LA IZQUIERDA Y LAS TRAGEDIAS
Así es la vida, a unos les preocupan los calamares y a otros las personas. Y es que a la vista de cómo ha tratado la izquierda el desastre del Presstige y la tragedia del incendio de Guadalajara, parece que tiene más importancia preservar unas cuantas toneladas de percebes y mejillones que salvaguardar 11 vidas humanas. Manifestaciones, plataformas, movilizaciones de todo tipo, organizó la izquierda con motivo de la marea negra provocada por el Pressige, aún a día hoy sigue ordeñando el tema para criticar al PP.
Sin embargo sobre la muerte de 11 personas en el incendio de Guadalajara, la izquierda opina que "no se puede pretender que la opinión pública siga centrada en este asunto". “Así es la vida” nos ha dicho la socialista Celia Abenza.
La realidad es que al PSOE y a la izquierda en general, le importa un comino el Pressitge, el Yack 42 o el incendio de Guadalajara. Ellos miden su sensibilidad en términos de rentabilidad política. Apoyan esta u otra causa en base a los réditos que puedan obtener. Naturalmente que si la tragedia de Guadalajara hubiese sucedido bajo un gobierno de derechas, la izquierda se habría movilizado y hecho bandera de las 11 muertes. Pero como ha sucedido con un gobierno “progresista”, y no sirve a sus fines, pues a callar. Ese es el criterio moral de nuestra izquierda.
Cuando nos encontramos con un desastre, siempre con posterioridad nos vamos a preguntar si pudo evitarse y si hizo todo lo humanamente posible, y naturalmente que es perfectamente legítimo criticar las gestiones que se consideren negligentes. Pero hay un límite que no podemos sobrepasar. No podemos jugar con los sentimientos de las victimas o damnificados y aprovechar su dolor, no para mejorar los mecanismos de reacción o prevención de estas tragedias, sino para servir al fin partidista de desgastar políticamente al adversario. Traspasar ese límite es una monstruosidad moral. Y eso es lo que ha hecho la izquierda en España.
Así es la vida, a la izquierda solo le preocupa el poder, ni los calmares ni las personas.
 Así es la vida, a la izquierda solo le preocupa el poder, ni los calmares ni las personas.  |
La realidad es que al PSOE y a la izquierda en general, le importa un comino el Pressitge, el Yack 42 o el incendio de Guadalajara. Ellos miden su sensibilidad en términos de rentabilidad política. Apoyan esta u otra causa en base a los réditos que puedan obtener. Naturalmente que si la tragedia de Guadalajara hubiese sucedido bajo un gobierno de derechas, la izquierda se habría movilizado y hecho bandera de las 11 muertes. Pero como ha sucedido con un gobierno “progresista”, y no sirve a sus fines, pues a callar. Ese es el criterio moral de nuestra izquierda.
Cuando nos encontramos con un desastre, siempre con posterioridad nos vamos a preguntar si pudo evitarse y si hizo todo lo humanamente posible, y naturalmente que es perfectamente legítimo criticar las gestiones que se consideren negligentes. Pero hay un límite que no podemos sobrepasar. No podemos jugar con los sentimientos de las victimas o damnificados y aprovechar su dolor, no para mejorar los mecanismos de reacción o prevención de estas tragedias, sino para servir al fin partidista de desgastar políticamente al adversario. Traspasar ese límite es una monstruosidad moral. Y eso es lo que ha hecho la izquierda en España.
Así es la vida, a la izquierda solo le preocupa el poder, ni los calmares ni las personas.
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