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MARSEL & CO

Cuatro personas perdieron ayer la vida debido a la alta concentración de monóxido de carbono

De la misma familia. Una mujer de 73 años; su hija, de 37, el compañero de ésta, de 41, y el bebé de la pareja perdieron la vidaCuatro personas perdieron ayer la vida debido a la alta concentración de monóxido de carbono que se generó por la mala combustión de una caldera en una vivienda ubicada en el primer piso del número 42 del Paseo de Victorio Macho. Los fallecidos eran miembros de una misma familia. Se trata de Montserrat Calderón Calderón, de 73 años de edad; su hija, Begoña Allende, de 37; el compañero sentimental de ésta, Pablo González, de 41; y el hijo de la pareja, Pablo González Allende, de tan sólo 20 meses de edad. Además, un quinto integrante de la familia, Ramón Sevilla Allende, de 20 años, hijo de una relación anterior de la mujer de 37 años fallecida, resultó intoxicado de gravedad, por lo que se le trasladó de forma inmediata al Hospital Río Carrión.

El joven fue encontrado en el baño de la vivienda en situación crítica y todo apunta a que la hipoxia sufrida fue menor, por lo que aún permanecía con vida cuando lo encontraron. Sin embargo, dada la gravedad de su situación, apenas dos horas después de ingresar en el hospital palentino fue trasladado hasta el Marqués de Valdecilla de Santander, centro especializado en tratamientos con cámara hiperbárica para este tipo de casos.
Allí permanecía ingresado al cierre de esta edición en estado de coma profundo hipóxico de grado tres. Fue otra de las hijas de la anciana fallecida la que, en torno a las 10 de la mañana, encontró los cuerpos sin vida de sus familiares dentro de la vivienda, hasta la que se desplazó al no obtener respuesta cuando hizo varias llamadas telefónicas. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos de la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía, los Bomberos de Palencia, una UVI Móvil y una ambulancia de soporte vital básico, así como efectivos de la central de control de Gas Natural. Sobre las 12 horas, tras la identificación de los fallecidos, se procedió al levantamiento de los cadáveres, que fueron trasladados hasta el Tanatorio de Palencia. Las diligencias practicadas han pasado a disposición del Juzgado número 2 de la capital, que investiga el caso.
El matrimonio y sus dos hijos estaban empadronados en Madrid, mientras que la abuela residía en la capital palentina «de toda la vida». Viuda de un trabajador ferroviario, residía en las llamadas Casas de la Renfe.

Aunque Pablo González era natural de Cantabria, residía con su pareja y sus hijos en Madrid. Él trabajaba en el Centro Superior de Investigaciones Científicas. Además de Begoña Allende, Montserrat Calderón tenía otros tres hijos, un varón (trabajador de Renfe en Miranda) y otras dos mujeres, una residente en Paredes -la que encontró los cuerpos- y otra en la capital.
La anciana había sido dada de alta recientemente en el hospital, tras sufrir una fractura en un brazo, por lo que sus familiares se habrían desplazado hasta la capital palentina para visitarla. Según apuntaron fuentes vecinales e institucionales, estaba previsto que todos abandonaran la ciudad el domingo para pasar unos días en Madrid.

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