La OMS pide 30 millones para ayuda básica sanitaria

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cifrado hoy en 40 millones de dólares (unos 30 millones de euros) los fondos económicos que hacen falta para cubrir las necesidades sanitarias básicas de las víctimas de la catástrofe generada por el terremoto y maremoto registrados el pasado domingo en Asia sudoriental.

La institución internacional ha hecho un llamamiento a "actuar con urgencia" para afrontar las necesidades de salud pública más inmediatas de la población afectada, como disponer de agua no contaminada, cobijo, alimentos, saneamiento y atención sanitaria.

Aunque la información disponible sobre las zonas devastadas "sigue siendo escasa", las estimaciones preliminares de las consecuencias humanas de la catástrofe que realizan en estos momentos tanto la OMS como otros organismos asociados de Naciones Unidas y ONGs cifran el número de personas muertas en 80.000 y en 300.000 los heridos, muchos de los cuales precisan de atención médica o quirúrgica urgente.

Además, los que han conseguido sobrevivir se ven amenazados por enfermedades transmisibles o por la agravación de afecciones previas, ya que en toda la costa de Aceh (Indonesia) no hay electricidad ni combustible y sólo funciona un hospital, mientras que al gran parte de las infraestructuras sanitarias públicas en la costa de Sri Lanka están dañadas, y las que funcionan están colapsadas por la llegada de heridos y el personal sanitario trabaja sin descanso.

Para tratar de paliar esta situación y evitar que se puedan producir epidemias, diarreas y disentería, la OMS ha desplegado equipos de emergencia en los países más gravemente afectados, Indonesia, Sri Lanka y Maldivas, que están estimando los daños sufridos por las infraestructuras sanitarias y determinando las necesidades de las poblaciones en cuanto a suministros médicos y atención de salud.

Entre las actuaciones prioritarias, el organismo sitúa la asistencia médica a los cientos de miles de heridos, asegurar el abastecimiento de agua no contaminada en cantidad suficiente para las poblaciones afectadas, campamentos y asentamientos temporales; e impedir que quienes han perdido sus hogares vivan en condiciones antihigiénicas o peligrosas.

Malaria y fiebre amarilla

En este sentido, ha solicitado que se refuerce la vigilancia de las enfermedades que pueden adquirir dimensiones de epidemia, en particular la malaria y la fiebre amarilla, ya que las aguas estancadas crearán condiciones favorables para la reproducción de los mosquitos vectores y aumentarán el riesgo de epidemias entre la población que viva en condiciones de hacinamiento o en refugios provisionales.

La OMS destaca que en esas situaciones aumenta el riesgo de que contraigan infecciones respiratorias agudas, que fácilmente pueden provocar neumonías, una de las principales causas de mortalidad --especialmente entre niños y ancianos-- si no se tratan adecuadamente.

También considera imprescindible que la población afectada pueda disponer fácilmente de medicamentos esenciales, sales de rehidratación, soluciones intravenosas y otros artículos de importancia vital, así como atención sanitaria competente. Para ello, ya ha despachado 33 botiquines de emergencia con medicamentos y equipos básicos para atender a más de 330.000 personas durante tres meses.

Secuelas duraderas

El director general de la OMS, Jong-wook Lee, ha asegurado que el maremoto que golpeó las costas de Asia sudoriental hace cuatro días es la catástrofe natural "más grave que ha afectado a la región en mucho tiempo", y cuyas secuelas "durarán decenios". "Estoy profundamente conmocionado por la magnitud de la tragedia", ha declarado.

En un comunicado distribuido hoy por la OMS, Lee ha rendido un homenaje "especial" a quienes están trabajando "sin descanso en esos países para proporcionar atención y apoyo a los heridos y otros afectados por la catástrofe". "Las necesidades inmediatas son enormes, y también lo son las tareas a largo plazo de reconstrucción de las infraestructuras dañadas y proporcionar apoyo psicológico a las personas y las comunidades traumatizadas por la tragedia", concluye.