Los internautas piden consultas médicas por correo electrónico
El 60% de los británicos, y entre el 1% y el 10% de los estadounidenses, utiliza el correo electrónico para comunicarse con su médico. El 'e-mail' se está convirtiendo en algo más que un modo de 'charlar' entre amigos y está dando paso a una nueva forma de relación entre el especialista y el paciente. Según una revisión de estudios, las consultas a través de la Red ayudan a prevenir, educar e informar sobre la salud.
Un artículo, publicado en 'British Medical Journal', ha revisado todos los estudios existentes sobre el papel de la comunicación por 'e-mail' en la atención sanitaria. Según este informe, quienes más dispuestos están a la comunicación sanitaria a través de la Red son los usuarios que ya navegan con asiduidad en ella. Según uno de los trabajos analizados, el 56% de los internautas elegiría a su médico en función de su disponibilidad frente al correo electrónico.
La percepción del público es que la comunicación a través Internet ofrece un potencial para acceder rápida y adecuadamente a la asistencia sanitaria. Otra conclusión que se extrae de la revisión es que esta herramienta es útil en el seguimiento y tratamiento de algunas patologías como la diabetes, la anorexia nerviosa, la depresión o las cefaleas recurrentes.
La mayoría de las personas que han utilizado el correo electrónico para realizar consultas a un médico sobre las enfermedades mencionadas ha conseguido beneficiarse al aumentar la información sobre su patología y su sensación de estar en contacto con un experto.
A pesar de que el 'e-mail' ya se está utilizando para resolver dudas médicas, los pacientes tienen en mente otras utilidades.
Virtudes del e-mail médico
* *Rápido acceso
*Seguimiento de enfermedades
*Más información de salud
*Estrecha la relación médico-paciente
*Baja el número de consultas
*Ahorra tiempo
*Da acceso a personas incapacitadas
*Lleva el consultorio al hogar
El futuro del e-mail médico
* *Obtiene resultados de pruebas
*Sigue la evolución de enfermos
*Fija o cancela citas médicas
*Solicita recetas
*Avisa de las fechas de vacunas
*Añade el texto del e-mail a la historia clínica
*Confirma llegada y envío de consulta
*La información es segura
En un estudio realizado para conocer lo que esperaban de esta herramienta se observó que al público le gustaría poder utilizar el correo electrónico tras visitar al médico para realizar un seguimiento de su enfermedad, obtener los resultados de pruebas o realizar gráficos para la supervisión de patologías crónicas como la diabetes o el asma.
Los internautas también querrían utilizar este correo para establecer o cancelar citas, para solicitar recetas repetidas o como recordatorio del calendario de vacunación infantil.
Internet además de reducir el número de visitas médicas para determinadas cuestiones y ahorrar tiempo tanto a profesionales como a pacientes es especialmente útil en aquellas personas que, por su lugar de residencia o por sus condiciones físicas, tienen difícil el acceso al consultorio. Otra razón por la que esta forma de comunicación se está utilizando cada vez más es debido al anonimato que conlleva.
El tiempo es importante
Por lo general, la satisfacción de los pacientes con respecto a la comunicación a través de Internet es alta y se suele preferir al teléfono para solventar problemas no urgentes.
Sin embargo, esta complacencia está directamente relacionada con la prontitud en la respuesta. Las 48 horas es el tiempo medio que los usuarios consideran adecuado para recibir la constestación a su duda. No obstante, una noción que el usuario debería tener clara es que el 'e-mail' no debe ser utilizado para consultas urgentes.
A pesar de las virtudes que este medio ofrece en la asistencia sanitaria, existen algunas cuestiones todavía por solventar. Entre otros 'handicap' están las disparidades sociales en el acceso a Internet; la incapacidad para examinar al consultante; la posibilidad de que los errores de comunicación o diagnóstico aumenten; la amenaza a la privacidad del paciente o que el volumen de correos llegue a abrumar a los profesionales.
Si no se resuelven estos aspectos, las desventajas de esta herramienta comunicativa podrían aumentar o persistir. "Este campo está todavía en su infancia... Se necesita comenzar con una detallada comprensión de las preferencias del paciente y del profesional sobre las formas de comunicación y [saber] el porqué [de esos gustos]...", concluyen los autores.
En Europa el 20% de los médicos utiliza el 'e-mail' para comunicarse con sus pacientes. Esta cifra asciende al 25% cuando se trata de profesionales estadounidenses. Sin embargo, la escasa seguridad que presentan los correos electrónicos y la falta de una estructura que mejoren su confidencialidad son algunos de los aspectos que todavía hay que mejorar para que esta herramienta sea aceptada por la mayoría de los facultativos.
Tras revisar los estudios realizados entre 1980 y 2003 sobre la comunicación a través del correo electrónico, los autores de este análisis, publicado en 'British Medical Journal', explican que esta herramienta no se ve como un sustituto sino como un suplemento de la actual consulta médica. Sin embargo, este sistema, a pesar de su bajo coste y de su gran potencial, sigue siendo escasamente utilizado por las organizaciones sanitarias.
Además, aunque una cuarta parte de los factultativos emplea el correo electrónico en sus consultas, la mayoría sólo establacen esta relación con una pequeña proporción de sus pacientes y generalmente cuando éstos así lo solicitan. Pero, ¿cuál es el tipo de paciente que el médico considera idóneo para la comunicación a través de la Red? Los estudios realizados sobre el tema llegan a la conclusión de que el criterio de selección no está claro.
No obstante, los profesionales de la salud no están cerrados en banda a la comunicación mediante el correo electrónico. Los facultativos ven esta herramienta útil para el manejo de algunas patologías crónicas, en la promoción de la educación al paciente, en la mejora de la continuidad de cuidados y en el aumento de la flexibilidad de respuesta ante situaciones no urgentes.
Como afirman los autores de esta revisión, Josip Car, del Departamento de Atención Primaria y Medicina Social del Imperial College de Londres (Inglaterra), y Aziz Sheikh, de la División de Salud Comunitaria de la Universidad de Edimburgo (Escocia), las ventajas no son sólo para los pacientes.
"Los médicos pueden consultar con sus colegas y otros profesionales para ofrecer una respuesta más sopesada", explican. Por otro lado, los 'e-mail' crean un registro impreso de las consultas y evitan posibles problemas realicionados con la legibilidad de las notas escritas a mano.
Todavía por resolver
Lo que más les preocupa a los médicos en cuanto a este tipo de comunicación es la protección de la confidencialidad, los potenciales errores y la responsabilidad. Pero también está la dificultad para identificar situaciones clínicas en las que el 'e-mail' tiende a ser poco competente y el reto de incorporar este sistema a su rutina diaria sin aumentar excesivamente la carga de trabajo.
Para que estas 'lagunas' en la relación médico-paciente a través del 'e-mail' se solventen es imprescindible la optimización del 'sofware', según indican los estudios realizados hasta la fecha.
Entre las mejoras que podrían llevarse a cabo está la adaptación de esta herramienta a cada organismo sanitario, la posibilidad de comunicación a través de diferentes sistemas operativos (Windows o Linux), la simplificación de los métodos de autentificación y la integración de los mensajes del correo electrónico dentro de los registros médicos.
Pero hay otros cambios que siguen pendientes como la posibilidad del uso de plantillas para las consultas por 'e-mail', la detección de virus, la automatización de funciones (como los mensajes automáticos de recepción tanto por parte del que recibe la pregunta como por el que recibe la respuesta) o el empleo mecánico de señales de alerta.
Los autores de esta revisión concluyen que la comunicación a través del correo eléctronico debería ser una opción más para la persona que demanda cuidados sanitarios y una ayuda para mejorar la relación médico-paciente. Para que exista una mayor fluidez en esta relación, será necesario renovar el sistema informático que sostiene la herramienta del 'e-mail' y también realizar unos protocolos que establezcan qué tipos de patologías son las idóneas para la comunicación por Internet.
Un artículo, publicado en 'British Medical Journal', ha revisado todos los estudios existentes sobre el papel de la comunicación por 'e-mail' en la atención sanitaria. Según este informe, quienes más dispuestos están a la comunicación sanitaria a través de la Red son los usuarios que ya navegan con asiduidad en ella. Según uno de los trabajos analizados, el 56% de los internautas elegiría a su médico en función de su disponibilidad frente al correo electrónico.
La percepción del público es que la comunicación a través Internet ofrece un potencial para acceder rápida y adecuadamente a la asistencia sanitaria. Otra conclusión que se extrae de la revisión es que esta herramienta es útil en el seguimiento y tratamiento de algunas patologías como la diabetes, la anorexia nerviosa, la depresión o las cefaleas recurrentes.
La mayoría de las personas que han utilizado el correo electrónico para realizar consultas a un médico sobre las enfermedades mencionadas ha conseguido beneficiarse al aumentar la información sobre su patología y su sensación de estar en contacto con un experto.
A pesar de que el 'e-mail' ya se está utilizando para resolver dudas médicas, los pacientes tienen en mente otras utilidades.
Virtudes del e-mail médico
* *Rápido acceso
*Seguimiento de enfermedades
*Más información de salud
*Estrecha la relación médico-paciente
*Baja el número de consultas
*Ahorra tiempo
*Da acceso a personas incapacitadas
*Lleva el consultorio al hogar
El futuro del e-mail médico
* *Obtiene resultados de pruebas
*Sigue la evolución de enfermos
*Fija o cancela citas médicas
*Solicita recetas
*Avisa de las fechas de vacunas
*Añade el texto del e-mail a la historia clínica
*Confirma llegada y envío de consulta
*La información es segura
En un estudio realizado para conocer lo que esperaban de esta herramienta se observó que al público le gustaría poder utilizar el correo electrónico tras visitar al médico para realizar un seguimiento de su enfermedad, obtener los resultados de pruebas o realizar gráficos para la supervisión de patologías crónicas como la diabetes o el asma.
Los internautas también querrían utilizar este correo para establecer o cancelar citas, para solicitar recetas repetidas o como recordatorio del calendario de vacunación infantil.
Internet además de reducir el número de visitas médicas para determinadas cuestiones y ahorrar tiempo tanto a profesionales como a pacientes es especialmente útil en aquellas personas que, por su lugar de residencia o por sus condiciones físicas, tienen difícil el acceso al consultorio. Otra razón por la que esta forma de comunicación se está utilizando cada vez más es debido al anonimato que conlleva.
El tiempo es importante
Por lo general, la satisfacción de los pacientes con respecto a la comunicación a través de Internet es alta y se suele preferir al teléfono para solventar problemas no urgentes.
Sin embargo, esta complacencia está directamente relacionada con la prontitud en la respuesta. Las 48 horas es el tiempo medio que los usuarios consideran adecuado para recibir la constestación a su duda. No obstante, una noción que el usuario debería tener clara es que el 'e-mail' no debe ser utilizado para consultas urgentes.
A pesar de las virtudes que este medio ofrece en la asistencia sanitaria, existen algunas cuestiones todavía por solventar. Entre otros 'handicap' están las disparidades sociales en el acceso a Internet; la incapacidad para examinar al consultante; la posibilidad de que los errores de comunicación o diagnóstico aumenten; la amenaza a la privacidad del paciente o que el volumen de correos llegue a abrumar a los profesionales.
Si no se resuelven estos aspectos, las desventajas de esta herramienta comunicativa podrían aumentar o persistir. "Este campo está todavía en su infancia... Se necesita comenzar con una detallada comprensión de las preferencias del paciente y del profesional sobre las formas de comunicación y [saber] el porqué [de esos gustos]...", concluyen los autores.
En Europa el 20% de los médicos utiliza el 'e-mail' para comunicarse con sus pacientes. Esta cifra asciende al 25% cuando se trata de profesionales estadounidenses. Sin embargo, la escasa seguridad que presentan los correos electrónicos y la falta de una estructura que mejoren su confidencialidad son algunos de los aspectos que todavía hay que mejorar para que esta herramienta sea aceptada por la mayoría de los facultativos.
Tras revisar los estudios realizados entre 1980 y 2003 sobre la comunicación a través del correo electrónico, los autores de este análisis, publicado en 'British Medical Journal', explican que esta herramienta no se ve como un sustituto sino como un suplemento de la actual consulta médica. Sin embargo, este sistema, a pesar de su bajo coste y de su gran potencial, sigue siendo escasamente utilizado por las organizaciones sanitarias.
Además, aunque una cuarta parte de los factultativos emplea el correo electrónico en sus consultas, la mayoría sólo establacen esta relación con una pequeña proporción de sus pacientes y generalmente cuando éstos así lo solicitan. Pero, ¿cuál es el tipo de paciente que el médico considera idóneo para la comunicación a través de la Red? Los estudios realizados sobre el tema llegan a la conclusión de que el criterio de selección no está claro.
No obstante, los profesionales de la salud no están cerrados en banda a la comunicación mediante el correo electrónico. Los facultativos ven esta herramienta útil para el manejo de algunas patologías crónicas, en la promoción de la educación al paciente, en la mejora de la continuidad de cuidados y en el aumento de la flexibilidad de respuesta ante situaciones no urgentes.
Como afirman los autores de esta revisión, Josip Car, del Departamento de Atención Primaria y Medicina Social del Imperial College de Londres (Inglaterra), y Aziz Sheikh, de la División de Salud Comunitaria de la Universidad de Edimburgo (Escocia), las ventajas no son sólo para los pacientes.
"Los médicos pueden consultar con sus colegas y otros profesionales para ofrecer una respuesta más sopesada", explican. Por otro lado, los 'e-mail' crean un registro impreso de las consultas y evitan posibles problemas realicionados con la legibilidad de las notas escritas a mano.
Todavía por resolver
Lo que más les preocupa a los médicos en cuanto a este tipo de comunicación es la protección de la confidencialidad, los potenciales errores y la responsabilidad. Pero también está la dificultad para identificar situaciones clínicas en las que el 'e-mail' tiende a ser poco competente y el reto de incorporar este sistema a su rutina diaria sin aumentar excesivamente la carga de trabajo.
Para que estas 'lagunas' en la relación médico-paciente a través del 'e-mail' se solventen es imprescindible la optimización del 'sofware', según indican los estudios realizados hasta la fecha.
Entre las mejoras que podrían llevarse a cabo está la adaptación de esta herramienta a cada organismo sanitario, la posibilidad de comunicación a través de diferentes sistemas operativos (Windows o Linux), la simplificación de los métodos de autentificación y la integración de los mensajes del correo electrónico dentro de los registros médicos.
Pero hay otros cambios que siguen pendientes como la posibilidad del uso de plantillas para las consultas por 'e-mail', la detección de virus, la automatización de funciones (como los mensajes automáticos de recepción tanto por parte del que recibe la pregunta como por el que recibe la respuesta) o el empleo mecánico de señales de alerta.
Los autores de esta revisión concluyen que la comunicación a través del correo eléctronico debería ser una opción más para la persona que demanda cuidados sanitarios y una ayuda para mejorar la relación médico-paciente. Para que exista una mayor fluidez en esta relación, será necesario renovar el sistema informático que sostiene la herramienta del 'e-mail' y también realizar unos protocolos que establezcan qué tipos de patologías son las idóneas para la comunicación por Internet.
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