Críticas a los cuidados que reciben los pacientes tras un cáncer

Una encuesta de la Fundación Lance Armstrong sobre las necesidades de los pacientes que superan un cáncer ha provocado la publicación de un editorial en la 'The Lancet' sobre los nuevos retos que plantea esta enfermedad.

Las estadísticas dicen que el número de personas que sobreviven más de cinco años después de un diagnóstico de cáncer ha aumentado espectacularmente en los últimos años. Sólo en Estados Unidos, este batallón de 'supervivientes' se ha multiplicado por tres desde 1971 y su número sigue aumentando un 2% cada año.

Pero estas buenas noticias enfrentan a la sociedad y a las autoridades sanitarias a nuevos retos que, de momento, no parecen encontrar un acomodo definitivo en la práctica clínica. "¿Pueden estos pacientes retomar los pedazos de su vida después de su enfermedad como si nada hubiese pasado?", se pregunta el editorial.

La reacción de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) a la encuesta que denunciaba desatención en aspectos tan diversos como el económico, social o laboral, ha sido inmediata.

Según relata el artículo del Lancet, se ha creado un comité dedicado a 'cuidar' a los supervivientes y a 'vigilar' especialmente la aparición de recaidas o efectos secundarios derivados de los tratamientos. Pero también para atender los aspectos psicosociales y laborales que se alteran cuando alguien recibe un diagnóstico de este tipo. En definitiva, informar, educar, prevenir...

Sin embargo, las palabras no parecen suficientes y así lo pone también de manifiesto el editorialista, con críticas muy directas a las políticas de "palabrería". "No basta con decir que hay problemas, díganos qué van a hacer al respecto", ha dicho, por ejemplo, la directora de la Oficina de Supervivientes del Cáncer de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, Julia Rowland.

Y es que, como señala el artículo, la mayor parte de los retos a los que se enfrenta una persona que ha logrado superar un cáncer se refieren a su vida diaria, "así que optemos por estrategias de sentido común para atenderles". "Los actuales tratamientos médicos están permitiendo salvar un número de vidas sin precedentes hasta ahora. Es el momento de trasladar el mismo nivel de atención a las necesidades que afectan a su calidad de vida", concluye el editorial.