Si la gente cuidara de su salud, como hace con su coche, estaría más sana
Hans Hoogervorst, ministro de Sanidad Holandés, está convencido de que los ciudadanos son los principales responsables de su salud. Su país prepara para los próximos años campañas de prevención y educación con las que se pretende cambiar el estilo de vida. Comer menos y más sano, hacer ejercicio y reducir el consumo de tabaco, serán los mensajes principales que lanzarán a la población. Los niños son el otro objetivo prioritario y por ello los esfuerzos se centrarán en la promoción del consumo diario de leche y fruta en los colegios. Hay más, el ingrediente 'estrella' de la dieta mediterránea será protagonista de la nueva vida sana holandesa, bajo el nuevo lema de Hoogervorst: 'El aceite de oliva cada día mantiene lejos al médico'.
PREGUNTA. ¿Cuál es el diagnóstico sanitario holandés actual?
RESPUESTA. Nuestro sistema funciona razonablemente bien. Una de nuestras mayores preocupaciones de los últimos años han sido las listas de espera, que hemos logrado reducir, gracias a la inversión de miles de millones de euros. Ahora estamos más centrados en el gasto sanitario, que representa alrededor del 10% del Producto Interior Bruto. Es mucho, pero tenemos que tener en cuenta que contamos con muy buenos servicios para los cuidados de enfermedades crónicas. Una de las claves a la hora de reducir este gasto es controlar las visitas innecesarias a los médicos.
P.- Uno de los pilares de su política sanitaria pasa por responsabilizar a los ciudadanos de su propia salud, ¿cómo pretende llevar a cabo esta iniciativa?
R.-Para inculcar este nuevo concepto hemos tenido que poner en marcha diversos programas educacionales y de concienciación en torno a cuatro puntos clave: tabaco, dieta, obesidad y deporte. Para hacer llegar los mensajes correctos tenemos previsto lanzar una campaña educacional y de prevención masiva que empezará en las televisiones, siguiendo por los colegios públicos y privados. La población va a aprender, por ejemplo, las virtudes de la dieta mediterránea y del aceite de oliva. En este sentido, nuestro ministerio trabaja codo con codo con el Ministerio de Educación.
P.- ¿Cuáles son las prioridades en materia de prevención?
R.- La obesidad y la diabetes, ya que ambas están muy relacionadas. Unos 450.000 holandeses son diabéticos y estas cifras van a multiplicarse en las próximas décadas especialmente debido a la mala dieta y al poco ejercicio.
P.- Y en la población infantil.
R.- A base de educación. Los niños son los pilares de nuestra sociedad. Estamos muy pendientes de lo que ocurre en los colegios y en el entorno que rodea al menor. No queremos que las máquinas expendedoras vendan únicamente refrescos y aperitivos, sino que también queremos que empiecen a incluir leche, fruta u otros alimentos más sanos. No podemos prohibir estas bebidas o las grasas, pero sí podemos alertar sobre los problemas asociados a su abuso. Los niños deben tener variedad en su alimentación.
P.- ¿De quién es entonces la responsabilidad de educar a los niños hacia una vida saludable?
R.- Parte nuestra, pero también de los padres. La educación en casa es muy importante. Disponemos de la Fundación Holandesa de la Nutrición, subvencionada por el Gobierno, que se encarga de la difusión de los mensajes sobre hábitos saludables, a través de diferentes campañas publicitarias. Ahora está en marcha una sobre salud y alimentación, en la que se incluye un apartado especial sobre los comedores de los colegios.
P.- Cuénteme otra iniciativa.
R.-El proyecto 'colegios sanos,' que se puso en marcha ya hace muchos años con la leche. Los padres pagan una cantidad simbólica al año y sus hijos reciben leche diariamente en el colegio. En estos momentos estamos introduciendo fruta dos veces por semana.
P.-Más de 20.000 personas mueren cada año en Holanda por las consecuencias del tabaco, ¿qué está haciendo su Gobierno?
R.-Este año hemos adoptado medidas muy estrictas en cuanto al tabaco. Ya no se puede fumar en el trabajo y hemos subido los impuestos.
P.-Una meta a corto plazo de la sanidad holandesa.
R.-Reducir el gasto sanitario y aumentar la esperanza de vida, a través de la responsabilidad individual. Si la gente cuidara de su salud, como cuida su coche, estaría mucho más sana. Se preocupan del tipo de gasolina que le ponen, pero casi un 30% de los holandeses se mete humo en los pulmones, es incomprensible. Nos afecta a todos, Europa necesita responsabilidad individual para mantener los sistemas sanitarios.
PREGUNTA. ¿Cuál es el diagnóstico sanitario holandés actual?
RESPUESTA. Nuestro sistema funciona razonablemente bien. Una de nuestras mayores preocupaciones de los últimos años han sido las listas de espera, que hemos logrado reducir, gracias a la inversión de miles de millones de euros. Ahora estamos más centrados en el gasto sanitario, que representa alrededor del 10% del Producto Interior Bruto. Es mucho, pero tenemos que tener en cuenta que contamos con muy buenos servicios para los cuidados de enfermedades crónicas. Una de las claves a la hora de reducir este gasto es controlar las visitas innecesarias a los médicos.
P.- Uno de los pilares de su política sanitaria pasa por responsabilizar a los ciudadanos de su propia salud, ¿cómo pretende llevar a cabo esta iniciativa?
R.-Para inculcar este nuevo concepto hemos tenido que poner en marcha diversos programas educacionales y de concienciación en torno a cuatro puntos clave: tabaco, dieta, obesidad y deporte. Para hacer llegar los mensajes correctos tenemos previsto lanzar una campaña educacional y de prevención masiva que empezará en las televisiones, siguiendo por los colegios públicos y privados. La población va a aprender, por ejemplo, las virtudes de la dieta mediterránea y del aceite de oliva. En este sentido, nuestro ministerio trabaja codo con codo con el Ministerio de Educación.
P.- ¿Cuáles son las prioridades en materia de prevención?
R.- La obesidad y la diabetes, ya que ambas están muy relacionadas. Unos 450.000 holandeses son diabéticos y estas cifras van a multiplicarse en las próximas décadas especialmente debido a la mala dieta y al poco ejercicio.
P.- Y en la población infantil.
R.- A base de educación. Los niños son los pilares de nuestra sociedad. Estamos muy pendientes de lo que ocurre en los colegios y en el entorno que rodea al menor. No queremos que las máquinas expendedoras vendan únicamente refrescos y aperitivos, sino que también queremos que empiecen a incluir leche, fruta u otros alimentos más sanos. No podemos prohibir estas bebidas o las grasas, pero sí podemos alertar sobre los problemas asociados a su abuso. Los niños deben tener variedad en su alimentación.
P.- ¿De quién es entonces la responsabilidad de educar a los niños hacia una vida saludable?
R.- Parte nuestra, pero también de los padres. La educación en casa es muy importante. Disponemos de la Fundación Holandesa de la Nutrición, subvencionada por el Gobierno, que se encarga de la difusión de los mensajes sobre hábitos saludables, a través de diferentes campañas publicitarias. Ahora está en marcha una sobre salud y alimentación, en la que se incluye un apartado especial sobre los comedores de los colegios.
P.- Cuénteme otra iniciativa.
R.-El proyecto 'colegios sanos,' que se puso en marcha ya hace muchos años con la leche. Los padres pagan una cantidad simbólica al año y sus hijos reciben leche diariamente en el colegio. En estos momentos estamos introduciendo fruta dos veces por semana.
P.-Más de 20.000 personas mueren cada año en Holanda por las consecuencias del tabaco, ¿qué está haciendo su Gobierno?
R.-Este año hemos adoptado medidas muy estrictas en cuanto al tabaco. Ya no se puede fumar en el trabajo y hemos subido los impuestos.
P.-Una meta a corto plazo de la sanidad holandesa.
R.-Reducir el gasto sanitario y aumentar la esperanza de vida, a través de la responsabilidad individual. Si la gente cuidara de su salud, como cuida su coche, estaría mucho más sana. Se preocupan del tipo de gasolina que le ponen, pero casi un 30% de los holandeses se mete humo en los pulmones, es incomprensible. Nos afecta a todos, Europa necesita responsabilidad individual para mantener los sistemas sanitarios.
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