La Policía y la Fiscalía aseguran que los objetos del 11-M estuvieron 'siempre' bajo custodia policial
Los comunicados de la Policía y de la Fiscalía han sido difundidos el mismo día en que EL MUNDO ha revelado que el inspector Miguel Ángel Álvarez, quien custodió los objetos recogidos en el tren que el 11-M hizo explosión en la estación de El Pozo, no pudo confirmar ante el juez Juan del Olmo que la bolsa azul descubierta en la Comisaría de Vallecas con una carga explosiva dentro estuviese antes en el ferrocarril. Esa bomba, que fue desactivada, aportó más tarde pistas decisivas que llevaron a las primeras detenciones por el 11-M.
El comunicado de la Dirección de Policía defiende la "honradez y profesionalidad" de los agentes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y destaca su "inestimable función en el Estado de Derecho". Asimismo, ratifica su "absoluta confianza" en todos los funcionarios policiales que intervinieron el 11-M en la custodia de "todos y cada uno" de los efectos recogidos en los lugares de los atentados.
"Por esta Dirección General de la Policía se quiere dejar constancia que todos los efectos recogidos en los distintos trenes que fueron objeto de los atentados terroristas del 11-M y, por supuesto, aquellos a los que hace específica referencia el medio de comunicación, han estado siempre bajo custodia policial. Bajo ningún concepto, han podido ser objeto de ningún tipo de manipulación", señala el comunicado policial.
También la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha emitido un comunicado en el que asegura que los informes policiales que obran en la causa confirman que el traslado de los efectos recogidos en la estación de El Pozo hasta los pabellones de IFEMA y su definitivo depósito en la Comisaría de Vallecas "fueron custodiados de forma permanente por la Policía Judicial".
La Fiscalía asegura en su comunicado que la autoridad judicial intervino desde el primer momento en las investigaciones y ejerció el "debido control de las actuaciones policiales", en presencia del Ministerio Público, encargado por la Ley de velar por la pureza del procedimiento.
Los objetos recuperados formaron en el andén de El Pozo una 'pirámide de cinco metros de diámetro y dos de altura'
Declaración del inspector Álvarez
Tras la noticia publicada por EL MUNDO, el juez Del Olmo ha levantado el secreto de sumario sobre la declaración tomada como testigo al inspector Miguel Ángel Álvarez el pasado 9 de marzo. En las declaraciones ante el instructor, el funcionario policial afirma que los objetos recogidos en la estación de El Pozo estuvieron custodiados "siempre" por agentes de la Comisaría de Puente de Vallecas durante su periplo por Madrid.
En su declaración, el inspector Álvarez afirma que su jefe le encargó que organizara los objetos que se iban sacando del tren. Relata cómo, los objetos que se depositaron en un montón, llegaron a "una pirámide de unos cinco metros de diámetro y dos metros de altura". "Hasta que no dispuso la Magistrada de Instrucción que se movieran, no se movieron", asegura. Fue esa juez quien encargó que las pertencias se llevaran a la Comisaría de Villa de Vallecas.
Entonces, según la declaración, el inspector dio la orden a los miembros del Selur (Servicio de Limpieza Urgente) para que introdujeran los objetos "en bolsones de basura de plástico y los fueran llevando a las furgonetas que se habían dispuesto". Los vehículos eran dos y, según relata Álvarez, fueron siempre juntos en el mismo trayecto.
Miguel Ángel Álvarez explica ante el juez que las furgonetas salieron de la estación de El Pozo, sobre las 15.30 horas del 11-M. El inspector volvió a la Comisaría sobre las 16.10 horas, y no se enteró hasta las 17.30 horas de que, en lugar de ir a la Comisaría de Villa de Vallecas, los vehículos se dirigieron en un primer momento a los pabellones IFEMA. De este modo, el inspector dejó de ver las furgonetas durante toda la tarde, según consta en su declaración.
El inspector Álvarez dejó de ver los objetos recogidos en el Pozo desde las 15.30 hasta las 21.30 del 11-M
Hacia las 21.30 o 22.00 horas, el inspector recepcionó los vehículos ya en la Comisaría de Puente de Vallecas, sin embargo, él no tiene constancia de lo que pasó con los objetos en IFEMA. Los enseres fueron introducidos esa noche en un despacho de la planta baja de la Comisaría, "que tenía llave", y allí se guardaron hasta que se procedió al recuento, según explica Álvarez al juez.
Otra bolsa azul
Según consta en su declaración, Miguel Ángel Álvarez señala especialmente que recuerda haber visto en la estación de El Pozo "una bolsa de deportes de estilo antiguo" que no volvió a ver más tarde en la Comisaría de Distrito de Puente de Vallecas, aunque el policía reconoce que no se quedó hasta el final del recuento de los objetos.
En concreto, según relata, se retiró a descansar sobre las 00.30 horas, y dejó en el lugar a un subinspector al cargo. Además, en el edificio había dos policías de la Oficina de Denuncias y una subisnpectora jefa de la dependencia, así como otros seis policías de la Comisaría. Fue sobre las 2.00 de la mañana cuando le avisaron de que acababan de encontrar dentro de una bolsa lo que parecía que podía ser un artefacto.
Álvarez explica al juez que más tarde le llamó la atención ver en los medios de comunicación una bolsa de deporte que identificaban como la desactivada en Vallecas el día 12 de marzo de 2004, que le hizo recordar la que había visto en la estación de El Pozo. Dicha bolsa era de unos 50 centímetros de longitud y unos 20 o 30 de alto, de color azul desteñido, con asa corta.
Como se recoge en la declaración, el juez Del Olmo le muestra la bolsa que contenía el explosivo, pero el inspector Álvarez niega entonces que sea la misma que él recuerda haber visto en el andén de la estación de El Pozo y que le había llamado la atención.
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