Un nuevo test mejora el diagnóstico del cáncer de vejiga
Un simple análisis de orina realizado en la consulta y cuyo resultado está disponible en menos de una hora podría sustituir a la citología para la detección del cáncer de vejiga. El ensayo, cuyos resultados publica esta semana la reviste 'Journal of the American Medical Association' (JAMA), demuestra una mayor eficacia del nuevo método y propone su utilización a partir de ahora en combinación con la cistoscopia.
Por ahora, el diagnóstico del cáncer de vejiga comienza con la realización de una citología de orina. Esta prueba consiste en la obtención de una muestra completa que es luego observada al microscopio en busca de células malignas. Si da positivo, el dianóstico de cáncer se confirma mediante una cistoscopia, en la que a través de la introducción de un tubo flexible de fibra óptica se visualiza el interior de la vejiga en busca de lesiones tumorales.
Este método que combina dos pruebas no es el más ideal por varios motivos. La citología es una prueba molesta, que hay que enviar a un laboratorio especial, es cara, el resultado puede tardar hasta una semana y frecuentemente da negativo aunque realmente haya un tumor, es decir tiene una baja sensibilidad (inferior al 15%).
La cistoscopia con biopsia de la lesión sospechosa es por el momento la prueba estándar del diagnóstico. Sin embargo, tampoco es infalible ya que a veces no evidencia la lesión porque ésta se confunde con la mucosa normal o por la existencia de sangre en la orina que impide su visualización.
Un método más fiable y barato
Esto es lo que pedían la mayoría de los especialistas y este ensayo indica que están en buen camino. Se utilizó como marcador tumoral la proteína NMP22, una molécula descubierta mediante proteómica que es específica del cáncer de vejiga.
Para probar su eficacia se seleccionó a 1.331 pacientes de 23 hospitales de 10 estados de EEUU con alta sospecha de cáncer vesical. Ésta se basaba en la existencia de hematuria (sangre en la orina), el síntoma más frecuente de este tumor, así como la asociación de algún factor de riesgo como ser mayor de 60 años o fumar (el 50% de estas neoplasias se da en fumadores).
A todos los sujetos se les recogió una micción completa y la mitad de esta muestra fue utilizada para detección de NMP22, mientras que el resto se envió para citología. Todos los pacientes fueron sometidos posteriormente a cistoscopia.
Se identificaron un total de 79 cánceres de vejiga. El NMP22 fue positivo en 44 de los 79 pacientes (lo que supone una sensibilidad del 55,7%) mientras que la citología sólo fue positiva en 12 (sensibilidad del 15,8%).
La especificidad fue sin embargo superior para la citología (99,2%, lo que significa que casi el 100% de los sujetos con citología anormal tiene cáncer) frente al nuevo test, que sólo alcanzó el 85,7%.
Incluso superó a la cistoscopia
El marcador proteómico llegó incluso a identificar cuatro tumores que no fueron descubiertos por el cistoscopio, incluidos tres que invadían la capa muscular y un carcinoma 'in situ' es decir en fase precoz.
Por el momento, el NMP22 es el único marcador aprobado por la FDA (agencia americana del medicamento) para el diagnóstico inicial del cáncer de vejiga. Tal y como afirman los autores del estudio, esta nueva proteína debe ser empleada en combinación con la cistoscopia, con lo que el diagnóstico de este tumor sigue siendo engorroso.
Sin embargo, a partir de ahora, la citología vesical podría tener los días contados, sobre todo si los resultados del NMP22 se confirman en otros grupos de pacientes con diferentes factores de riesgo.
Por ahora, el diagnóstico del cáncer de vejiga comienza con la realización de una citología de orina. Esta prueba consiste en la obtención de una muestra completa que es luego observada al microscopio en busca de células malignas. Si da positivo, el dianóstico de cáncer se confirma mediante una cistoscopia, en la que a través de la introducción de un tubo flexible de fibra óptica se visualiza el interior de la vejiga en busca de lesiones tumorales.
Este método que combina dos pruebas no es el más ideal por varios motivos. La citología es una prueba molesta, que hay que enviar a un laboratorio especial, es cara, el resultado puede tardar hasta una semana y frecuentemente da negativo aunque realmente haya un tumor, es decir tiene una baja sensibilidad (inferior al 15%).
La cistoscopia con biopsia de la lesión sospechosa es por el momento la prueba estándar del diagnóstico. Sin embargo, tampoco es infalible ya que a veces no evidencia la lesión porque ésta se confunde con la mucosa normal o por la existencia de sangre en la orina que impide su visualización.
Un método más fiable y barato
Esto es lo que pedían la mayoría de los especialistas y este ensayo indica que están en buen camino. Se utilizó como marcador tumoral la proteína NMP22, una molécula descubierta mediante proteómica que es específica del cáncer de vejiga.
Para probar su eficacia se seleccionó a 1.331 pacientes de 23 hospitales de 10 estados de EEUU con alta sospecha de cáncer vesical. Ésta se basaba en la existencia de hematuria (sangre en la orina), el síntoma más frecuente de este tumor, así como la asociación de algún factor de riesgo como ser mayor de 60 años o fumar (el 50% de estas neoplasias se da en fumadores).
A todos los sujetos se les recogió una micción completa y la mitad de esta muestra fue utilizada para detección de NMP22, mientras que el resto se envió para citología. Todos los pacientes fueron sometidos posteriormente a cistoscopia.
Se identificaron un total de 79 cánceres de vejiga. El NMP22 fue positivo en 44 de los 79 pacientes (lo que supone una sensibilidad del 55,7%) mientras que la citología sólo fue positiva en 12 (sensibilidad del 15,8%).
La especificidad fue sin embargo superior para la citología (99,2%, lo que significa que casi el 100% de los sujetos con citología anormal tiene cáncer) frente al nuevo test, que sólo alcanzó el 85,7%.
Incluso superó a la cistoscopia
El marcador proteómico llegó incluso a identificar cuatro tumores que no fueron descubiertos por el cistoscopio, incluidos tres que invadían la capa muscular y un carcinoma 'in situ' es decir en fase precoz.
Por el momento, el NMP22 es el único marcador aprobado por la FDA (agencia americana del medicamento) para el diagnóstico inicial del cáncer de vejiga. Tal y como afirman los autores del estudio, esta nueva proteína debe ser empleada en combinación con la cistoscopia, con lo que el diagnóstico de este tumor sigue siendo engorroso.
Sin embargo, a partir de ahora, la citología vesical podría tener los días contados, sobre todo si los resultados del NMP22 se confirman en otros grupos de pacientes con diferentes factores de riesgo.
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