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MARSEL & CO

Seguros en el agua

Todos los veranos se saldan con las mismas cifras trágicas. Entre 70 y 100 niños se ahogan en piscinas o en el mar. Y estas tristes estadísticas no están disminuyendo con el paso del tiempo. En parte, porque no se terminan de adoptar las medidas preventivas que pueden evitarlo. Tampoco los adolescentes y los jóvenes secundan las reglas básicas para practicar de forma segura los deportes acuáticos de moda (el windsurf y las motos acuáticas son las actividades que ocasionan el mayor número de accidentes). Muchos de ellos siguen sin entender, además, que detrás de buena parte de estos incidentes está el consumo excesivo de alcohol y drogas. Las consecuencias son graves: hasta un 6% de las lesiones medulares que se producen todos los años en nuestro país se debe a zambullidas en piscinas, ríos o lagos. Dolores de espalda, contracturas, contusiones, esguinces, cortes de digestión, quemaduras, picaduras, además de un largo etcétera, son la otra cara del verano. Las campañas para concienciar a padres, bañistas y deportistas de que deben ser precavidos ya han empezado y con la misma perseverancia que en los años anteriores. Aprenda cómo disfrutar de esta temporada sin lamentarlo después y lea los consejos del doctor José Luis Doreste, medallista olímpico en clase Finn de vela.

Un año más. Otro verano en el que millones de turistas nacionales y extranjeros se pondrán a remojo en alguna de las 3.000 playas del litoral español o en las cerca de 580.000 piscinas públicas o privadas existentes (somos los segundos de Europa, tras Francia, en número de piletas). Pero, como todas las temporadas, las desgracias se contabilizarán por cientos.

Francisco Canes, presidente de la Asociación Estatal para la Defensa e Integración de Accidentados, (DIA) -entidad que ya en el mes de marzo presentó su campaña de prevención de accidentes en piscinas- afirma «que, desafortunadamente, los casos de ahogamiento en menores (más de 100 al año, además de que un 60% de los que sobreviven quedará con secuelas irreversibles) son similares todas las temporadas, sobre todo entre los que tienen entre uno y cuatro años. Un síntoma que delata que no se está haciendo prevención».

El 86% de los fallecimientos en el agua se produce en instalaciones privadas y «se debe mayoritariamente a la falta de vigilancia», apunta el presidente de DIA.

De hecho, y tal y como advierte la Academia Americana de Pediatría, «la mitad de los menores víctimas de ahogamiento fue visto dentro de la casa la última vez antes de producirse el incidente. Además, un 23% estaba previamente en el porche, en el patio o en el césped». Por si fuera poco, en la mayoría de las ocasiones no se llega a tiempo. Un 77% de los fallecidos fueron perdidos de vista tan sólo cinco minutos, o menos, antes de encontrarlos flotando o sumergidos en el agua, tal y como apunta el organismo estadounidense.

La primera regla de oro que postulan, tanto Canes como las instituciones que ya han lanzado sus consejos preventivos para esta temporada estival -Cruz Roja, por ejemplo, la ha bautizado 'Quiérete mucho este verano'-, es que los adultos nunca pierdan de vista a los menores.

Que los padres se responsabilicen de sus hijos es el mensaje que reitera Alberto García Sanz, de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo. «Donde hay agua hay peligro. Desgraciadamente, se siguen ahogando los más pequeños. Hay menores de dos años que se han muerto porque sus progenitores piensan que en piscinas de escasa profundidad no pasa nada. Pero se caen y se ahogan. Además, delegan esta función en un socorrista que puede estar atendiendo a alguien o mirando a otro lado. Y no todas las instalaciones cuentan con equipo de salvamento. Cada comunidad autónoma tiene una legislación que determina si estos profesionales tienen o no que estar en piscinas comunitarias. Depende del número de vecinos».

Para el presidente de DIA, la lista de medidas preventivas para proteger a los más pequeños se completa con «quitar las depuradoras durante el baño, prohibir juegos peligrosos en su interior y, sobre todo, haciendo lo posible para que aprendan a nadar cuanto antes». Es imprescindible, también, cercar las piletas con vallas de más de un metro de altura que lleven cierres de seguridad de difícil apertura.

BAÑO SEGURO

Pese a que la mayoría de las personas está convencida de saber de sobra qué debe hacer antes de introducirse en el agua para no sufrir ningún percance se siguen cometiendo los mismos errores. De hecho, todavía hoy, y según Cruz Roja, «la razón fundamental de los accidentes que se producen en verano se debe a la imprudencia de bañistas y deportistas». La otra causa es el consumo excesivo de alcohol y drogas antes del 'chapuzón'.

Más de la mitad de las personas que se ahogan había bebido alcohol previamente, según el Informe de Seguridad en el Agua del Cuerpo de Ingenieros de la Armada de EEUU. Algunos de los consejos emitidos por el Ayuntamiento de Barcelona, que le ayudarán a refrescar la memoria sobre cómo bañarse de forma segura:

- No entre súbitamente al agua si ha tomado el sol o hace mucho calor.

- Consulte las corrientes de las mareas antes de sumergirse.

- Extreme las precauciones con los flotadores y las colchonetas. La resaca puede arrastrarle mar adentro.

- Respete las advertencias de los socorristas y los colores de las banderas colacadas en la playa sobre el estado de la mar (verde: calma; amarilla: precaución. roja: peligro).

- Evite las insolaciones protegiéndose la cabeza y preserve su piel de los rayos solares.

- Cuidado con las medusas. No se sumerja en el mar cuando hay un exceso de ellas. Aléjese de erizos, rayas o peces escorpión si percibe su presencia.

- No nade en aguas contaminadas.

- Salga del agua en cuanto se sienta mal.

- Haga la digestión antes de darse un baño.

TRAMPOLINES

Varón, de entre 15 y 25 años, es el perfil del 80% de los que se quedan postrados de por vida en una silla de ruedas por culpa de tirarse de cabeza (con o sin trampolín) en piscinas o zonas de baño no recomendadas. G.M.L, de 20 años, es uno de ellos. «Nunca me preocupé de que me fuera a pasar nada, me tiré de cabeza en un río, no cubría ... desde entonces aquí estoy sentado. Me he enterado de muchos casos como el mío o de chicos que se han lanzado al agua bebidos o drogados. Pediría a todos que fueran más prudentes. Nadie quiere estar aquí, donde estoy yo, por una estupidez», se lamenta este jóven.

La Federación Española de Salvamento y Socorrismo cifra en 50 los casos de lesiones medulares que se producen cada año en nuestro país por zambullidas imprudentes, lo que supone un 6% del conjunto de las que se registran en dicho periodo de tiempo.

Precisamente, la revista 'Pediatrics' publica en su número de julio un artículo en el que compara la incidencia de lesiones ocasionadas por los trampolines de palanca y las grandes superficies fijas de salto en la población estadounidense entre 1990 y 2002. Pese a que los participantes tenían entre uno y 80 años, la mayoría de los accidentados no había cumplido la mayoría de edad.

Los resultados revelan que los más pequeños, de entre uno y seis años, tienen más riesgo de sufrir incidentes en los aparatos de palanca que en los fijos. La mayoría de las lesiones fueron laceraciones en la cabeza mientras que las heridas en las extremidades inferiores afectaron en mayor medida a los que tenían entre 6 y 17 años.

Uno de los datos más importantes es que la mayoría de los trampolines de palanca estaba instalado en piscinas privadas. Los propios autores del trabajo, dirigidos por Brenda Shields, del Instituto de Investigación Infantil Columbus en Ohio, destacan en sus conclusiones «que el tipo de daños ocasionados por ambos tipos de trampolín son similares. El uso de los más grandes por parte de la población infantil debe realizarse siguiendo las recomendaciones oficiales de la Academia Americana de Pediatría».

Insisten, además, que se debe ser «muy cauto con este tipo de aparatos para el ocio de los más pequeños». Otros trabajos recogidos en la misma publicación han lanzado mensajes más alarmantes, como es el firmado por Gary Smith, del departamento de Pediatría de la Universidad de Ohio.

Tras realizar una investigación retrospectiva en la que se examinaron los casos de lesiones por trampolines en niños de 8 años o menores, se constató un aumento de las mismas de un 98% desde 1990 a 1995. «Los menores no deberían usarlos y su venta para el uso recreativo privado debería estar prohibida», sentencia el investigador Smith. Hay que reparar, también, en que los resbalones al borde las piscinas es otra de las razones frecuentes de traumatismos.

Las medidas aconsejadas por el Hospital de Parapléjicos de Toledo para evitar lesiones graves cuando nos lanzamos al agua son:

- Nunca se tire de cabeza en un lugar desconocido. Sumérjase con calma y precaución.

- Si al final lo hace, conviene conocer antes la profundidad y características del fondo del río, piscina o mar donde se zambulla.

- Coloque los brazos como una prolongación del cuerpo, protegiendo el cuello y la cabeza.

EMBARCACIONES

Una de las aficiones más frecuentes entre los que prefieren el mar a la montaña suele ser el uso de embarcaciones. Pero el placer de navegar puede verse truncado si no se respetan unas normas básicas. Un dato orientativo.

El Hospital Infantil Phoenix, de EEUU, asegura que un 75% de las personas que fallecen en el agua y, en las que también está involucrada una embarcación, no llevaba chaleco salvavidas.

Los propios Centros de Control de Enfermedades de EEUU informaron que, en 2002, los guardacostas recibieron aviso de incidentes en 5.705 embarcaciones con un total de 4.042 personas involucradas y 750 muertos.

Estas son algunas de las recomendaciones de la Sociedad Española de Salvamento Marítimo antes de hacerse a la mar:

- No salga solo. Establezca un sistema de señales.

- Respete a los bañistas y a las otras embarcaciones. Nunca suponga que le han visto y maniobrará adecuadamente.

- Nunca salga al atardecer.

- No se aleje de la costa innecesariamente.

- Es fundamental llevar chalecos salvavidas del tamaño adecuado.

- Cuidado con la deshidratación y la insolación.

- Revise las condiciones climatológicas antes de iniciar la travesía.

DEPORTES

Surf, kite-surf, buceo, bodyboard, hydrospeed, son los nombres de algunas de las actividades deportivas acuáticas que están de moda. Pero la práctica de cualquiera de éstos y otros deportes requiere prudencia pero, sobre todo, y tal y como explica José Luis Doreste, especialista en Traumatología y Medicina Deportiva, además de medalla olímpica en clase Finn de vela, respeto.

«El consejo que daría a todos los que se inician en un deporte acuático es que respeten el entorno y los elementos, llámese mar río o viento. La pérdida del mismo suele ser la causa de los problemas. 'A posteriori', sobre todo en el mar, curar es mucho más difícil que prevenir», recuerda Doreste.

El medallista apunta que la introducción del kite-surf, «ha supuesto un incremento del riesgo de lesiones porque el control de la cometa no siempre es sencillo. No obstante, el hecho de que las autoridades hayan parcelado las zonas para practicarlo ha reducido mucho estas posibilidades».

Esta medida ha sido también muy útil en el caso de las motos acuáticas. «Desde que se ha legislado más su uso, el número de incidentes se ha reducido considerablemente», recuerda el presidente de DIA.

SURF Y WINDSURF
Encima de la cresta de la ola

LESIONES. Traumatismos y lesiones cortantes por golpes con las quillas, la punta o los bordes de la tabla son los daños más frecuentes entre los aficionados al surf o al windsurf, un colectivo en aumento. De hecho, y según Cruz Roja, se trata de una de las actividades acuáticas que más incidentes ocasiona. Las consecuencias más graves son las lesiones cervicales al caer de cabeza y golpearse en el fondo de zonas poco profundas. Otro tipo de daños son los esguinces en hombro, rodilla o tobillo y las lesiones musculares.

PARA QUÉ SIRVE. Aumenta la coordinación y el equilibrio corporal, además de ayudar a desarrollar toda la musculatura.

REGLAS DE ORO. Se debe practicar en playas despejadas de bañistas. No hay que alejarse de la costa. Hay que iniciarse en un centro especializado. No se puede coger cualquier ola, la prioridad siempre la tiene el surfista que se encuentra cerca del lugar donde ésta rompe. Es importante hacer ejercicios de precalentamiento antes de lanzarse al mar. No abandonar nunca la tabla en caso de accidente. Utilizar trajes isotérmicos contra el frío son algunas medidas protectoras.

ESQUÍ ACUÁTICO
Cómo deslizarse sobre el mar de forma segura

RIESGOS. El esquí náutico es una actividad que conlleva una serie de peligros; sobre todo en el caso del eslalon, porque la velocidad que toma el esquiador es el mayor de todos ellos.

El practicante de esta actividad deberá tener cuidados con lo saltos, ya que el impacto a la hora de aterrizar o una mala toma de la rampa pueden ocasionar lesiones que van desde una distensión de ligamentos, hasta una fractura.

PROTECCIÓN. Antes de lanzarse a practicar este deporte procure iniciarse en lagos o pantanos donde es más fácil mantener el equilibrio. Es imprescindible contar con el material adecuado: un par de esquís (y se podrá llevar uno cuando se conozca bien la técnica), chaleco salvavidas, 'palonnier' (asa donde se agarra el esquiador) y una cuerda de nailon trenzado. Opcionalmente, puede llevar casco, guantes y traje de neopreno.

NORMAS. Los usuarios de esta actividad deben tener la titulación adecuada. No pueden practicar esquí en zonas reservadas para bañistas o en aquéllas con alta concentración de embarcaciones.

Además del patrón de la embarcación debe haber alguien pendiente del esquiador. Es recomendable, también, no practicarlo cuando el mar esté muy revuelto.

BUCEO
Aprender a nadar bajo el agua en centros acreditados

MÁS GRAVES. La propia Mutualidad General Deportiva (MGD) asegura que el submarinismo «debe considerarse como una actividad acuática con un factor de riesgo importante, no por el número de accidentes que anualmente se producen sino por la entidad de los mismos». De hecho, y según datos de este organismo, en 2004, siete buceadores fallecieron y 15 sufrieron accidentes disbáricos (se denomina así a las consecuencias de someter el cuerpo a un aumento de la presión ambiental).

RECOMENDACIONES. Para la MGD, la actividad deportiva tiene que estar siempre tutelada por las Federaciones Deportivas. Debe practicarse en centros de buceo y clubes acreditados y con referencias de las federaciones a las que se esté afiliado, ya se practique en España o en el extranjero. Se requiere una preparación física adecuada en los días previos a los que se va a realizar la actividad. Cerciórese de la situación de la cámara hiperbárica más próximas. Revise bien sus botellas de oxígeno antes de sumergirse. Además, se debe bucear con un grupo mínimo de personas. El traje debe ajustarse perfectamente al cuerpo. En el 'snorkel', si no usa traje , explica Doreste, «esté atento a las medusas, este año son frecuentes en nuestras costas».

BARRANQUISMO
Peligros de los descensos con tirolina

DEPORTE DE RIESGO. El barranquismo es una de las actividades conocidas como de riesgo en la que, desafortunadamente, muchos se inician animados por amigos que, a su vez, fueron enseñados por otros. Este hecho conduce a muchos errores que ponen en peligro la vida de sus seguidores. Este deporte debe aprenderse en centros autorizados. En los barrancos es muy fácil que se desprendan piedras desde cierta altura.

MEDIDAS. También es frecuente golpearse la cabeza en un tobogán, un rapel o un salto, por lo que uso de casco es imprescindible, sobre todo si tenemos en cuenta que al estar en un medio acuático la pérdida de conocimiento por un golpe podría implicar morir ahogado.

Otro riesgo es el uso de material inadecuado, como las cuerdas. Dado que los barrancos son largos, muchos usan cuerdas de poco peso, pero éstas tienen poca resistencia. Es necesario, asimismo, llevar traje de neopreno y utilizar los anclajes adecuados.

Nunca se debe entrar en un barranco con malas condiciones metereológicas y no consuma alcohol y drogas antes del descenso: se puede poner en peligro al grupo.

«Vaya con guía», añade José Luis Doreste.

VELA
Buena preparación para evitar lesiones de espalda

PREPARACIÓN. La fuerza y la resistencia física, además de la destreza, son condiciones fundamentales para practicar la navegación a vela y evitar así las lesiones. De hecho, las posturas y movimientos frecuentes en la embarcación son factores de riesgo para padecer dolores de espalda, y sobrecargas en cervicales, hombros o cuello, por lo que es importante realizar un calentamiento adecuado. Además, es fundamental, dado que los golpes y movimientos en estas embarcaciones son comunes, que no existan piezas, ni tornillos o cantos pronunciados par evitar cortes. Otro aspecto importante es llevar consigo abundante agua para impedir la deshidratación.

PROTECCIÓN. El uso de gorras, gafas y cremas solares son elementales para no sufrir quemaduras e insolaciones. Y, sobre todo, como explica el doctor Doreste, «en vela, sin lugar a dudas, lo que debemos hacer sobre todo es tener la certeza de que podremos volver a Tierra. Mucha gente se pone a navegar o a intentarlo, sin darse cuenta de que el viento los aleja de la costa». Y no se olvide el chaleco salvavidas.

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