Quizá haya que tocar fondo para poder tomar luego impulso
No es nuevo en la casa, sino todo lo contrario. Hasta su nombramiento para el cargo que ostenta desde antes de verano era uno más en la plantilla de profesores del Seminario y del Instituto Teológico de Palencia
Como el resto de los párrocos que hay en la provincia, es palentino, «y de la cantera», asegura. Nació en San Andrés de la Regla hace 41 años, una pequeña localidad al oeste de Saldaña y casi al límite con León. Desarrolló su labor como sacerdote en la Unidad Parroquial de La Serna, además de pasar una temporada en los pueblos de La Pernía. En su currículo también aparecen varios años, desde 1999, en la parroquia de San Lázaro de la capital.
¿De qué forma afronta este nuevo proyecto que ahora comienza?
Yo creo que el Seminario es algo muy importante, pese a que no nos encontramos en un momento demasiado bueno para las vocaciones. Los vientos no corren muy a favor. Pero bueno, afronto esta etapa con algo de miedo por la responsabilidad que supone la formación de los seminaristas, pero lo afronto también de forma colegiada, ya que es una responsabilidad compartida con el resto de la Diócesis. Y no es que me esté quitando el peso de encima, pero es una cuestión de todos, desde el obispo, a las parroquias.
En un símil futbolístico, a usted le ha tocado la cantera
Sí, pero en función de la Diócesis, no al servicio de ningún proyecto personal. Soy el entrenador, pero ni mucho menos el presidente.
Decía que no corren buenos tiempos
Sobre todo cuantitativamente. No hay que ser ciego para saber que en un seminario hay plazas para 30, 40 ó 50 seminaristas y que aquí tenemos poco más de media docena. Pero no es algo que ocurra sólo en Palencia. No se puede decir que el Seminario de Palencia se ha equivocado, sino que sucede en otras partes de la región y del país. Pero nos sentimos bien. Que somos siete viviendo en casa, pues bueno, encantados. Así la relación con los seminaristas es más cercana. Muchas veces les digo, pero si tenéis un profesor particular para cada uno.
Lo que sí es cierto es que la provincia de Palencia, pese a que está mal en el tema de vocaciones, tiene un nivel superior por población que otras provincias.
Sí, pero eso no es un consuelo para nosotros, porque Palencia ha sido una zona en la que antes había más. No sé las razones, quizá por el ambiente rural, porque la gente era más religiosa antes... no sé. Si te ibas a un pueblo te encontrabas con un puñado de religiosos. Pero claro, la densidad demográfica de los núcleos rurales no es lo que era. Si ahora hay sólo dos chicos por pueblo. Antes, había 60, así que casi siempre alguno acababa en el Seminario. Ahora no.
Y los 11 seminaristas que hay ahora (siete estudiando y otros cuatro en el año de Pastoral), ¿de dónde proceden, de la capital o de la provincia?
Mayoritariamente de la capital. Es una tendencia contraria a lo que sucedía antes. Ahora son nueve de la ciudad y otros dos de la provincia. De Becerril y de Herrera concretamente. El seminarista de Herrera antes era guardia civil. ¿Y por qué no? Ha visto que éste era el camino que quería elegir, ha pedido excedencia en el Cuerpo y ahora es seminarista.
Decía que no era responsabilidad suya el que hubiera pocos seminaristas en Palencia, pero, ¿qué ayudaría a que hubiera más?
Personalmente creo que los cristianos de verdad, que somos muchos, deberíamos tomárnoslo con más alegría, confesarlo. Un joven ahora no se siente orgulloso de ser cristiano, aunque vaya a misa y todo eso. Nos cuesta, incluso a los adultos. No sé... es que son muchas cosas. El ambiente que se vive, la crisis de las familias... Se respira un aire muy materialista.
¿La retirada de la Religión como asignatura obligatoria va a afectar a las vocaciones?
Es algo que tengo poco trabajado, pero no me da miedo. Mira, si nos aprietan un poco los tornillos igual espabilamos. Si el 80% de los españoles quiere que sus hijos vayan a clases de Religión y sale una medida de éstas, y nos da igual... Espero que nos clarifiquemos las cosas y nos replanteemos varias cuestiones. Igual para emerger con fuerza y tomar impulso tenemos que tocar fondo. Pero la educación es importante y sí nos va a afectar.
SIN GOTERAS
El nuevo rector del Seminario Mayor, que ya conocía la casa debido a su anterior etapa como profesor de la misma, destaca que la situación de esta institución y su edificio es envidiable. «No sé si habrá alguna residencia de estudiantes con el nivel del Seminario. El anterior rector lo ha dejado todo ordenado y sin goteras. Se marchó por el desgaste que se sufre con esta responsabilidad, y fue a ocupar mi puesto en la parroquia de San Lázaro», explica.
Una circunstancia que ha hecho que hasta el mes de septiembre, con el comienzo del curso, no intercambiaran sus puestos, pese a que el nombramiento se realizó antes de verano.
El cambio de ocupación principal, según Martínez, tiene sus pros y sus contras. «Ahora tengo un horario más rígido. Antes no decía eso de lo siento, me tengo que marchar porque la cena la tenemos a las ocho. Pero bueno, por otro lado, no tengo que ir a por el pan, o a hacer la compra al supermercado», confiesa con una sonrisa.
Como el resto de los párrocos que hay en la provincia, es palentino, «y de la cantera», asegura. Nació en San Andrés de la Regla hace 41 años, una pequeña localidad al oeste de Saldaña y casi al límite con León. Desarrolló su labor como sacerdote en la Unidad Parroquial de La Serna, además de pasar una temporada en los pueblos de La Pernía. En su currículo también aparecen varios años, desde 1999, en la parroquia de San Lázaro de la capital.
¿De qué forma afronta este nuevo proyecto que ahora comienza?
Yo creo que el Seminario es algo muy importante, pese a que no nos encontramos en un momento demasiado bueno para las vocaciones. Los vientos no corren muy a favor. Pero bueno, afronto esta etapa con algo de miedo por la responsabilidad que supone la formación de los seminaristas, pero lo afronto también de forma colegiada, ya que es una responsabilidad compartida con el resto de la Diócesis. Y no es que me esté quitando el peso de encima, pero es una cuestión de todos, desde el obispo, a las parroquias.
En un símil futbolístico, a usted le ha tocado la cantera
Sí, pero en función de la Diócesis, no al servicio de ningún proyecto personal. Soy el entrenador, pero ni mucho menos el presidente.
Decía que no corren buenos tiempos
Sobre todo cuantitativamente. No hay que ser ciego para saber que en un seminario hay plazas para 30, 40 ó 50 seminaristas y que aquí tenemos poco más de media docena. Pero no es algo que ocurra sólo en Palencia. No se puede decir que el Seminario de Palencia se ha equivocado, sino que sucede en otras partes de la región y del país. Pero nos sentimos bien. Que somos siete viviendo en casa, pues bueno, encantados. Así la relación con los seminaristas es más cercana. Muchas veces les digo, pero si tenéis un profesor particular para cada uno.
Lo que sí es cierto es que la provincia de Palencia, pese a que está mal en el tema de vocaciones, tiene un nivel superior por población que otras provincias.
Sí, pero eso no es un consuelo para nosotros, porque Palencia ha sido una zona en la que antes había más. No sé las razones, quizá por el ambiente rural, porque la gente era más religiosa antes... no sé. Si te ibas a un pueblo te encontrabas con un puñado de religiosos. Pero claro, la densidad demográfica de los núcleos rurales no es lo que era. Si ahora hay sólo dos chicos por pueblo. Antes, había 60, así que casi siempre alguno acababa en el Seminario. Ahora no.
Y los 11 seminaristas que hay ahora (siete estudiando y otros cuatro en el año de Pastoral), ¿de dónde proceden, de la capital o de la provincia?
Mayoritariamente de la capital. Es una tendencia contraria a lo que sucedía antes. Ahora son nueve de la ciudad y otros dos de la provincia. De Becerril y de Herrera concretamente. El seminarista de Herrera antes era guardia civil. ¿Y por qué no? Ha visto que éste era el camino que quería elegir, ha pedido excedencia en el Cuerpo y ahora es seminarista.
Decía que no era responsabilidad suya el que hubiera pocos seminaristas en Palencia, pero, ¿qué ayudaría a que hubiera más?
Personalmente creo que los cristianos de verdad, que somos muchos, deberíamos tomárnoslo con más alegría, confesarlo. Un joven ahora no se siente orgulloso de ser cristiano, aunque vaya a misa y todo eso. Nos cuesta, incluso a los adultos. No sé... es que son muchas cosas. El ambiente que se vive, la crisis de las familias... Se respira un aire muy materialista.
¿La retirada de la Religión como asignatura obligatoria va a afectar a las vocaciones?
Es algo que tengo poco trabajado, pero no me da miedo. Mira, si nos aprietan un poco los tornillos igual espabilamos. Si el 80% de los españoles quiere que sus hijos vayan a clases de Religión y sale una medida de éstas, y nos da igual... Espero que nos clarifiquemos las cosas y nos replanteemos varias cuestiones. Igual para emerger con fuerza y tomar impulso tenemos que tocar fondo. Pero la educación es importante y sí nos va a afectar.
SIN GOTERAS
El nuevo rector del Seminario Mayor, que ya conocía la casa debido a su anterior etapa como profesor de la misma, destaca que la situación de esta institución y su edificio es envidiable. «No sé si habrá alguna residencia de estudiantes con el nivel del Seminario. El anterior rector lo ha dejado todo ordenado y sin goteras. Se marchó por el desgaste que se sufre con esta responsabilidad, y fue a ocupar mi puesto en la parroquia de San Lázaro», explica.
Una circunstancia que ha hecho que hasta el mes de septiembre, con el comienzo del curso, no intercambiaran sus puestos, pese a que el nombramiento se realizó antes de verano.
El cambio de ocupación principal, según Martínez, tiene sus pros y sus contras. «Ahora tengo un horario más rígido. Antes no decía eso de lo siento, me tengo que marchar porque la cena la tenemos a las ocho. Pero bueno, por otro lado, no tengo que ir a por el pan, o a hacer la compra al supermercado», confiesa con una sonrisa.
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