La ONCE denuncia estafas a sus vendedores con billetes de 50 euros
Numerosos vendedores de la ONCE han sido estafados en las últimas semanas en Cataluña con billetes falsos de 50 euros, según denuncia la organización. Los timadores consiguen que la textura y el tamaño de estos billetes sean casi exactos a los de circulación legal, por lo que son prácticamente imposibles de detectar para personas ciegas o con escasa visión.
La delegada territorial de la ONCE en Cataluña, Teresa Palahí, advirtio que "son muchos" los casos de estafas que los vendedores de la organización están denunciando últimamente, sobre todo en la ciudad de Barcelona.
Palahí explicó que "es fácil colar" un billete falso a un vendedor, ya que los falsificadores consiguen que la textura y el tamaño de estos billetes sean casi exactos a los de circulación legal, por lo que son prácticamente imposibles de detectar por los vendedores, que son ciegos o tienen escasa visión y que generalmente están solos cuando venden los números.
La ONCE ya ha puesto estos casos en conocimiento de la Policía, que, según la responsable de la ONCE, siempre les ha prestado atención ante este tipo de timos, que se producen "por temporadas". Fuentes de los Mossos d'Esquadra, sin embargo, confirmaron que no se ha detectado un incremento considerable de las denuncias de estas estafas, aunque han reconocido que las denuncias de vendedores de cupones a quienes pagan con billetes falsos son constantes durante todo el año y en toda Cataluña.
Las estafas a vendedores de cupones son una vieja práctica común en toda España, aunque los sistemas de falsificación se han ido innovando y mejorando hasta el punto de que muchas personas ciegas, adiestradas en el uso y conocimiento de los billetes a través del tacto, son incapaces de distinguir entre la moneda legal e ilegal.
Según recuerda Palahí, cuando existían las viejas pesetas, algún timador avispado había pagado sus cupones con dólares americanos, cuyo tamaño era prácticamente idéntico al de los billetes de 2.000 pesetas, por lo que "recortaban un poco el billete" y los hacían pasar por billete español, que al tacto eran iguales.
De hecho, la Policía Nacional detuvo en el año 2000 en Barcelona a cuatro personas como presuntos autores de 234 estafas a vendedores de cupones de la ONCE mediante billetes de dólares americanos y moneda peruana y brasileña, de igual peso y tamaño que las antiguas monedas y billetes españoles, pero de un valor muy inferior.
Con la llegada del euro, hace ya tres años, la ONCE manifestó su deseo de que se redujera el uso fraudulento de billetes falsos que sufren los vendedores del cupón gracias a los cursos de preparación que éstos recibieron para identificar con el tacto los nuevos billetes y monedas.
Las estafas, no obstante, han continuado. Fotocopias en papel timbrado, imitaciones de cupones realizadas manualmente, billetes de otros países asemejados a los nacionales son algunas de las técnicas variadas que los estafadores llevan a cabo.
Una de las detenciones más curiosas que se han llevado a cabo en Cataluña en los últimos años se produjo a finales de 2002, cuando los Mossos d'Esquadra detuvieron en Vic (Barcelona) a una mujer de 80 años y a un hombre de 75 como presuntos autores de la falsificación de unos 1.500 euros en billetes de 50, con los que compraban cupones de la ONCE.
Los agentes de la policía autonómica encontraron en poder de los dos ancianos un total de 1.000 euros en billetes de 50 y unos 40 cupones de la ONCE, que fueron comprados en 18 puntos de venta distintos ubicados en las ciudades de Terrassa, Manresa y Vic, en la provincia de Barcelona, lo que demuestra que en lo que a estafas se refiere no importa la edad.
La delegada territorial de la ONCE en Cataluña, Teresa Palahí, advirtio que "son muchos" los casos de estafas que los vendedores de la organización están denunciando últimamente, sobre todo en la ciudad de Barcelona.
Palahí explicó que "es fácil colar" un billete falso a un vendedor, ya que los falsificadores consiguen que la textura y el tamaño de estos billetes sean casi exactos a los de circulación legal, por lo que son prácticamente imposibles de detectar por los vendedores, que son ciegos o tienen escasa visión y que generalmente están solos cuando venden los números.
La ONCE ya ha puesto estos casos en conocimiento de la Policía, que, según la responsable de la ONCE, siempre les ha prestado atención ante este tipo de timos, que se producen "por temporadas". Fuentes de los Mossos d'Esquadra, sin embargo, confirmaron que no se ha detectado un incremento considerable de las denuncias de estas estafas, aunque han reconocido que las denuncias de vendedores de cupones a quienes pagan con billetes falsos son constantes durante todo el año y en toda Cataluña.
Las estafas a vendedores de cupones son una vieja práctica común en toda España, aunque los sistemas de falsificación se han ido innovando y mejorando hasta el punto de que muchas personas ciegas, adiestradas en el uso y conocimiento de los billetes a través del tacto, son incapaces de distinguir entre la moneda legal e ilegal.
Según recuerda Palahí, cuando existían las viejas pesetas, algún timador avispado había pagado sus cupones con dólares americanos, cuyo tamaño era prácticamente idéntico al de los billetes de 2.000 pesetas, por lo que "recortaban un poco el billete" y los hacían pasar por billete español, que al tacto eran iguales.
De hecho, la Policía Nacional detuvo en el año 2000 en Barcelona a cuatro personas como presuntos autores de 234 estafas a vendedores de cupones de la ONCE mediante billetes de dólares americanos y moneda peruana y brasileña, de igual peso y tamaño que las antiguas monedas y billetes españoles, pero de un valor muy inferior.
Con la llegada del euro, hace ya tres años, la ONCE manifestó su deseo de que se redujera el uso fraudulento de billetes falsos que sufren los vendedores del cupón gracias a los cursos de preparación que éstos recibieron para identificar con el tacto los nuevos billetes y monedas.
Las estafas, no obstante, han continuado. Fotocopias en papel timbrado, imitaciones de cupones realizadas manualmente, billetes de otros países asemejados a los nacionales son algunas de las técnicas variadas que los estafadores llevan a cabo.
Una de las detenciones más curiosas que se han llevado a cabo en Cataluña en los últimos años se produjo a finales de 2002, cuando los Mossos d'Esquadra detuvieron en Vic (Barcelona) a una mujer de 80 años y a un hombre de 75 como presuntos autores de la falsificación de unos 1.500 euros en billetes de 50, con los que compraban cupones de la ONCE.
Los agentes de la policía autonómica encontraron en poder de los dos ancianos un total de 1.000 euros en billetes de 50 y unos 40 cupones de la ONCE, que fueron comprados en 18 puntos de venta distintos ubicados en las ciudades de Terrassa, Manresa y Vic, en la provincia de Barcelona, lo que demuestra que en lo que a estafas se refiere no importa la edad.
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