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ETA asesina con una bomba-lapa al inspector de policía Eduardo Puelles

ETA asesina con una bomba-lapa al inspector de policía Eduardo Puelles

Según ha confirmado Interior, la última víctima de ETA es Eduardo Antonio Puelles García, inspector de la brigada de información de la Policía Nacional y responsable del grupo de seguimientos a terroristas.

Según fuentes policiales, los terroristas colocaron una bomba lapa en los bajos del vehículo (junto al depósito), que estalló a las nueve y cinco de la mañana, en Arrigorriaga, Vizcaya. El artefacto estaba compuesto por entre kilo y medio y dos kilos de explosivo.

Cuando el vehículo se encontraba ardiendo y aún no se conocía la identidad de la persona que se encontraba en el coche, estacionado en el parking exterior del barrio de Santa Isabel, apareció la mujer de Puelles y alertó de que se prodría tratar de su marido. Tanto ella como dos de sus hijos tuvieron que ser evacuados al hospital de Basurto para ser atendidos por facultativos médicos ante el estado en el que se encontraban tras conocer la noticia.

Eduardo Antonio Puelles, de 49 años de edad, nació el 20 de enero de 1960 en Baracaldo e ingresó en 1982 en el Cuerpo Nacional de Policía. Según ha indicado el Sindicato Profesional de Policía, Puelles, al que definen como "un buen policía" y "un buen vasco", tenía 16 años de experiencia en tareas de Información. Estaba casado, tenía dos hijos de 16 y 21 años y estaba preparando su ascenso a inspector jefe. Ascendió a inspector en abril de 2002.

"Era todo fuego", dicen los testigos

Testigos del atentado explicaron a Europa Press que la explosión provocó que el vehículo quedara "completamente en llamas", por lo que no se pudo "hacer absolutamente nada" para intentar salvar la vida del inspector. Un vecino de la localidad vizcaína, cuya furgoneta se vio afectada por la explosión y que se encontraba en las inmediaciones con su mujer, explicó que, tras la explosión, era "todo fuego" y que escucharon "cómo el hombre chillaba" pidiendo ayuda, aunque no pudieron "hacer nada". Otro de los testigos señaló que el coche "estaba arrancado" y, cuando iba a "salir", estalló "de repente". Se trata de la sexta víctima mortal por un artefacto de este tipo en la última década a manos de los terroristas.

Ares dio los primeros datos del atentado

En una primera declaración desde el Parlamento de Vitoria, el consejero de Interior del Gobierno Vasco, Rodolfo Ares, confirmó la identidad del asesinado y explicó que el cuerpo del policía quedó dentro del vehículo "calcinado", pero no pudo dar más detalles del atentado.

El consejero también expresó su "más enérgica condena de este asesinato de un policía nacional", así como toda su solidaridad, cariño y apoyo y del conjunto del Gobierno vasco a la familia, a sus compañeros y a sus amigos.

Por último, reclamó al conjunto de la sociedad que muestre su "repulsa de forma pacífica y serena, pero con firmeza democrática, a este nuevo asesinato de una persona que tenía como misión defender los derechos y libertades del conjunto de la sociedad".

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