La salud de la banda ancha

Dos noticias contradictorias se han publicado esta semana en torno a la banda ancha española. Y lo hacen con el ruido de fondo del debate que ha puesto sobre la mesa la comisaria europea de la Sociedad de la Información Viviane Reding. La primera de las dos informaciones es la positiva: Reinaldo Rodríguez, presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, afirma que el 80% de los españoles tendrá banda ancha en cuatro años.

En realidad, es pura aritmética: ahora hay 7,6 millones de líneas y se avanza a más de un millón al año, con lo que una simple multiplicación: cuatro años por un millón y pico al año, igual a otros seis o siete millones de líneas. Sumadas a las 6,7 millones actuales supone algo así como el 80%.

Eso si el mercado sigue evolucionando igual, porque, como denuncia la Asociación de Internautas, el crecimiento de la banda ancha se está frenando, y ésta es la segunda noticia que contradice un tanto a la primera.

El asunto que me da vueltas a la cabeza es que Reinaldo Rodríguez también comentó que «los operadores deben realizar inversiones en innovación, especialmente en fibra óptica, para mejorar también la calidad de las redes».

Bien, uno de los temas que ha puesto en el tablero la comisaria europea de la cosa es la separación de las redes de su contenido. Es decir: que, por ejemplo Telefónica (que, por cierto, ha enterrado fibra en cada zanja que se ha abierto en los últimos años en España), debería abrir su red a la competencia para que los servicios de ésta circulen por ella.

Y eso ¿favorecería la inversión en fibra en nuestro país? Perdónenme si me dejo a alguien, pero salvo la propia Telefónica y los cableros como ONO ¿quién ha invertido en redes en España? Señora comisaria, yo creo que en nuestro país el tiro va errado. «Que inviertan ellos».