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MARSEL & CO

Autorizado un estudio con drogas alucinógenas en pacientes terminales

Cuando hace unos años comenzó a hablarse de la posibilidad de emplear derivados del cannabis para aliviar los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer o la esclerosis múltiple, algunos dudaron de ello. La apuesta que ahora plantea un médico norteamericano es aún más arriesgada y seguro que también despertará recelos: emplear drogas alucinógenas como analgésicos en estas mismas situaciones y para cuidados paliativos.

La agencia estadounidense del medicamento, la FDA (Food and Drug Administration), acaba de autorizar un estudio pionero con estas sustancias para verificar si su efecto logra aliviar "el dolor físico y emocional que experimentan cientos de miles de pacientes terminales cada año".

Con todas las cautelas, esta experiencia, dirigida por el psicólogo de la Universidad Harbor-UCLA (Los Angeles), Charles Grob, abre la puerta a la utilización como potenciales medicamentos de drogas como el LSD o la psilocibina, que se extrae de ciertos hongos. Según explica el propio Grob a 'elmundosalud.com' se trata de un ensayo con 12 pacientes a quienes se les administrará aleatoriamente una sesión controlada con estas drogas o bien una sustancia inactiva, placebo.

"Éste es el primer estudio autorizado con psilocibina", añade, "y examinaremos sus efectos sobre los niveles de ansiedad, depresión, dolor y calidad de vida en pacientes con tumores en fases muy avanzadas durante seis meses". Para comprobar la reacción que muestran pacientes terminales a los alucinógenos se establecerán unas condiciones muy concretas y siempre bajo vigilancia médica.

Concretamente, ha explicado Grob, los sujetos permanecerán postrados y con los ojos vendados para evitar estímulos que les distraigan. Unos auriculares con música suave les ayudarán a hacer su particular 'viaje'. "Nosotros sólo estaremos allí para reaccionar a sus necesidades. Les tenderemos la mano, pero serán ellos quienes guíen su propia experiencia", subraya este exerto en Psiquiatría.

Debate en la comunidad científica

Su anuncio no ha dejado indiferente a la comunidad científica. Mientras el propio Grob defendía en declaraciones a la edición 'on-line' de la BBC el "gran potencial" de estas sustancias alucinógenas, Ken Checinski, del Colegio Real de Psicólogos británicos, ha criticado que se "haga sentir mal a los pacientes durante sus últimos días de vida". En su opinión es necesario valorar los riesgos y beneficios, aunque no se ha negado a que "se considere el uso de antagonistas de la serotonina (alucinógenos) en estas situaciones".

El suyo no es el único trabajo con estas sustancias actualmente en marcha. La Universidad de Arizona (EE UU), por ejemplo, lleva a cabo estudios para evaluar la eficacia de la psilocibina en pacientes con trastornos obsesivo-compulsivos, mientras que sujetos con síndrome de estrés postraumático están siendo medicados con éxtasis en otras instituciones científicas.

Según el doctor Grob, éste es un prometedor campo de estudio que ha permanecido estancado en los últimos 35 años, "pero ahora ya está listo para avanzar". En su opinión, las investigaciones controladas y rigurosas con alucinónegos podrían aportar la información necesaria para "avanzar en el conocimeinto de la neurociencia así como en los tratamientos más efectivos para ciertas patologías que no responden a las terapias convencionales". Entre ellas menciona la adicción al alcohol o a ciertas drogas, pero también la ansiedad asociada a ciertas enfermedades terminales.

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