Huelga de hambre para reivindicar el derecho a la vida de un discapacitado psíquico sueco
La ONG San Pedro Nolasco ha anunciado que iniciará una huelga de hambre seca como protesta a la situación de indefensión de un ciudadano sueco discapacitado físico y psíquico a quien el Estado sueco le ha retirado la prestación económica que cobraba y que se halla en España de forma circunstancial sin ningún tipo de recursos.
Esta organización trabaja en Suecia en defensa de los derechos humanos de los discapacitados psíquicos, colectivo que calculan se cifra en unas 200.000 mil personas y a quienes, esta entidad considera que el Estado escandinavo vulnera sistemática y coercitivamente sus derechos. El pasado 3 de junio, una activista de esta organización comenzó una huelga de hambre delante de la embajada sueca en Madrid, después de dos años de lucha en los tribunales por conseguir que a su defendido le devolvieran la pensión que tenía asignada.
Este ciudadano fue internado en un centro psiquiátrico sueco durante cuatro años sin previo consentimiento, siempre según fuentes de la ONG. Tras los cuatro años, salió del centro afectado por un alto grado de discapacidad psíquica y física, por lo que requiere ayuda de una tercera persona para sobrevivir. Llegó a España para someterse a un tratamiento odontológico que no le podían realizar en su país de origen, ayudado por la asociación San Pedro Nolasco y, una vez aquí, le retiraron la prestación. Desde entonces, este ciudadano europeo, artista de profesión, sólo cuenta con el respaldo de esta entidad, cuya portavoz en España, Queti Dávila, insiste en su determinación de continuar con la huelga de hambre puesto que es la única vía para reivindicar el derecho a la vida de este discapacitado, ya que sin su pensión está condenado a morir tanto en España como si vuelve a Suecia.
Esta organización trabaja en Suecia en defensa de los derechos humanos de los discapacitados psíquicos, colectivo que calculan se cifra en unas 200.000 mil personas y a quienes, esta entidad considera que el Estado escandinavo vulnera sistemática y coercitivamente sus derechos. El pasado 3 de junio, una activista de esta organización comenzó una huelga de hambre delante de la embajada sueca en Madrid, después de dos años de lucha en los tribunales por conseguir que a su defendido le devolvieran la pensión que tenía asignada.
Este ciudadano fue internado en un centro psiquiátrico sueco durante cuatro años sin previo consentimiento, siempre según fuentes de la ONG. Tras los cuatro años, salió del centro afectado por un alto grado de discapacidad psíquica y física, por lo que requiere ayuda de una tercera persona para sobrevivir. Llegó a España para someterse a un tratamiento odontológico que no le podían realizar en su país de origen, ayudado por la asociación San Pedro Nolasco y, una vez aquí, le retiraron la prestación. Desde entonces, este ciudadano europeo, artista de profesión, sólo cuenta con el respaldo de esta entidad, cuya portavoz en España, Queti Dávila, insiste en su determinación de continuar con la huelga de hambre puesto que es la única vía para reivindicar el derecho a la vida de este discapacitado, ya que sin su pensión está condenado a morir tanto en España como si vuelve a Suecia.
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