El 38% de las abuelas españolas cuida a sus nietos y están expuestas al 'síndrome de la abuela esclava'
El 37,6% de las abuelas mayores de 65 años que tienen nietos pequeños se encargan de cuidar a éstos con mucha asiduidad y el 22,7% de vez en cuando, esta sobrecarga de responsabilidades llega a producir, en algunos casos extremos, el 'síndrome de la abuela esclava'. Estos datos han sido recogidos en un libro por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
En España existen actualmente más de cuatro millones de mujeres mayores de 65 años, el 30,9% de las cuales aporta cuidados fundamentales para su red familiar. Sólo el 17,6% de mujeres mayores son objeto de cuidados y atención por parte de algún miembro de su familia.
Estos porcentajes, expuestos por la socióloga Lourdes Pérez en el II Congreso 'La Familia en la Sociedad del Siglo XXI', significan que, en términos absolutos, 1.282.000 mujeres mayores siguen ejerciendo su rol de cuidadoras dentro de los límites de su propio núcleo familiar, pero, sobre todo, en el de sus hijos.
'Síndrome de la abuela esclava'
Por lo que se refiere a las mujeres mayores con nietos pequeños, Lourdes Pérez alerta de que, debido a la sobrecarga de responsabilidades, en algunos casos extremos se llega a producir el 'síndrome de la abuela esclava', un cuadro clínico de difícil diagnóstico con "multiplicidad de síntomas crónicos de enfermedades comunes, pero que no responden a tratamientos convencionales" y que "provocan un sufrimiento crónico con un notable deterioro de la calidad de vida".
Según la socióloga, un factor que contribuye a "determinar una pesada carga de trabajo diario" para las mujeres mayores es el hecho de tener hijos aún no emancipados. Apunta también que "esa crianza prolongada puede ocasionar problemas de convivencia por cuanto el sujeto pasivo de esa crianza ya no es un niño, sino un adulto".
Actualmente, más de la tercera parte de las mujeres mayores de 65 años convive con alguno de sus hijos, la mayor parte de ellas en sus propias viviendas, no en las de sus hijos. Se trata por tanto de hijos no emancipados para los que sus madres siguen ejerciendo la función de madres cuidadoras.
Beneficios del envejecimiento de la población
Otro aspecto que se aborda en el libro editado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) es el progresivo envejecimiento de la población española y su repercusión sobre la estructura familiar y la economía.
Pérez considera que el envejecimiento demográfico "no es la catástrofe que se pretende", ya que "los abuelos y abuelas actuales están sustituyendo muchas de las funciones de apoyo familiar y de reproducción social que siempre han sobrecargado a las mujeres jóvenes".
Para el investigador del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona Julio Pérez Díaz, "la posibilidad de que la mayor parte de los recién nacidos venga al mundo teniendo abuelos y abuelas, y pueda 'beneficiarse' de ello, es una novedad histórica".
Desde el punto de vista económico, afirma que "lejos de llevar a la bancarrota al Estado del Bienestar, los recursos, patrimonio y atenciones de los abuelos han acabado por convertirse en un auténtico Estado del Bienestar paralelo. Son ellos los que suplen la falta de guarderías para los hijos de mujeres que trabajan y son ellos los que cuidan a sus mayores dependientes".
"Si no se quiere perder todo ese potencial, si no se quiere matar a la gallina de los huevos de oro, habrá que ir poniendo fin a esta sobreexplotación, reconocer méritos y dar apoyo a unos abuelos que nunca antes nos fueron tan convenientes", concluye
En España existen actualmente más de cuatro millones de mujeres mayores de 65 años, el 30,9% de las cuales aporta cuidados fundamentales para su red familiar. Sólo el 17,6% de mujeres mayores son objeto de cuidados y atención por parte de algún miembro de su familia.
Estos porcentajes, expuestos por la socióloga Lourdes Pérez en el II Congreso 'La Familia en la Sociedad del Siglo XXI', significan que, en términos absolutos, 1.282.000 mujeres mayores siguen ejerciendo su rol de cuidadoras dentro de los límites de su propio núcleo familiar, pero, sobre todo, en el de sus hijos.
'Síndrome de la abuela esclava'
Por lo que se refiere a las mujeres mayores con nietos pequeños, Lourdes Pérez alerta de que, debido a la sobrecarga de responsabilidades, en algunos casos extremos se llega a producir el 'síndrome de la abuela esclava', un cuadro clínico de difícil diagnóstico con "multiplicidad de síntomas crónicos de enfermedades comunes, pero que no responden a tratamientos convencionales" y que "provocan un sufrimiento crónico con un notable deterioro de la calidad de vida".
Según la socióloga, un factor que contribuye a "determinar una pesada carga de trabajo diario" para las mujeres mayores es el hecho de tener hijos aún no emancipados. Apunta también que "esa crianza prolongada puede ocasionar problemas de convivencia por cuanto el sujeto pasivo de esa crianza ya no es un niño, sino un adulto".
Actualmente, más de la tercera parte de las mujeres mayores de 65 años convive con alguno de sus hijos, la mayor parte de ellas en sus propias viviendas, no en las de sus hijos. Se trata por tanto de hijos no emancipados para los que sus madres siguen ejerciendo la función de madres cuidadoras.
Beneficios del envejecimiento de la población
Otro aspecto que se aborda en el libro editado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) es el progresivo envejecimiento de la población española y su repercusión sobre la estructura familiar y la economía.
Pérez considera que el envejecimiento demográfico "no es la catástrofe que se pretende", ya que "los abuelos y abuelas actuales están sustituyendo muchas de las funciones de apoyo familiar y de reproducción social que siempre han sobrecargado a las mujeres jóvenes".
Para el investigador del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona Julio Pérez Díaz, "la posibilidad de que la mayor parte de los recién nacidos venga al mundo teniendo abuelos y abuelas, y pueda 'beneficiarse' de ello, es una novedad histórica".
Desde el punto de vista económico, afirma que "lejos de llevar a la bancarrota al Estado del Bienestar, los recursos, patrimonio y atenciones de los abuelos han acabado por convertirse en un auténtico Estado del Bienestar paralelo. Son ellos los que suplen la falta de guarderías para los hijos de mujeres que trabajan y son ellos los que cuidan a sus mayores dependientes".
"Si no se quiere perder todo ese potencial, si no se quiere matar a la gallina de los huevos de oro, habrá que ir poniendo fin a esta sobreexplotación, reconocer méritos y dar apoyo a unos abuelos que nunca antes nos fueron tan convenientes", concluye
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