Un componente del cannabis podría mejorar la visión nocturna
a fumarrrrrrrrrrrrrrr fumar ya, ya, ya.
Una mezcla de cáñamo y tabaco rústico típica de Marruecos, el 'kif', podría mejorar la visión nocturna. Un trabajo publicado en 'Journal of Ethnopharmacology', ha detectado este beneficioso efecto en fumadores habituales de la sustancia. Se trata, no obstante, de una serie de datos preliminares ante los cuales los autores del estudio se muestran cautelosos.
Durante otra investigación previa sobre el cáñamo, los profesores Abderramán Merzouki, de la Universidad de Tetuán, y Jaoquín Molero, de la Universidad de Granada, evidenciaron que varios pescadores del norte de Marruecos aseguraban ver mejor por la noche tras haber fumado 'kif'.
Una afirmación parecida a la realizada por el profesor West en 1991. Este experto destacaba que a los pescadores jamaicanos les ocurría algo similar cuando bebían una mezcla de alcohol y cannabis. "Aparentemente eran capaces de ver y navegar a través de peligrosos acantilados de coral en la oscuridad de la noche".
Apoyados por estas afirmaciones, los dos investigadores de Tetuán y Granada, junto con el profesor Russo, experto en el estudio de los efectos médicos del cannabis y responsable del 'Journal of Cannabis Therapeutics', decidieron dar un paso más allá en el análisis de las propiedades del cáñamo sobre la visión de los fumadores.
Según explica el profesor Merzouki, en declaraciones a 'elmundosalud.com', se analizó la visión nocturna de cuatro fumadores habituales de 'kif', a través de dos tests realizados con el 'Scotopic Sensititivity Tester-1' (SST-1), un dispositivo que evalúa la sensibilidad visual.
"Uno consistió en medir la sensibilidad de la retina en la oscuridad a través de una luz ondulante con intensidad variable, entre cero y 10. En la segunda prueba se intentó ver la calidad de la visión emitiendo unos destellos, como un flash de una cámara, también de distinta intensidad", comenta Merzouki. Ambos protocolos se realizaron en dos ocasiones, antes y después de haber consumido la droga y siempre tras haber pasado 30 minutos en la oscuridad para permitir que el sujeto se adaptase a la falta de luz.
Hasta que sintiesen que se estaban 'colocando'
En cuanto a la dosis de 'kif' ingerida para las pruebas, ésta varió dependiendo del sujeto ya que la condición, según apunta el profesor Merzouki, "era que lo dejaran cuando sintiesen que se estaban 'colocando".
A diferencia de lo ocurrido en otro estudio realizado por Russo con 'marinol', basado en un compuesto del cannabis conocido como tetrahydocannabinol (THC), en el que los participantes no presentaron diferencias significativas, los resultados obtenidos en esta nueva investigación evidenciaron una mejora de los niveles de visión nocturna después de fumar.
Según comenta Merzouki, "el 'marinol' utliza la molécula del THC pero modificada para quitarle el efecto psicotrópico". Y añade que el cáñamo cuenta con 60 compuestos distintos, no sólo el THC, que todavía no están muy estudiados y que alguno de ellos podría ser responsable de la mejoría visual. "Tal es el caso del cannabidiol, que tiene un importante potencial terapeútico", comenta.
Por el momento, la hipótesis sobre la que está trabajando este grupo de investigadores hace referencia al papel de alguno de esos elementos del cáñamo, y no del tabaco que también compone el 'kif', a la hora de regular los niveles de vitamina A.
"Cuando una persona se queda ciega, lo primero que pierde es la visión nocturna que está muy relacionada con los niveles de vitamina A. Por eso, es posible que algún componente del cannabis pueda paliar la deficiencia de esta vitamina", subraya Merzouki.
Actualmente los equipos de las Universidades de Granada y de Tetuán, continúan analizando este fenómeno, incidiendo en el conocimiento fisiológico y en la variación del tamaño de las pupilas, aunque, como señala el profesor Molero, catedrático de botánica de la Universidad de Granada, la dilatación no determina la visión o la ceguera.
Los estudios se están realizando paralelamente en personas y en ratas. "Yo he analizado otros 30 pacientes y los resultados han sido tan significativos como los publicados", asegura este investigador marroquí.
Una mezcla de cáñamo y tabaco rústico típica de Marruecos, el 'kif', podría mejorar la visión nocturna. Un trabajo publicado en 'Journal of Ethnopharmacology', ha detectado este beneficioso efecto en fumadores habituales de la sustancia. Se trata, no obstante, de una serie de datos preliminares ante los cuales los autores del estudio se muestran cautelosos.
Durante otra investigación previa sobre el cáñamo, los profesores Abderramán Merzouki, de la Universidad de Tetuán, y Jaoquín Molero, de la Universidad de Granada, evidenciaron que varios pescadores del norte de Marruecos aseguraban ver mejor por la noche tras haber fumado 'kif'.
Una afirmación parecida a la realizada por el profesor West en 1991. Este experto destacaba que a los pescadores jamaicanos les ocurría algo similar cuando bebían una mezcla de alcohol y cannabis. "Aparentemente eran capaces de ver y navegar a través de peligrosos acantilados de coral en la oscuridad de la noche".
Apoyados por estas afirmaciones, los dos investigadores de Tetuán y Granada, junto con el profesor Russo, experto en el estudio de los efectos médicos del cannabis y responsable del 'Journal of Cannabis Therapeutics', decidieron dar un paso más allá en el análisis de las propiedades del cáñamo sobre la visión de los fumadores.
Según explica el profesor Merzouki, en declaraciones a 'elmundosalud.com', se analizó la visión nocturna de cuatro fumadores habituales de 'kif', a través de dos tests realizados con el 'Scotopic Sensititivity Tester-1' (SST-1), un dispositivo que evalúa la sensibilidad visual.
"Uno consistió en medir la sensibilidad de la retina en la oscuridad a través de una luz ondulante con intensidad variable, entre cero y 10. En la segunda prueba se intentó ver la calidad de la visión emitiendo unos destellos, como un flash de una cámara, también de distinta intensidad", comenta Merzouki. Ambos protocolos se realizaron en dos ocasiones, antes y después de haber consumido la droga y siempre tras haber pasado 30 minutos en la oscuridad para permitir que el sujeto se adaptase a la falta de luz.
Hasta que sintiesen que se estaban 'colocando'
En cuanto a la dosis de 'kif' ingerida para las pruebas, ésta varió dependiendo del sujeto ya que la condición, según apunta el profesor Merzouki, "era que lo dejaran cuando sintiesen que se estaban 'colocando".
A diferencia de lo ocurrido en otro estudio realizado por Russo con 'marinol', basado en un compuesto del cannabis conocido como tetrahydocannabinol (THC), en el que los participantes no presentaron diferencias significativas, los resultados obtenidos en esta nueva investigación evidenciaron una mejora de los niveles de visión nocturna después de fumar.
Según comenta Merzouki, "el 'marinol' utliza la molécula del THC pero modificada para quitarle el efecto psicotrópico". Y añade que el cáñamo cuenta con 60 compuestos distintos, no sólo el THC, que todavía no están muy estudiados y que alguno de ellos podría ser responsable de la mejoría visual. "Tal es el caso del cannabidiol, que tiene un importante potencial terapeútico", comenta.
Por el momento, la hipótesis sobre la que está trabajando este grupo de investigadores hace referencia al papel de alguno de esos elementos del cáñamo, y no del tabaco que también compone el 'kif', a la hora de regular los niveles de vitamina A.
"Cuando una persona se queda ciega, lo primero que pierde es la visión nocturna que está muy relacionada con los niveles de vitamina A. Por eso, es posible que algún componente del cannabis pueda paliar la deficiencia de esta vitamina", subraya Merzouki.
Actualmente los equipos de las Universidades de Granada y de Tetuán, continúan analizando este fenómeno, incidiendo en el conocimiento fisiológico y en la variación del tamaño de las pupilas, aunque, como señala el profesor Molero, catedrático de botánica de la Universidad de Granada, la dilatación no determina la visión o la ceguera.
Los estudios se están realizando paralelamente en personas y en ratas. "Yo he analizado otros 30 pacientes y los resultados han sido tan significativos como los publicados", asegura este investigador marroquí.
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