Un funeral cierra los actos en recuerdo por las víctimas del 11-M
Los actos en memoria de las víctimas del 11-M se han cerrado con un funeral en la catedral de la Almudena al que asistió toda la Familia Real. El cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, ofició la ceremonia, en la que dijo que el terrorismo no tiene ni tendrá nunca la última palabra ni en la vida de los pueblos ni en la determinación de sus destinos; tampoco en España.
Más de mil personas, la mitad de ellos familiares de las víctimas, asistieron al oficio religioso en memoria de las 192 personas que murieron hace un año.
Los presentes recibieron con aplausos a los Reyes a su llegada al templo. Previamente, Rouco Varela había dado la bienvenida a los miembros de la Familia Real en las escaleras del acceso principal a la catedral y les acompañó hasta el lugar reservado para ellos a la derecha del altar.
El silencio y la emoción contenida sin que, en ocasiones, se pudieran evitar las lágrimas dominaron en un funeral, que comenzó después de que se escucharan los acordes del himno nacional cuando la Familia Real hizo su entrada en el templo.
En su homilía el arzobispo de Madrid aludió al último libro de Juan Pablo II, "Memoria e identidad" cuando el pontífice habla sobre las "ideologías del mal", y señala entre ellas "las teorías contemporáneas que pretenden justificar y/o explicar el terrorismo actual, encubriendo el odio que las alimenta".
"Hace un año, dijo, nos reuníamos en esta catedral de Nuestra Señora de La Almudena como los hijos que, ante un enorme drama, se aprietan junto a su madre para mitigar el dolor y enjugar sus lágrimas".
El arzobispo de Madrid agregó que "hoy como ayer recurrimos a la plegaria y a la comunión fraterna que Cristo ha establecido entre los hombres para consolarnos mutuamente con la certeza de que la muerte no es la última realidad de la vida humana".
Asistentes a la ceremonia
Toda la Familia Real -los Reyes, los Príncipes de Asturias y los Duques de Lugo y Palma- asistieron al funeral, que empezó a las ocho de la tarde y se prolongó durante algo más de una hora.
Asistió tambien el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa, además de los ministros de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, y de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. También estuvo el presidente del PP, Mariano Rajoy.
Los presidentes del Congreso y el Senado, Manuel Marín y Javier Rojo; del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando; del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas; del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, y el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, estuvieron también en este funeral por las víctimas del 11-M, junto a otras autoridades civiles, militares y de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid.
En los bancos de La Almudena estuvieron asimismo los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC.OO., José María Fidalgo, y el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares.
También han acudido, a título personal, heridos en los atentados y familiares de víctimas. A las puertas del templo, centenares de personas permanecían en la calle, al no poder acceder a su interior.
Concentraciones silenciosas
Los Reyes hacen la ofrenda floral en el Bosque de los Ausentes. (EFE)
Los Reyes hacen la ofrenda floral en el Bosque de los Ausentes. (EFE)
Millones de personas han recordado en concentraciones silenciosas celebradas a mediodía en todas las ciudades españolas, a las 191 personas asesinadas el 11-M. A la misma hora, los Reyes de España se sumaban a su silencio e inauguraban en el Parque del Retiro de Madrid el Bosque de los Ausentes, 192 cipreses y olivos en memoria de los fallecidos -la cifra incluye el 'geo' muerto en Leganés el 3 de abril-.
Las puertas de los Ayuntamientos y otras instituciones oficiales, los centros de trabajo, las calles y plazas de las ciudades fueron el escenario de las concentraciones de cinco minutos, convocadas por el Gobierno y la Federación de Municipios, y que estuvieron acompañadas por la interrupción de diversos servicios de transporte y de la actividad de comercios y empresas.
A la misma hora, en el Retiro, los Reyes han presidido el acto con una ofrenda floral. Les acompañaban los Príncipes de Asturias, los presidentes del Gobierno, Congreso y Senado y representantes de los partidos políticos, entre ellos el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y los dirigentes madrileños Aguirre y Gallardón.
También han acudido mandatarios extranjeros como el Rey de Marruecos, que ha viajado a España expresamente para la ocasión, y una veintena de jefes de Estado y de Gobierno que han asistido a la Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad que se celebra desde el día 8.
Entre ellos figura el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan; el presidente de Afganistán, Hamid Karzai; el presidente de Senegal, Adboulay Wade; el de Mauritania, Maauiya Uld id Ahmed Taya; el presidente de Portugal, Jorge Sampaio; el Gran Duque de Luxemburgo; el Alto Representante de la UE para la política exterior y de seguridad, Javier Solana; el presidente del Parlamento Europeo, José Borrell; y los embajadores de los dieciséis países que perdieron a alguno de sus ciudadanos en los atentados.
Homenaje desde las 7.37
En los trenes de cercanías se ha recordado a las víctimas. (Foto: EFE)
En los trenes de cercanías se ha recordado a las víctimas. (Foto: EFE)
El aniversario comenzó en Madrid muy temprano, a la misma hora en que se produjeron los atentados: las 7.37 de la mañana. En ese momento comenzaron a doblar las campanas de las 650 iglesias de la ciudad.
Mientras, en la Puerta del Sol, ante la fachada de la sede del Gobierno regional, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, depositaba una corona de laurel, acompañada por representantes de las víctimas.
Con las banderas de todos los edificios oficiales a media asta, se guardaron cinco minutos de silencio a la misma hora de los atentados, que también se repitieron en los escenarios de la tragedia.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y varios concejales participaron junto a muchos ciudadanos en los cinco minutos de silencio guardados en la estación de Atocha a partir de las 7.37 horas.
Aunque el movimiento de trenes era normal a esa hora, el ambiente entre los viajeros era diferente y emotivo, y el recuerdo de lo ocurrido se reflejaba en el rostro de los pasajeros que subían y bajaban de los convoyes.
Más de mil personas, la mitad de ellos familiares de las víctimas, asistieron al oficio religioso en memoria de las 192 personas que murieron hace un año.
Los presentes recibieron con aplausos a los Reyes a su llegada al templo. Previamente, Rouco Varela había dado la bienvenida a los miembros de la Familia Real en las escaleras del acceso principal a la catedral y les acompañó hasta el lugar reservado para ellos a la derecha del altar.
El silencio y la emoción contenida sin que, en ocasiones, se pudieran evitar las lágrimas dominaron en un funeral, que comenzó después de que se escucharan los acordes del himno nacional cuando la Familia Real hizo su entrada en el templo.
En su homilía el arzobispo de Madrid aludió al último libro de Juan Pablo II, "Memoria e identidad" cuando el pontífice habla sobre las "ideologías del mal", y señala entre ellas "las teorías contemporáneas que pretenden justificar y/o explicar el terrorismo actual, encubriendo el odio que las alimenta".
"Hace un año, dijo, nos reuníamos en esta catedral de Nuestra Señora de La Almudena como los hijos que, ante un enorme drama, se aprietan junto a su madre para mitigar el dolor y enjugar sus lágrimas".
El arzobispo de Madrid agregó que "hoy como ayer recurrimos a la plegaria y a la comunión fraterna que Cristo ha establecido entre los hombres para consolarnos mutuamente con la certeza de que la muerte no es la última realidad de la vida humana".
Asistentes a la ceremonia
Toda la Familia Real -los Reyes, los Príncipes de Asturias y los Duques de Lugo y Palma- asistieron al funeral, que empezó a las ocho de la tarde y se prolongó durante algo más de una hora.
Asistió tambien el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa, además de los ministros de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, y de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. También estuvo el presidente del PP, Mariano Rajoy.
Los presidentes del Congreso y el Senado, Manuel Marín y Javier Rojo; del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando; del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas; del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, y el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, estuvieron también en este funeral por las víctimas del 11-M, junto a otras autoridades civiles, militares y de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid.
En los bancos de La Almudena estuvieron asimismo los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC.OO., José María Fidalgo, y el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares.
También han acudido, a título personal, heridos en los atentados y familiares de víctimas. A las puertas del templo, centenares de personas permanecían en la calle, al no poder acceder a su interior.
Concentraciones silenciosas
Los Reyes hacen la ofrenda floral en el Bosque de los Ausentes. (EFE)
Los Reyes hacen la ofrenda floral en el Bosque de los Ausentes. (EFE)
Millones de personas han recordado en concentraciones silenciosas celebradas a mediodía en todas las ciudades españolas, a las 191 personas asesinadas el 11-M. A la misma hora, los Reyes de España se sumaban a su silencio e inauguraban en el Parque del Retiro de Madrid el Bosque de los Ausentes, 192 cipreses y olivos en memoria de los fallecidos -la cifra incluye el 'geo' muerto en Leganés el 3 de abril-.
Las puertas de los Ayuntamientos y otras instituciones oficiales, los centros de trabajo, las calles y plazas de las ciudades fueron el escenario de las concentraciones de cinco minutos, convocadas por el Gobierno y la Federación de Municipios, y que estuvieron acompañadas por la interrupción de diversos servicios de transporte y de la actividad de comercios y empresas.
A la misma hora, en el Retiro, los Reyes han presidido el acto con una ofrenda floral. Les acompañaban los Príncipes de Asturias, los presidentes del Gobierno, Congreso y Senado y representantes de los partidos políticos, entre ellos el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y los dirigentes madrileños Aguirre y Gallardón.
También han acudido mandatarios extranjeros como el Rey de Marruecos, que ha viajado a España expresamente para la ocasión, y una veintena de jefes de Estado y de Gobierno que han asistido a la Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad que se celebra desde el día 8.
Entre ellos figura el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan; el presidente de Afganistán, Hamid Karzai; el presidente de Senegal, Adboulay Wade; el de Mauritania, Maauiya Uld id Ahmed Taya; el presidente de Portugal, Jorge Sampaio; el Gran Duque de Luxemburgo; el Alto Representante de la UE para la política exterior y de seguridad, Javier Solana; el presidente del Parlamento Europeo, José Borrell; y los embajadores de los dieciséis países que perdieron a alguno de sus ciudadanos en los atentados.
Homenaje desde las 7.37
En los trenes de cercanías se ha recordado a las víctimas. (Foto: EFE)
En los trenes de cercanías se ha recordado a las víctimas. (Foto: EFE)
El aniversario comenzó en Madrid muy temprano, a la misma hora en que se produjeron los atentados: las 7.37 de la mañana. En ese momento comenzaron a doblar las campanas de las 650 iglesias de la ciudad.
Mientras, en la Puerta del Sol, ante la fachada de la sede del Gobierno regional, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, depositaba una corona de laurel, acompañada por representantes de las víctimas.
Con las banderas de todos los edificios oficiales a media asta, se guardaron cinco minutos de silencio a la misma hora de los atentados, que también se repitieron en los escenarios de la tragedia.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y varios concejales participaron junto a muchos ciudadanos en los cinco minutos de silencio guardados en la estación de Atocha a partir de las 7.37 horas.
Aunque el movimiento de trenes era normal a esa hora, el ambiente entre los viajeros era diferente y emotivo, y el recuerdo de lo ocurrido se reflejaba en el rostro de los pasajeros que subían y bajaban de los convoyes.
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