Un nuevo método para detectar a tiempo el cáncer de esófago
Generalmente cuando el cáncer de esófago empieza a dar síntomas, la enfermedad está ya demasiado avanzada y su pronóstico no permite ser optimista. Por eso es fundamental detectarla antes de que llegue ese momento y los oncólogos trabajan en lograr un método diagnóstico que, de momento, se viene resistiendo en los laboratorios.
El último paso en esta carrera por adelantarse a la enfermedad lo han dado científicos de la Instituto de Investigación Biomédica Wolfson de Londres en colaboración con la Universidad de Cambridge. Se trata de un test capaz de detectar ciertas proteínas tomadas del esófago mediante aspiración, cuyas modificaciones podrían indicar que se está gestando un cáncer.
Sus trabajos, que acaba de dar a conocer la revista 'British Journal of Cancer', se llevaron a cabo con 40 pacientes en el Hospital Addenbrooke de Cambridge y obtuvieron una exactitud del 85% en el diagnóstico de la enfermedad. Los niveles de estas proteínas, Mcm5 (minicromosomas de mantenimiento), permiten identificar que se está produciendo un crecimiento celular descontrolado, signo inequívoco del cáncer.
El Mcm5 juga un papel clave en la división celular de manera que cuando el sistema 'funciona' correctamente estas unidades sólo se dividen tal y como se espera que lo hagan. Por el contrario, cuando los niveles de esta proteína se disparan por encima de lo normal las células sanas comienzan a proliferar descontroladamente.
En la actualidad, la supervivencia a cinco años para los tumores de esófago es de sólo el 8%, por lo que los científicos consideran fundamental seguir trabajando en la detección precoz de la enfermedad, cuando las posibilidades de curación pueden llegar a alcanzar el 80%.
Uno de los firmantes, el doctor Gareth Williams, se muestra optimista por las posibilidades que este test abre para el diagnótico precoz de este tipo de tumores, cuya incidencia ha aumentado un 27% en los últimos 15 años.
Hasta ahora, según explica en la edición on line de la BBC su compañero, el doctor Stephen Middleton, "los métodos requieren la intervención de un patólogo que analice los cambios celulares bajo el microscopio" después de que se haya extraído una pequeña muestra mediante endoscopia. Por el contrario, el nuevo test, mucho menos invasivo, permite además una cierta automatización que posibilita el análisis de muchas muestras en un espacio de tiempo no demasiado largo.
Aunque aún es pronto para pensar en una aplicación clínica de este método a gran escala, sus descubridores ya han iniciado nuevos trabajos para certificar si se obtiene la misma tasa de éxito que en este pequeño ensayo.
El último paso en esta carrera por adelantarse a la enfermedad lo han dado científicos de la Instituto de Investigación Biomédica Wolfson de Londres en colaboración con la Universidad de Cambridge. Se trata de un test capaz de detectar ciertas proteínas tomadas del esófago mediante aspiración, cuyas modificaciones podrían indicar que se está gestando un cáncer.
Sus trabajos, que acaba de dar a conocer la revista 'British Journal of Cancer', se llevaron a cabo con 40 pacientes en el Hospital Addenbrooke de Cambridge y obtuvieron una exactitud del 85% en el diagnóstico de la enfermedad. Los niveles de estas proteínas, Mcm5 (minicromosomas de mantenimiento), permiten identificar que se está produciendo un crecimiento celular descontrolado, signo inequívoco del cáncer.
El Mcm5 juga un papel clave en la división celular de manera que cuando el sistema 'funciona' correctamente estas unidades sólo se dividen tal y como se espera que lo hagan. Por el contrario, cuando los niveles de esta proteína se disparan por encima de lo normal las células sanas comienzan a proliferar descontroladamente.
En la actualidad, la supervivencia a cinco años para los tumores de esófago es de sólo el 8%, por lo que los científicos consideran fundamental seguir trabajando en la detección precoz de la enfermedad, cuando las posibilidades de curación pueden llegar a alcanzar el 80%.
Uno de los firmantes, el doctor Gareth Williams, se muestra optimista por las posibilidades que este test abre para el diagnótico precoz de este tipo de tumores, cuya incidencia ha aumentado un 27% en los últimos 15 años.
Hasta ahora, según explica en la edición on line de la BBC su compañero, el doctor Stephen Middleton, "los métodos requieren la intervención de un patólogo que analice los cambios celulares bajo el microscopio" después de que se haya extraído una pequeña muestra mediante endoscopia. Por el contrario, el nuevo test, mucho menos invasivo, permite además una cierta automatización que posibilita el análisis de muchas muestras en un espacio de tiempo no demasiado largo.
Aunque aún es pronto para pensar en una aplicación clínica de este método a gran escala, sus descubridores ya han iniciado nuevos trabajos para certificar si se obtiene la misma tasa de éxito que en este pequeño ensayo.
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