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MARSEL & CO

Los beneficios neurológicos del 'sillón ball'

Exhibición de hockey sobre hielo. (Reuters) Los 'fans' del 'sillón ball', esa famosa y denostada tarea que consiste en pasar horas y horas en el sofá viendo la televisión, están de enhorabuena si lo que siguen por la pequeña pantalla son deportes. Con el recuerdo de las Olimpiadas todavía en mente y coincidiendo con el inicio de la Liga de Fútbol, aparece una investigación que explica que ver deportes, además de practicarlos, es bueno para el cerebro.

Tanto los atletas que practican como quienes prefieren ver a otros sudar la camiseta mejoran sus habilidades y su comprensión del lenguaje, según cuenta en la revista 'Proceedings of the National Academy of Science' Sian Beilock, profesora de Psicología de la Universidad de Chicago (EEUU) y autora del trabajo.

"Por primera vez hemos visto que las partes del cerebro implicadas normalmente con planear y controlar acciones también se activan cuando los deportistas y los aficionados escuchan e intervienen en conversaciones sobre su actividad deportiva", explica Beilock, quien además indica que el estudio ha servido para comprobar que "el cerebro en la edad adulta es más flexible de lo que se pensaba".

Para llegar a este hallazgo, la profesora de Chicago y su equipo hicieron un estudio con 12 jugadores profesionales de hockey sobre hielo, ocho seguidores de este deporte, pero que no lo practicaban y nueve individuos que ni jugaban ni veían el hockey.

El experimento consistía en que los participantes escuchaban una serie de frases relacionadas o bien con el hockey o bien con actividades cotidianas y, a continuación, veían una imagen y tenían que decir si estaba en consonancia con lo que habían escuchado o no. Asimismo respondían unas cuestiones para ver cuál había sido su grado de comprensión. Durante este proceso, los investigadores comprobaban el comportamiento del cerebro mediante imágenes de resonancia magnética.

Aquellas personas familiarizadas con la terminología del hockey eran también más rápidas a la hora de identificar aquellas acciones rutinarias alejadas del deporte. "Nuestro estudio muestra que actividades no relacionadas con el lenguaje, como practicar o ver deportes, mejoran sin embargo las habilidades linguísticas y comprensivas de la gente, ya que ponen en funcionamiento las áreas cerebrales implicadas en la comprensión de las palabras", concluyen los autores.

Aparte de lo sorprendente del estudio y de demostrar que el cerebro es más moldeable de lo que se pensaba previamente, los investigadores consideran que su trabajo "podría tener grandes implicaciones en el campo del aprendizaje, al demostrar que acciones no linguísticas influyen y alteran las redes neuronales del lenguaje".

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