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MARSEL & CO

El IRA anuncia el fin de la lucha armada

La banda ordena a sus voluntarios que abandonen las armas y que trabajen mediante la vía política y democrática por una "Irlanda unida"

El IRA, que no anuncia su disolución, reanudará el desarme con la Comisión Internacional e invita a un miembro católico y otro protestante a ser testigos

Después de más de 30 años de conflicto en Irlanda del Norte, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) anunció ayer que abandonará las armas y que apoyará la vía democrática para conseguir su meta: una Irlanda unida. No obstante, la organización subraya que no se disolverá, tal y como demandan los unionistas para negociar con el Sinn Fein, el brazo político del IRA, la formación de un gobierno compartido en el Ulster entre católicos y protestantes. En cambio, la banda armada podría convertirse en una especie de asociación de veteranos, comprometida con el proceso de paz, pero orgullosa de un pasado revolucionario de más de cien años de historia.

En un extenso comunicado, la banda afirmaba ayer que el fin de la lucha armada sería efectiva a partir de las 16:00 horas (las 17:00 en España peninsular). "Se ha ordenado a todas las unidades del IRA abandonar las armas. Se ha dado instrucciones a todos los voluntarios para que ayuden al desarrollo de programas puramente políticos y democráticos a través de medios exclusivamente pacíficos", dice el texto.

"Los voluntarios no deben iniciar ninguna otra actividad", añade la declaración, en referencia a los delitos -el asesinato de Robert McCartney o el robo del Northern Bank el pasado diciembre- de los que se ha acusado a la banda en los últimos tiempos.

"Los líderes del IRA también han autorizado a nuestro representante a contactar con el IICD (La Comisión Internacional Independiente para verificar el Desarme) para completar el proceso de de abandonar sus armas de manera que aumente más la confianza pública y que concluya cuanto antes", añade, precisando que ha "invitado a dos testigos independientes, de las iglesias Protestante y Católica, para testimoniar esto".

No obstante, la organización subraya que no se disolverá, una de las demandas planteadas por los unionistas para negociar con el Sinn Fein, brazo político del IRA, la formación de un gobierno compartido en el Ulster entre católicos y protestantes.

En cambio, la banda armada podría convertirse en una especie de asociación de veteranos, comprometida con el proceso de paz, pero orgullosa de un pasado revolucionario de más de cien años de historia.

El texto explica que estas decisiones se han tomado tras "una discusión interna sin precedentes y un proceso de consultas con las unidades y voluntarios del IRA. Así, destaca "la profundidad y el contenido" de las propuestas hechas y se declara "orgulloso de la camadería en la que se realizó esta discusión verdaderamente histórica".

"El resultado de nuestras consultas muestra un fuerte apoyo entre los voluntarios del IRA a la estatregia de paz del Sinn Fein", prosigue la declaración, pero también ha puesto de manifiesto la "preocupación extendida sobre el fracaso de los dos gobiernos (el británico y el irlandés) y los unionistas para comprometerse plenamente en el proceso de paz" lo que ha provocado "dificultades reales.

Según el IRA, "la aplastante mayoría del pueblo de Irlanda apoya plenamente este proceso, y ellos y los amigos de la unidad irlandesa en todo el mundo quieren que el Acuerdo de Viernes Santo sea aplicado por completo". Así, "a sabiendas de estas dificultades", la organización afirma que ha optado por tomar estas decisiones con el fin de "avanzar en nuestros objetivos republicanos y democráticos, incluída nuestra meta de una Irlanda unida". No obstante, aseguran que ahora creen que "hay un modo alternativo de alcanzarla y de acabar con el dominio británico en nuestro país".

El IRA considera que ahora existe "una oportunidad sin precedentes para utilizar la considerable energía y buena voluntad que hay para el proceso de paz" y afirma que sus anuncios son su "contribución a esto y a los esfuerzos continuados para lograr la inependencia y la unidad para el pueblo de Irlanda".

Lucha "legítima"

"Reiteramos nuestra opinión de que la lucha armada fue completamente legítima", recalca el comunicado, que pide a todos sus voluntarios que "muestren determinación y valentía". "Somos muy conscientes de los sacrificios de nuestros patriotas muertos, de los que fueron a la cárcel, voluntarios, sus familias y todas las bases republicanas", apunta.

Así, el comunicado no incluye ninguna disculpa por 30 años de terrorismo, que ha matado a cerca de 1.800 personas, e insiste en que la meta del IRA es lograr una Irlanda unida. "Somos conscientes de que mucha gente sufrió en el conflicto. Hay un imperativo inevitable para todas las partes de construir una paz justa y duradera", dice sin embargo.

"El IRA está plenamente comprometido con los objetivos de la unidad y la independencia irlandesa y con la construcción de la República establecida en la Proclamación de 1916", señala.

La dirección del IRA afirma además que hay una "responsabilidad universal de afrontar el sectarismo en todas sus formas" y llama a la sociedad a "asegurar que no se repiten los pogromos de 1969 y principios de la década 1970".

Según dice, el debate que han mantenido sus miembros ha incluido la cuestión de la "defensa de las comunidades republicana y nacionalista". Al mismo tiempo, llama a los republicanos irlandeses "de cualquier sitio" que demuestren "máximo esfuerzo y unidad".

"Estamos convencidos de que trabajando juntos los republicanos irlandeses conseguiremos nuestros objetivos. Todos los voluntarios son conscientes de la importancia de las decisiones que hemos tomado y todos los 'oglaigh' ('soldados') están obligados a cumplir plemanete estas órdenes", agrega.

Los acuerdos de Viernes Santo

Después de casi ocho años desde la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), muchos de sus contenidos, entre ellos el desarme total de los paramilitares, no se han cumplido y la autonomía de la provincia permanece suspendida por un supuesto caso de espionaje del IRA en oficinas de Stormont, sede de la asamblea norirlandesa.

A primera vista, la nota del IRA contiene el lenguaje inequívoco respecto a su futuro que han pedido los Gobiernos británico e irlandés para resucitar el alicaído proceso de pacificación, sumido en una de sus peores y más prolongadas crisis.

No obstante, es probable que el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), que lidera el reverendo radical Ian Paisley, no se decida a negociar cara a cara con el Sinn Fein, hasta que los organismos de control correspondientes confirmen que el IRA ha entregado sus armas y ha abandonado la actividades paramilitares y delictivas.

El tan esperado anuncio responde, unos meses después, al llamamiento lanzado en abril por Gerry Adams, presidente del brazo político del IRA, el Sinn Fein, que reclamó en abril un "intento genuino de llevar adelante el proceso de paz".

El entorno republicano lleva meses sometido a una intensa presión, después del robo perpetrado en diciembre en el Northern Bank -el IRA se llevó 26,5 millones de libras, más de 38 millones de euros, de una sucursal de Belfast- y del asesinato del camionero Robert McCartney, en enero en la misma ciudad. Su novia y sus hermanas iniciaron una intensa campaña internacional para denunciar la impunidad de sus asesinos que les llevó hasta la Casa Blanca.

El pasado martes se supo que los líderes del Sinn Fein se habían desvinculado de las órdenes del IRA, en lo que se consideró un probable preludio para el anuncio de desarme. Ayer por la mañana, Reino Unido liberó al miembro del IRA Sean Kelly, condenado a nueve cadenas perpetuas por su participación en un atentado contra una concurrida tienda en octubre de 1993 en Shankill Road, que mató a nueve personas, además de a un miembro de la organización.

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