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MARSEL & CO

El PSOE sigue disciplinadamente los bandazos de su líder

HACE casi veinte años, cuando González pretendió regular el derecho de huelga, una parte del partido -los guerristas- se rebelaron abiertamente y frustraron la tentativa. Ayer no sucedió lo mismo: el Comité Federal del PSOE avaló el pensionazo de Zapatero tras un discurso en el que el líder socialista justificó esta medida por su «sentido de la responsabilidad».

Zapatero señaló que «lo cómodo habría sido no hacer nada», pero que él no acepta por «carácter» esa actitud pasiva y quiere poner ahora las soluciones a un problema que se plantearía «en el 2020 o el 2025». El presidente hizo referencias a «los caminos difíciles», a «los tiempos duros», pidiendo a los dirigentes socialistas que asuman el ajuste de las pensiones, el recorte del gasto y las medidas en las que trabaja el Gobierno para que España pueda salir de la crisis.

Zapatero se comprometió a presentar una serie de propuestas para la reforma del mercado laboral el próximo viernes, afirmando que «buscan afrontar la dualidad entre contratos indefinidos y temporales». Estas ambiguas palabras parecen dejar abierta la posibilidad de un nuevo contrato indefinido con una indemnización por despido más reducida que la actual, aunque lo significativo es que nadie le pidió que aclarara su sentido.

Todo indica que Zapatero se está acercando a las tesis defendidas por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que siempre se ha mostrado a favor del alargamiento de la vida laboral y la flexibilización del mercado de trabajo. Hay que recordar que el presidente y Corbacho subrayaron en su día que el Ejecutivo no haría ni una cosa ni la otra.

No cabe duda que Zapatero ha dado un importante bandazo en su política, por lo que era importante saber el nivel de apoyo con el que iba a contar en el Comité Federal, formado por 248 dirigentes. Salvo dos representantes de la corriente Izquierda Socialista, el resto votó a favor de la moción de respaldo a la política del Gobierno.

Esta práctica unanimidad dice muy poco en favor del PSOE, maxime cuando se trataba de avalar una rectificación que supone recorte de derechos sociales adquiridos. Pero la gran mayoría ha optado por seguir a su líder sin atraverse a cuestionar una decisión que contradice todo lo que Zapatero había defendido.

El ajuste de las pensiones y el recorte del gasto público son dos iniciativas que van en sentido contrario de la ruta que había seguido Zapatero. Pero es que además el presidente no ha discutido el pensionazo ni con sus ministros ni con la dirección del partido ni con nadie: lo ha impuesto por sorpresa. ¿Dónde queda aquella «democracia deliberativa» de la que se jactaba?.

Zapatero ha actuado en este asunto, salvando las distancias, como cuando Aznar optó por apoyar la intervención en Irak. Desgraciadamente se ha convertido en habitual que los líderes sólo consulten con su almohada a la hora de tomar decisiones de Estado. Esto es lo que ha sucedido con las pensiones, que muestra de nuevo la falta de democracia interna de los partidos.

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