Por qué tarifa plana barata
Marque un número telefónico. Escuche los sonidos que hace el auricular de su teléfono. Aguarde a que alguien descuelgue. En los viejos tiempos, una conversación telefónica era un circuito eléctrico privado: un bucle de cable de cobre literalmente dedicado en exclusiva a las dos personas en los extremos de la conversación.
El sistema telefónico era una gigantesca máquina de conectar cables unos con otros de forma organizada, para que cualquier abonado de la red pudiese establecer un circuito con cualquier otro.
Al principio eran señoras con cables las que se encargaban; se llamaban telefonistas y las ha visto usted en las películas antiguas. Luego, ingeniosas máquinas automatizaron el procedimiento.
Hace tiempo que esto ya no es así. Ahora un ordenador toma las palabras de su boca, las comprime, las convierte en pequeños paquetitos y las envía por diferentes rutas rebotando de ordenador en ordenador hasta que llegan a su destino, donde otra computadora recompone el discurso para que lo escuche su interlocutor.
Como en Internet Si el proceso suena conocido es porque es muy similar al modo de funcionamiento de Internet. La red telefónica es hoy en día una versión industrial y con peajes de Internet. De donde se deduce que se puede hacer en Internet lo mismo que hace la red telefónica, o sea , hablar por teléfono, con la diferencia de que el precio ya está incluido en su tarifa plana. En otras palabras, es gratis, o casi.
Menos costes Éste es el pequeño y oscuro secreto que las telefónicas no quieren comunicarle a usted. Idealmente, ellas mismas acabarán utilizando la tecnología IP para llevar las llamadas telefónicas, rebajando así sus costes. Pero repercutirán los ahorros sobre la tarifa que usted paga como crean conveniente (o como la CMT les permita).
El único problema es que es tarde para eso. Existen programas en la Red que permiten realizar llamadas desde su ordenador, desde un teléfono normal o desde un cacharro específico (que hay que comprar aparte) a precios ridículos. Incluso gratis, dado que usted ya está pagando su acceso a la Red. La calidad de estas llamadas no es tan perfecta como la de una llamada oficial, pero es más que suficiente... y el precio es mucho, pero que mucho más interesante, especialmente en las llamadas internacionales.
Pagar lo mismo De donde se deduce que usted lo que quiere es una tarifa plana de acceso a Internet. Para poder hacer llamadas las 24 horas del día. Para poder recibirlas. Para poder hacer videollamadas, por el mismo precio. Para pagar siempre exactamente lo mismo sin tener en cuenta el tiempo que gastemos hablando con quien está lejos.
A nuestras telefónicas, que ganan mucho dinero con esas llamadas de larga distancia, no les hace gracia. Por eso ofrecen accesos a la Red reducidos en el tiempo. Por eso incluyen llamadas locales o provinciales en sus ofertas: para no rebajar los precios del acceso de banda ancha de 24 horas. Cualquier cosa para estirar su chollo. Para que no descubramos la verdad.
El sistema telefónico era una gigantesca máquina de conectar cables unos con otros de forma organizada, para que cualquier abonado de la red pudiese establecer un circuito con cualquier otro.
Al principio eran señoras con cables las que se encargaban; se llamaban telefonistas y las ha visto usted en las películas antiguas. Luego, ingeniosas máquinas automatizaron el procedimiento.
Hace tiempo que esto ya no es así. Ahora un ordenador toma las palabras de su boca, las comprime, las convierte en pequeños paquetitos y las envía por diferentes rutas rebotando de ordenador en ordenador hasta que llegan a su destino, donde otra computadora recompone el discurso para que lo escuche su interlocutor.
Como en Internet Si el proceso suena conocido es porque es muy similar al modo de funcionamiento de Internet. La red telefónica es hoy en día una versión industrial y con peajes de Internet. De donde se deduce que se puede hacer en Internet lo mismo que hace la red telefónica, o sea , hablar por teléfono, con la diferencia de que el precio ya está incluido en su tarifa plana. En otras palabras, es gratis, o casi.
Menos costes Éste es el pequeño y oscuro secreto que las telefónicas no quieren comunicarle a usted. Idealmente, ellas mismas acabarán utilizando la tecnología IP para llevar las llamadas telefónicas, rebajando así sus costes. Pero repercutirán los ahorros sobre la tarifa que usted paga como crean conveniente (o como la CMT les permita).
El único problema es que es tarde para eso. Existen programas en la Red que permiten realizar llamadas desde su ordenador, desde un teléfono normal o desde un cacharro específico (que hay que comprar aparte) a precios ridículos. Incluso gratis, dado que usted ya está pagando su acceso a la Red. La calidad de estas llamadas no es tan perfecta como la de una llamada oficial, pero es más que suficiente... y el precio es mucho, pero que mucho más interesante, especialmente en las llamadas internacionales.
Pagar lo mismo De donde se deduce que usted lo que quiere es una tarifa plana de acceso a Internet. Para poder hacer llamadas las 24 horas del día. Para poder recibirlas. Para poder hacer videollamadas, por el mismo precio. Para pagar siempre exactamente lo mismo sin tener en cuenta el tiempo que gastemos hablando con quien está lejos.
A nuestras telefónicas, que ganan mucho dinero con esas llamadas de larga distancia, no les hace gracia. Por eso ofrecen accesos a la Red reducidos en el tiempo. Por eso incluyen llamadas locales o provinciales en sus ofertas: para no rebajar los precios del acceso de banda ancha de 24 horas. Cualquier cosa para estirar su chollo. Para que no descubramos la verdad.
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