Africa no necesita una revolución verde, sino una «evolución en arco iris
Informe sobre la agricultura africana patrocinado por la ONU
JOSÉ ANTONIO MARINA
Todas las noches, 33 millones de niños africanos se irán a dormir hambrientos. La naturaleza soluciona el problema drásticamente: casi todos morirán. Muchos nos negamos a vivir de acuerdo con esa ley implacable. Esos niños pueden salvarse. Hace dos años, Kofi Annan encargó un estudio para mejorar la agricultura africana.Mi corazón de agricultor sabe que la estructura fundamental del mundo no es industrial, sino agrícola. El informe, recién publicado por el InterAcademy Council, y escrito por científicos africanos, considera que la "revolución verde", llevada a cabo con gran éxito en Europa, América, Asia y Australia, no ha funcionado en Africa. En Asia se produce un 30% más de alimentos que en 1990; en América del Sur, un 20% más, pero en Africa el 3% menos.Las nuevas tecnologías se han centrado en los cultivos de arroz, trigo y maíz, cultivos que sólo suponen el 20% de la producción africana. Lo que propone este informe es que en Africa se deben mejorar sus propios sistemas, permitiendo que los granjeros tomen la iniciativa. No es fácil imponer ni las culturas ni los cultivos.Intentarlo puede provocar catástrofes. Hace años se pensó que era buena idea enviar leche en polvo para los niños africanos.Esa leche era, sin duda, más nutritiva que la de sus madres, pero al disolverla en aguas contaminadas se convertía en veneno.Acelerar la evolución es más eficaz que revolucionar.
JOSÉ ANTONIO MARINA
Todas las noches, 33 millones de niños africanos se irán a dormir hambrientos. La naturaleza soluciona el problema drásticamente: casi todos morirán. Muchos nos negamos a vivir de acuerdo con esa ley implacable. Esos niños pueden salvarse. Hace dos años, Kofi Annan encargó un estudio para mejorar la agricultura africana.Mi corazón de agricultor sabe que la estructura fundamental del mundo no es industrial, sino agrícola. El informe, recién publicado por el InterAcademy Council, y escrito por científicos africanos, considera que la "revolución verde", llevada a cabo con gran éxito en Europa, América, Asia y Australia, no ha funcionado en Africa. En Asia se produce un 30% más de alimentos que en 1990; en América del Sur, un 20% más, pero en Africa el 3% menos.Las nuevas tecnologías se han centrado en los cultivos de arroz, trigo y maíz, cultivos que sólo suponen el 20% de la producción africana. Lo que propone este informe es que en Africa se deben mejorar sus propios sistemas, permitiendo que los granjeros tomen la iniciativa. No es fácil imponer ni las culturas ni los cultivos.Intentarlo puede provocar catástrofes. Hace años se pensó que era buena idea enviar leche en polvo para los niños africanos.Esa leche era, sin duda, más nutritiva que la de sus madres, pero al disolverla en aguas contaminadas se convertía en veneno.Acelerar la evolución es más eficaz que revolucionar.
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