Blogia
MARSEL & CO

Ruiz-Gallardón : «El apoyo a Rajoy no debe ser sólo dialéctico, hay que dejar que forme su equipo»

Alberto Ruiz-Gallardón, 46 años, casado y con cuatro hijos. Empezó en política en el año 1983, en el Ayuntamiento de Madrid, y veinte años después volvió a la Casa de la Villa a ocupar el sillón consistorial. Un auténtico «animal» político que no deja indiferente a nadie. Tiene detractores en su propio partido y seguidores en otras opciones políticas. Su currículo electoral está plagado de éxitos. Fue ocho años presidente de la Comunidad de Madrid y consiguió la alcaldía también por mayoría absoluta. Controvertido y polémico, los que le conocen aseguran que es un hombre tímido al que le cuesta el contacto con la gente. Asumió el puesto de alcalde con algunas dudas, aunque dos años después dice estar fascinado con la política municipal. La llegada de Rajoy ha hecho que se implique más en el partido. Su posible salto a la política nacional le persigue como su sombra.

P. Planas/ J. Brandoli

Madrid. –¿Qué los Juegos de 2012 se celebren en Europa cierra las puertas a Madrid 2016?
–Yo la impresión que tengo después de hablar con los miembros del COI es que el primer criterio es que sea la mejor candidatura. Entre dos candidaturas iguales sí optarían por un nuevo continente. No vería especial dificultad en que Madrid 2016 pueda competir con una candidatura norteamericana, pero creo que quien tendría una buena oportunidad es una buena candidatura suramericana o africana. Dicho eso, hay que decir que ninguna candidatura de Suramérica fue considerada apta para competir por 2012. Tienen que reunir las condiciones mínimas para que el proyecto sea viable para el COI.
–Madrid, por tanto, se enfrentaría a ciudades norteamericanas y se lo plantearía si en 2016 existiera la percepción de que hay una ciudad suramericana, de Suráfrica o incluso Tokio, que se presenta con grandes opciones...
–Ése es el planteamiento que está en la cabeza de los que estamos al frente, pero no quiero comprometerme y tener opciones de maniobra. Tokio estaría muy cerca de Pekín 2008, y creo que tendría que tener un panorama más lejano. Mi impresión es que África tiene el reto del Mundial de fútbol de 2010. Ésta puede ser una fecha importante. África no estará en condiciones de presentar una candidatura viable hasta que no haya pasado este examen, lo que la aproximaría más a 2020. En el caso de Suramérica, sí creo que pueden articular una candidatura potente en 2016, lo que trae el problema añadido de que pescamos en el mismo río los dos.
–¿Harán algún evento internacional para suplir a Madrid 2012?
–No. Nosotros somos una ciudad consolidada. No tenemos idea de sustituir los Juegos por otra actividad o proyecto.
–¿Se presentaría Madrid a 2016 para ganar puntos para 2020?
–Si pensamos que en 2016 no vamos a ganar, nos presentaremos en otro momento.
–Todos los expertos reconocen que Londres no presentó el mejor proyecto y que la presencia de Blair fue definitiva. ¿Madrid ha aprendido que en una próxima aventura hace falta más peso político que un buen proyecto?
–El proyecto de Londres era espléndido, el problema es que era virtual. Como proyecto es formidable, pero frente a Madrid, que tiene el 80 por ciento hecho, Londres tiene el 80 por ciento por hacer. En ese sentido es en el que la presencia de Blair fue muy importante en Singapur. Una ciudad no tiene la suficiente credibilidad para asegurar que va a construir el 80 por ciento de las infraestructuras que se necesitan. Un país sí. El discurso de Blair fue garantizar que el proyecto era viable. Si hubiera sido sólo la ciudad la que se hubiera comprometido, hubiera generado dudas.
–Entonces, ¿ganó Blair?
–Blair no hizo la presentación, Chirac y Zapatero sí. Si hubiera ganado París hoy estaríamos hablando de la buena labor de Chirac. Hacer un análisis tras conocer los resultados es muy difícil.
–¿Qué es lo que más se valoró de Madrid, Samaranch o su proyecto olímpico?
–El apoyo de Samaranch fue clave y seguro que volveremos a contar con él cuando nos volvamos a presentar. Del proyecto lo que más se valoró fue el apoyo de todas las instituciones. Ése fue el principal activo de Madrid y estamos obligados a conservarlo.
–¿No llegó tarde el apoyo del Gobierno?
–Con toda sinceridad, creo que no. Ese apoyo lo recaba del Gobierno de Aznar, que nos apoyó constitucionalmente y vinculó al Ejecutivo con la candidatura, y tengo que decir que el Gobierno socialista coordinó el mismo apoyo que había iniciado Aznar.

Extraña votación. ¿Qué explicación tienen para que ni un solo voto de la candidatura de Nueva York recalara en Madrid?
–Esperábamos pasar la tercera votación habiendo tenido incluso menos votos de los que tuvimos en la segunda ronda. Ése es el análisis, pero es imposible saber los motivos de por qué los miembros del COI no nos votaron. Se produjeron cosas que cuesta explicar. Por ejemplo, Nueva York perdió tres votos entre la primera y la segunda ronda, cuando seguían en la carrera. Hubo miembros del COI que abandonaron el apoyo a una ciudad sin que ésta estuviera eliminada. A mí eso me resulta más sorprendente que el que a Madrid no le haya caído ningún voto neoyorquino.
–¿Qué le parece el sistema de votación del COI? ¿No está expuesto a muchas interpretaciones, ya históricas, sobre las motivaciones de los votos?
–Todo es discutible y se podrían hacer sistemas alternativos de evaluación que tendieran a objetivizar el sistema. Ahora, lo que no vale es aceptar las reglas del juego si ganas y cuestionarlas si pierdes. No es elegante que los que no hemos ganado le echemos la culpa al sistema.
–¿Qué ha perdido y qué ha ganado Madrid?
–Aquí no hay medalla de bronce, o estás primero o estás fuera. En esta vida sólo triunfa el que arriesga. Madrid no ha perdido nada. Estoy convencido que la ocupación hotelera y los índices de turismo que hemos tenido, van a superarse en los dos próximos años.

Rajoy, Piqué, Aguirre... Usted tiene que decir mucho sobre las declaraciones de Piqué, porque sus observaciones sobre la vida política de su partido han sido históricamente polémicas.
–Estoy de acuerdo en que mis declaraciones han sido históricamente polémicas y por eso no quiero volver a crear nuevas polémicas. Éste es un momento en el que el partido tiene que volcarse en el apoyo con Rajoy. Ese apoyo no debe ser sólo dialéctico y hay que darle plena confianza para que conforme su equipo. Hubo un tiempo en el que pensaba que generar una polémica por mi opinión no era perjudicial, ahora creo que no es el momento, que es el momento de estar unidos.
–Se puede interpretar de sus palabras una censura a Piqué.
–Eso sería entrar en polémicas, que es justo lo que no quiero hacer.
–¿Este clima nuevo de concordia afecta a sus relaciones con Esperanza Aguirre?
–También. Nosotros estamos obligados a entendernos como todas las administraciones, pero en el caso de Ayuntamiento y Comunidad que estamos gobernados por el mismo partido, más. Yo no voy a abrir ni a entrar en ninguna polémica. Yo me voy a entender con cada una de las consejerías y, por supuesto, globalmente con la presidenta de la Comunidad. Es una voluntad que tengo y que me consta que Aguirre también la tiene.
–Qué es, ¿acaso una voluntad electoral?
–No, es una voluntad de gestionar. Es mi obligación entenderme con todos, pero repito, en especial con la Comunidad y, créanme, cuando yo me propongo algo lo consigo.
–¿Vamos a ver a un nuevo Gallardón?
–Sí, me gustaría cambiar esa percepción de desencuentros que ha habido. Probablemente porque se ha homogeneizado política y gestión. Se ha pensado que los problemas del partido se han llevado también a la gestión entre ambas administraciones. Realmente no ha habido tantos desencuentros.
–¿Cómo valora usted la unidad política que ha habido en Londres tras el atentado, a diferencia de lo que ocurrió en Madrid?
–Yo tuve todo el apoyo de las instituciones españolas después del 11-M. No seré yo el que, ni siquiera, entre en el ejercicio intelectual de hacer comparaciones.
–¿Les han pedido ayuda?
–Se dirigieron a nosotros para conocer el tratamiento posterior a los afectados. Tanto en la información como en la atención. Esa información se la hemos trasladado y, desde luego, les hemos trasladado nuestra solidaridad y la más enérgica condena a este atentado. El terrorismo es una realidad de la que ninguno estamos libres y que amenaza a nuestras libertades. Hay que darle una respuesta no sólo más enérgica moralmente, sino más inteligente en la operatividad.
–Ya, pero ahora nadie ha hecho un análisis en el que se ha señalado a Blair o los políticos por falta de previsión política o policial.
–La única responsabilidad de un atentado terrorista la tiene el que lo comete. Desde luego, lo que no puede hacer una sociedad libre es distraer su atención sobre la responsabilidad de quién comete el atentado.
–¿Comparte usted la opinión con Rajoy de que la política antiterrorista del Gobierno de Zapatero no es la adecuada?
–Comparto el discurso de Rajoy por entero. Mientras una banda siga en activo, mientras la organización te pueda amenazar con la pistola que guarda bajo la mesa si el diálogo no discurre como ella quiere, no se debe hablar con terroristas. ETA tendría que dejar de ser ETA para que se pudiera dialogar con los que han sido sus miembros.

Obras e impuestos. ¿Mantiene su intención de terminar las obras comprometidas?
–Sí, y quiero hacer una matización. Las obras que estamos haciendo ahora de transformación no se harán en los próximos 30 años. Es mejor concentrar las obras que alargarlas durante años.
–Ya, pero sin Juegos hay menos dinero para terminar las obras.
–No abordaremos el cierre del La Peineta. A la vuelta del verano se dirá con precisión qué cosas estaban vinculadas a que se hagan los Juegos y cuales no. Las obras ya comprometidas están presupuestadas y se realizarán.
–¿Subirán los impuestos para afrontar tanto gasto?
–Madrid tiene capacidad financiera para abordar todas las infraestructuras. No subiremos los impuestos, vuelvo a repetir.
–¿Qué pasa con la demolición del Vicente Calderón y el traslado del Atlético de Madrid a La Peineta?
–Yo pondré dos condicionantes para hacer cosas en La Peineta: cualquier actuación que se haga no puede dificultar que La Peineta sea un estadio olímpico. Segundo: no vamos a destinar recursos públicos a modificar el estadio de la Peineta. ¿Por qué? Porque Madrid, al no ser elegida, no los necesita. Si se realizase esta actuación se haría a cargo del Atlético de Madrid; en ese caso estaríamos dispuestos a hacer la operación. La ciudad de Madrid no necesita tener un nuevo estadio de fútbol, lo puede necesitar el Atlético de Madrid, pero en ese caso es él el que debe hacer una aportación económica.
–¿Será usted el próximo candidato a la alcaldía?
–Sí, es una decisión ya tomada y que ha sido refrendada por el presidente de mi partido, Mariano Rajoy. Si los ciudadanos quieren seré el alcalde en 2007.
–¿Se irá usted ya de vacaciones?
–Me iré tras el último pleno de julio.
–¿Supongo que no elegirá Singapur?
–No, no... Me iré donde voy todos los años.

0 comentarios