Estalla un artefacto en la playa malagueña de Guadalmar, que se encontraba desalojada

Un artefacto ha hecho explosión en un solar contiguo a la playa de Guadalmar, en Málaga, sin que se hayan producido heridos, dado que la policía había desalojado el lugar tras recibir una llamada de ETA alertando de la colocación de la bomba.

Fuentes de la lucha antiterrorista han informado de que los bomberos de Benalmádena han recibido una llamada a las 10.40 horas en nombre de ETA avisando de la colocación de tres artefactos, que estallarían entre las 11.00 y las 15.00 horas en tres puntos de la provincia andaluza.

El artefacto de la playa de Guadalmar ha explotado sin causar heridos, gracias al trabajo de la policía, que ha desalojado el lugar. El explosivo, de escasa potencia, estaba colocado en un solar contiguo a la playa —una de las más concurridas de la zona— que es utilizado como aparcamiento, informa Marga García.

Según han informado a Efe fuentes de la Policía Local, los agentes han acordonado el tramo de la playa de Guadalmar entre Los Álamos y Sacaba, en la zona de la desembocadura del río.

Según la llamada en nombre de la banda terrorista, los otros dos artefactos estarían en Puerto Marina —puerto deportivo de la localidad de Benalmádena— y en la carretera que une Málaga con la localidad de Torremolinos.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están actuando, según informó el vicepresidente primero y consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías.

Málaga celebra estos días su feria, que congrega a miles de personas en la ciudad, informa Daniel G. Lifona. Además, los atentados coinciden con la jornada de retorno de buena parte de las personas que han elegido el sur de España como destino vacacional.

No es la primera vez que ETA atenta en la provincia Málaga este verano. El pasado 29 de julio un explosivo de escasa potencia estalló sin previo aviso en Torremolinos, aunque ETA no ha reivindicado su colocación.

También como parte de su 'campaña de verano', ETA hizo estallar cuatro artefactos en localidades de la costa cántabra, sin que, por fortuna, se produjeran daños personales.