El cáncer de pulmón hereditario, 'escrito' en el cromosoma seis
unque generalmente se asocia el desarrollo del cáncer de pulmón a factores externos, la genética también juega un papel importante. Científicos estadounidenses han descubierto un posible marcador en una secuencia del cromosoma seis que podría determinar el carácter hereditario de algunos de estos tumores.
Esta investigación, llevada a cabo por 12 instituciones diferentes simultáneamente (entre ellas el Instituto Nacional de Cáncer y el de Investigación Genómica), acaba de aparecer en la versión on line de la revista 'American Journal of Human Genetics'.
Los científicos examinaron a 52 familias con al menos tres familiares de primer grado afectados por un tumor de pulmón, garganta o laringe. Empleando 392 marcadores genéticos ya conocidos, es decir, secuencias de ADN cuyas características indican una mayor susceptibilidad a padecer cáncer de pulmón, analizaron el material genético de estos individuos.
Los resultados demostraron una fuerte evidencia de que existen una o varias marcas caracterísiticas en el cromosoma seis que aumentan la susceptibilidad a desarrollar un cáncer de pulmón. Además, cuando se estudió el efecto del tabaco entre los individuos portadores o no de estas marcas genéticas, los expertos descubrieron otra importante implicación.
Entre los no portadores, el riesgo de padecer la enfermedad aumentaba proporcionalmente a medida que aumentaba también el consumo de tabaco. Sin embargo, entre quienes tenían estas peculiaridades en el cromosoma seis, el riesgo se multiplicaba independientemente de la cantidad de cigarrillos. Es decir, incluso pequeñas cantidades de tabaco podían llegar a disparar su predisposición a desarrollar la enfermedad.
Aunque los expertos coinciden en la importancia del descubrimiento, de momento se muestran cautos. "Estos marcadores genéticos son como los puntos kilométricos que encontramos al borde de la carretera", explica uno de los firmantes de este trabajo, el doctor Jonathan Wiest: "Es decir, pueden ser muy útiles para la ciculación pero no te dicen exactamente todas las cosas interesantes que puede haber en los alrededores".
Lo que quiere decir que sus próximos trabajos irán dirigidos a estudiar los 'alrededores' de ese cromosoma con más profundidad para descubrir exactamente cuáles de los 20 millones de genes que lo componen son responsables de esa predisposición al cáncer. "El descubrimiento de ciertos genes relacionados con otros tumores ha supuesto un importante avance en su tratamiento, esperemos que en el caso del cáncer ocurra lo mismo", afirma otro co-autor Joan Bailey-Wilson.
Esta investigación, llevada a cabo por 12 instituciones diferentes simultáneamente (entre ellas el Instituto Nacional de Cáncer y el de Investigación Genómica), acaba de aparecer en la versión on line de la revista 'American Journal of Human Genetics'.
Los científicos examinaron a 52 familias con al menos tres familiares de primer grado afectados por un tumor de pulmón, garganta o laringe. Empleando 392 marcadores genéticos ya conocidos, es decir, secuencias de ADN cuyas características indican una mayor susceptibilidad a padecer cáncer de pulmón, analizaron el material genético de estos individuos.
Los resultados demostraron una fuerte evidencia de que existen una o varias marcas caracterísiticas en el cromosoma seis que aumentan la susceptibilidad a desarrollar un cáncer de pulmón. Además, cuando se estudió el efecto del tabaco entre los individuos portadores o no de estas marcas genéticas, los expertos descubrieron otra importante implicación.
Entre los no portadores, el riesgo de padecer la enfermedad aumentaba proporcionalmente a medida que aumentaba también el consumo de tabaco. Sin embargo, entre quienes tenían estas peculiaridades en el cromosoma seis, el riesgo se multiplicaba independientemente de la cantidad de cigarrillos. Es decir, incluso pequeñas cantidades de tabaco podían llegar a disparar su predisposición a desarrollar la enfermedad.
Aunque los expertos coinciden en la importancia del descubrimiento, de momento se muestran cautos. "Estos marcadores genéticos son como los puntos kilométricos que encontramos al borde de la carretera", explica uno de los firmantes de este trabajo, el doctor Jonathan Wiest: "Es decir, pueden ser muy útiles para la ciculación pero no te dicen exactamente todas las cosas interesantes que puede haber en los alrededores".
Lo que quiere decir que sus próximos trabajos irán dirigidos a estudiar los 'alrededores' de ese cromosoma con más profundidad para descubrir exactamente cuáles de los 20 millones de genes que lo componen son responsables de esa predisposición al cáncer. "El descubrimiento de ciertos genes relacionados con otros tumores ha supuesto un importante avance en su tratamiento, esperemos que en el caso del cáncer ocurra lo mismo", afirma otro co-autor Joan Bailey-Wilson.
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