sólo superado por la ahora defenestrada Finlandia, Chipre y Luxemburgo.

En tan sólo dos años, las estadísticas han dado un giro de 180 grados: mientras Europa ha escapado ya de la recesión, España sigue sumida en los números rojos y será la última en salir de la crisis, es responsable de la mitad del paro registrado en Europa en el último año y arrastra uno de los déficit más abultados de la zona euro, que este año alcanzará el 11,2%, del PIB, según los cálculos de la Comisión Europea.

España ha quedado varada en el grupo de “rezagados”, junto a países como Reino Unido y Grecia y tiene todas las papeletas para que las consecuencias de la incipiente recuperación europea –subida de tipos de interés, retirada de las medidas de estímulo– le cojan fuera de juego, cuando todavía siga sumida en los problemas y el resto esté avanzando en la recuperación.

Unánimes

Todas las previsiones, desde las realizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) o la Comisión Europea, sitúan a España en el furgón de cola de la salida de la crisis.

Bruselas confirmó esta semana que la UE y la eurozona escaparon de la recesión en el tercer trimestre, mientras que España lo hará un año más tarde, en el tercer trimestre de 2010. El FMI calcula que el PIB español caerá un 3,8% este año y un 0,7% el siguiente. La Comisión Europea cifra los recortes en el 3,8 y el 0,7%, respectivamente, mientras que la OCDE pronostica  caídas del 4,2 y el 0,9% en cada ejercicio, unas cifras que previsiblemente mejorarán en las nuevas estimaciones que publica la próxima semana.

Dentro de nuestras fronteras, las previsiones realizadas por diversos organismos son igual de sombrías. El servicio de Estudios del BBVA prevé que el PIB español se contraerá un 1,2% en 2010, cuatro veces más de lo que espera el Gobierno, mientras que Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorros,  pronostica un recorte cercano al 1%.

Si la crisis ha teñido de rojo las cuentas de todas las economías desarrolladas en los últimos trimestres sin excepción, el comportamiento del paro español no tiene parangón. La tasa de paro española, según las cifras de Eurostat, alcanza el 19,3% doblando con creces la media de la eurozona y de los países de la OCDE. Sólo Lituania presenta un porcentaje de paro mayor entre los socios europeos y el futuro no se presenta  halagüeño.

Aunque el grueso del ajuste del empleo en España ya se ha realizado, a diferencia de otros países, las tasas de paro seguirán creciendo hasta alcanzar una media del 20,5% en 2011, según las estimaciones de la Comisión Europea. 

En el último año, cerca de 1,6 millones de ciudadanos  han pasado a engrosar las listas del desempleo, que se ha convertido en el principal problema de la economía española.

La contracción de la demanda ha sido más intensa en nuestro país que en otros socios europeos y eso se nota también en la evolución de la inflación. Aunque el Gobierno afirma que no hay riesgo de deflación, una caída generalizada y persistente de los precios que es uno de los principales temores para los economistas, el IPC enlaza ya ocho meses en negativo, una caída cinco décimas más intensa que en la eurozona.

Zapatero resta importancia al retraso en la salida de la crisis

El presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, restó importancia al hecho de que España pueda salir “un trimestre antes o después de la crisis”  y quiso quitar gravedad a las cifras que demuestran que Europa ya ha escapado de la recesión mientras que  el PIB español sigue cayendo, al asegurar  que “en estas cosas, no se cuenta cuando empezaron (a caer) unos países y cuando empezaron otros”.

El presidente del Gobierno apuntó que lo trascendental es que se supere la recesión con el esfuerzo conjunto y con los derechos de los trabajadores reforzados,  no dejó pasar la oportunidad de agradecer a los sindicatos la ausencia de huelgas a pesar de la sangría de empleos registrada desde el inicio de la crisis, y  aprovechó su presencia en la clausura del XXV Congreso Federal del Metal, Construcción y Afines de UGT, celebrado en Pamplona, para incidir en la necesidad

de que sindicatos, Gobierno y empresarios adopten medidas en el marco del diálogo social para atajar el paro juvenil.   

Las palabras del presidente del Ejecutivo se produjeron un día después de que Bruselas confirmara que España será la última gran economía europea en salir de la recesión, un año después de lo que lo han hecho el conjunto de la UE y la eurozona, y de que calificara como “dramática” la tasa de desempleo juvenil en España, que alcanza el 41,7%

Aún así, Zapatero insistió en que lo peor de crisis ha pasado y estamos a las puertas de la salida de la recesión, algo que se conseguirá  manteniendo la cohe

sión social y “ trabajando juntos, empresarios sindicatos y Gobierno”. El objetivo es volver a crear empleo, especialmente entre los jóvenes, para lo que es necesario avanzar en el diálogo social, dijo.

Tampoco se resistió a destacar la importancia de la Ley de Economía Sostenible, que el Ejecutivo prevé presentar a finales de mes.

Elogio sindical

Pero una parte central de su discurso estuvo dedicad

a directamente a los sindicatos.En presencia de los secretarios generales de UGT y CC.OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, respectivamente,  Zapatero realizó un “reconocimiento que me sale de dentro, del corazón, de profunda gratitud” a la actitud de los trabajadores que han tenido "el temple, la cordura la responsabilidad de ayudar al Gobierno, garantizando  paz social y cohesión social”. “Os puedo asegurar que nunca se me va a olvidar”, señaló entre aplausos, tras afirmar que, a pesar de la crisis, el Gobierno cumplirá su programa y volverá a subir las pensiones mínimas y el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

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