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MARSEL & CO

Cesan al director de la cárcel de Alcalá por trato de favor en las visitas de Mario Conde

La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha cesado al director de la cárcel de Alcalá-Meco, Jesús Calvo, tras detectarse irregularidades y un trato de favor en las visitas en la prisión que recibe el ex banquero Mario Conde, condenado por el "caso Banesto".
Según informó la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, el interno recibía más comunicaciones que el resto de presos y tenía un régimen de visitas "notablemente más amplio" que los demás reclusos, tal y como se ha comprobado tras una investigación interna.

De hecho, mientras el resto de los internos tiene derecho a una comunicación mensual con sus familias una vez al mes durante hora y media y siempre por la mañana, Conde disfrutaba de una media de seis al mes y de más de tres horas.

Gallizo ha dictado una resolución en la que ordena el cese del director del centro y que las comunicaciones de Conde se ajusten al régimen general de esta cárcel.

En un comunicado, la Dirección General, dependiente del Ministerio del Interior, señala que ha ordenado que el interno Mario Conde "disfrute del mismo número de comunicaciones y en las mismas condiciones" que el resto de los reclusos, ya que ha tenido "conocimiento de que durante 2003 y 2004 ha tenido un régimen de visitas notablemente más amplio que los demás reclusos".

Señala también que Mercedes Gallizo recibió hace unos días una información según la cual Conde podría estar recibiendo trato de favor en su régimen de visitas y ordenó un informe sobre todas las comunicaciones que el citado interno había tenido en los últimos 18 meses.

En ese informe, añade Instituciones Penitenciarias, "queda constancia de que efectivamente Conde ha tenido un trato favorable tanto en el número como en las condiciones en las que se llevaban a cabo esas visitas".

El centro penitenciario de Alcalá-Meco (Madrid II) tiene establecidas para aquellos internos que no disfrutan de permisos de salida una comunicación mensual con sus familiares o allegados de una hora y media de duración, que se llevan a cabo por la mañana.

Mario Conde, sin embargo, venía disfrutando de una media de seis comunicaciones al mes con una duración en casi todos los casos superior a tres horas y siempre por la tarde.

Todo ello "refleja un conjunto de irregularidades e indica un evidente trato de favor a este interno inadmisible en un sistema que debe estar regido por el principio de igualdad de trato hacia todas las personas que sufren privación de libertad".

Por ello, Gallizo ha dictado una resolución en la que ordena que las comunicaciones de Mario Conde se ajusten al régimen general del centro, al tiempo que ha decidido relevar de su cargo al director de la cárcel.

En 1998, Jesús Calvo solicitó el tercer grado penitenciario -régimen abierto- para Conde, quien cumplía en ese momento una condena de cuatro años y dos meses por el "caso Argentia Trust", y alegaba para ello que el ex banquero no corría riesgo de fuga, que mostraba buena conducta y que la concesión de este beneficio penitenciario no generaría alarma social.

Calvo destacó entonces que el empresario debía ser tratado "como otro interno más" y aseguró que no se darían "privilegios" pero tampoco se le recortarían sus beneficios penitenciarios.

Sin embargo, la psicóloga del centro se oponía a esta medida y describía a Conde como una persona "inteligente y manipuladora", con un "acentuado narcisismo" y poseedor de "un hábil y seductor manejo de las relaciones interpersonales".

Mario Conde ingresó en Alcalá-Meco el 29 de julio de 2002 después de que el Tribunal Supremo aumentara de 10 a 20 años la pena que le había impuesto la Audiencia Nacional dos años antes por los delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad en el "caso Banesto".

El ex banquero ya estuvo en otras dos ocasiones en este centro penitenciario, la primera de ellas el 23 de diciembre de 1994, aunque salió en libertad bajo fianza ocho días más tarde, y la segunda, en relación con el "caso Argentia Trust", el 26 de febrero de 1998, si bien abandonó la cárcel diecisiete meses después.

Conde fue presidente de Banesto entre 1987 y 1993, cuando la entidad fue intervenida por el Banco de España tras detectarse graves irregularidades en su gestión que causaron un "agujero" de unos 5.000 millones de euros.

El pasado 5 de julio el empresario regresó al centro penitenciario tras disfrutar de un permiso de cinco días para asistir a la boda de una de sus hijas.

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